Archivo de diciembre 2010

El valor humano de la comunicación en el matrimonio y en la familia

ESCUELA PARA PADRES

El valor humano de la comunicación en el matrimonio y en la familia.

  • 10 Situaciones que necesitan comunicación matrimonial.
  • 22 Conceptos a tener en cuenta, en la comunicación con el cónyuge.
  • 10 Sentencias sobre la comunicación en el matrimonio.

2,170 Palabras. Tiempo de lectura 8:00 minutos

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Comunicar en el matrimonio, es compartir o consultar al cónyuge de palabra, por escrito o con señales acordadas, de lo que uno sabe o tiene, para pedirle su opinión y establecer o reforzar, lazos futuros que mejoren la convivencia.

Qué difícil es comunicarse bien entre los esposos y tener abiertos todos los canales, para que la comunicación sea sincera, fluida, educada y llena de amor y mutuo respeto. Hay temas, que ninguno de los dos quiere tocar o que ambos quieren aplazar. Incluso estando muy enamorados y compenetrados. Prefieren irlos aplazando para no hincarles el diente, por miedo a descubrir cosas de la vida pasada, o para no herir a la persona amada, porque esta no sepa o no quiera interpretar bien los hechos, intenciones o ideas. Por eso, para evitar malos entendidos, aunque se quieran muchísimo los matrimonios, tienen que aprender a comunicarse, con todo el amor posible, pero además, como si fueran dos profesionales de la comunicación. Entendiéndose y comunicándose bien, podrán enfrentar con éxito, los problemas que les atañan o los proyectos que quieran hacer.

Eviten el matrimonio silencioso. Para ello hay que ir poniendo, desde el noviazgo, los cimientos de una buena comunicación, que cultive el deseo de conocer y conocerse, para evitar el aburrimiento y la soledad. Nunca es tarde para empezar una buena comunicación, intercambiando impresiones de todos los campos de la vida.

Algunas frases muy usadas: Cuando te hablo, no me escuchas. No me atiendes nunca. Pasas de lo que te digo. Te entra por un oído y te sale por el otro. Contigo no hay quien hable. Como si hablara a la pared. Como si oyeras llover. (También algunas de estas frases repiten los padres a los hijos).

En los matrimonios debe distinguirse lo que es comunicarse, dialogar, charlar sobre cosas intrascendentes y realizar continuos monólogos, que anulan en el cónyuge las posibilidades de participación, tanto en las cosas comunes del matrimonio, como en las especiales.

10 Situaciones que necesitan comunicación matrimonial, sobre todo si hay necesidades que no puedan obviarse o son urgentes.

  1. Cuando haya enfermedades o situaciones graves, que podrían afectar a toda o parte de la familia.
  2. Cuando haya que enfrentar situaciones presentes o futuras, difíciles de solucionar.
  3. Cuando haya un problema grave en el matrimonio, o en uno de los cónyuges, o con los hijos.
  4. Cuando piense dejar la comunicación para más adelante, intente hacerla inmediatamente, puede que luego, nunca la pueda realizar.
  5. Cuando se deban comentar noticias, situaciones sociales, religiosas o políticas importantes, que afecten a la familia.
  6. Cuando se necesite una segunda opinión, para cosas personales, de la familia anterior, trabajo, amistades, o sociedad.
  7. Cuando se necesite ayuda en problemas personales, religiosos, de salud o de criterio, para tomar decisiones.
  8. Cuando se sienta la necesidad de comunicar, para afianzar el amor y la entrega incondicional al cónyuge.
  9. Cuando un cónyuge desee comunicarse, inmediatamente hay que poner los medios necesarios y la atención precisa para escuchar, sin dilaciones ni excusas, pues es posible, que esa situación no vuelva a repetirse. La frase clave es decirle y sentirlo “soy todo oídos”.
  10. Cuando un cónyuge quiera contar en la intimidad, algo delicado de su vida pasada.

Existe el derecho y la obligación, de no comunicar acciones o situaciones anteriores, que hacerlo suponga un daño irreparable, interno o externo, para el resto de la familia y solamente suponga esos minutos de gloria, que algunas personas quieren disfrutar, dando testimonios de cosas totalmente innecesarias para el futuro de una buena familia. Hay muchos seudo líderes religiosos, políticos, médicos y sociales, que tratan de manipula a personas débiles de carácter, para que comuniquen sus miserias a bombo y platillo, sin importarles el daño que pudieran hacerse a si mismos y a sus familias.  Por eso existen las memorias autorizadas de los personajes famosos, donde son todo alabanzas y las memorias no autorizadas, que suelen estar más cerca de la verdadera vida del personaje, el cual no quiere que nadie cuente sus posibles miserias.

22 Conceptos a tener en cuenta, en la comunicación con el cónyuge.

  1. Tener los objetivos muy claros y perfectamente definidos y estudiados. Distinguiendo lo que sea comunicar, para contar algo pasado, de lo que sea necesario para llegar a acuerdos o situaciones futuras. Sea de la familia o ajeno, o cuando haya que expresar disgustos o satisfacciones, relacionadas con el cónyuge o los hijos.
  2. Pensar antes de hablar, teniendo bien en cuenta todos los detalles y puntos a comunicar, para que nada se quede en el olvido involuntariamente.
  3. Estudiar la presentación de los objetivos, así como las posibles respuestas que recibirá, deseadas o no, pues una cosa es lo que se comunica y otra lo que entiende el cónyuge, ya que puede haber grandes diferencias en el conocimiento. Ahora bien, si el mensaje está bien expresado, el amor y la buena voluntad, ayudarán muchísimo a explicarlo y a entenderlo correctamente.
  4. Centrar él o los temas para que no haya desviaciones, que distraigan de los objetivos previstos, poniendo el máximo cuidado posible en hacerlo bien, para que la comunicación sea fluida en ambos sentidos.
  5. Determinar el lugar, horario, duración, etc. Si es necesario provoque la comunicación. Siempre funcionan mejor las comunicaciones, cuando hay un ambiente de distensión y confianza y no existen las interrupciones por teléfonos, programas de televisión, etc.
  6. Adecuar el lenguaje fonético, sin salirse del contexto y con los sinónimos y antónimos adecuados, haciéndolo todo con la mayor naturalidad, sin engolamientos en la voz y de acuerdo a las características del cónyuge y de cada situación.
  7. Utilizar el lenguaje corporal, con las mejores formas y ademanes posibles, incluso intentando mantener continuamente la sonrisa. Empleando los movimientos del cuerpo para enviar, reafirmar o disminuir la intensidad de los mensajes. Pero evitar comunicar con gestos de las manos y balanceos de cuerpos, como se autodefinen los grupos marginales de maras, gangas, etc. porque tienen un vocabulario muy limitado.
  8. Intentar que el cónyuge se sienta cómodo, para que la comunicación no se convierta en un monólogo, sino en un dialogo y se puedan obtener buenos resultados. El matrimonio tiene que aprender, el difícil arte de comunicarse bien, pues nadie nace sabiendo.
  9. Emplear la virtud de la paciencia y la moderación, pues no siempre el otro cónyuge, tiene el mismo nivel de comprensión o está en la situación adecuada, para oír con atención las cosas importantes que le están diciendo. Lo que para uno es un tema al que le ha dado muchas vueltas en la cabeza, antes de exponerlo, para el otro puede ser una novedad, que le llega de improviso.
  10. No emplear sofismas, falacias, argucias, sutilezas ni engaños, pues la comunicación con el cónyuge, tiene que estar presidida por el amor, la verdad, el respeto, la conciencia y la admiración.
  11. Evitar tener la razón a toda costa, ya que con el cónyuge, no se trata de vencer, ni de convencer, se trata de comunicar bien, para remar juntos hasta conseguir llevar el barco a la orilla deseada por ambos. No buscar el objetivo de caiga quien caiga, siempre ganar, ganar. Evitando los resultados de las apuestas tergiversadas del “Cara o Cruz”: “Cara, yo gano; cruz, tú pierdes”.
  12. Mantener con mucho respeto, los tiempos de cada uno, administrándolos equitativamente, con los silencios necesarios, sin interrupciones estentóreas y sin usufructuar ni apurar los del otro.
  13. Ofrecer seguridad al cónyuge de que la comunicación no ha sido motivada para discusiones, enfados, regaños, malas caras o llamadas de atención, por tener ideas u opiniones diferentes, a no ser que sean causas graves, pues conllevaría que el otro cónyuge se pondrá en guardia, y posiblemente cierre los oídos a la comunicación, si siempre es para lo mismo.
  14. Buscar la comunicación adecuada, que en algunas ocasiones puede ser una mirada, un gesto o una sonrisa entre los cónyuges. No siempre se necesitan palabras elocuentes, ni estrategias para comunicarse, sobre todo si ambos se conocen bien y conocen de lo que se trata.
  15. Mantener siempre abiertos los canales de comunicación, evitando a toda costa, que su ausencia se vaya agudizando, por falta de practicarla, debido a que no tengan las cosas muy claras.
  16. Evitar que haya intentos de ir ocupando cuotas de poder, dentro del matrimonio, basadas en mayores ingresos económicos, mejores conocimientos profesionales o académicos, situaciones sociales o familiares, etc.
  17. Evitar dejarse llevar por la pasión, producida por las relaciones con los hijos y entre ellos mismos, ya que muchas veces, son verdaderos manipuladores de los padres, impidiendo que los cónyuges se comuniquen correctamente.
  18. Estudiar la forma de empezar la comunicación. Puede ser en la mesa durante la comida, una salida especial, algunos hechos de actualidad que lleven al objetivo previsto, formulando preguntas con respuestas abiertas, etc.
  19. Utilizar las técnicas de recepción activa, hasta estar seguro de haber entendido perfectamente, lo que el cónyuge dice y quiere decir con su lenguaje fonético y corporal. Si fuera necesario, se debe pedir la repetición o hacer las preguntas convenientes, hasta que quede todo bien entendido.
  20. Utilizar las virtudes y valores humanos adecuados a cada ocasión. Teniendo en cuenta que nadie es perfecto, intentar comunicarse una y otra vez, hasta que se consiga la plena sintonía. El difícil arte de la comunicación es difícil, pero no imposible de aprenderlo.
  21. Tener muy claro el sentido del ridículo, pues en la comunicación, uno es dueño de los silencios, pero esclavo de las palabras.
  22. Intentar que los tiempos de la comunicación sean, más escuchar con atención, que hablar. Lo ideal es un 40% hablar y un 60% escuchar y sin interrumpir al cónyuge, cuando expone sus posiciones.

Si la comunicación es con una sonrisa, generará otra sonrisa. Si es con amor, recibirá más amor. Si es con una crítica, recibirá otra crítica. Si lleva odio, recibirá odio. Si es con palabras amables, recibirá palabras amables. Si es sobre el profundo interior de las relaciones, se abrirán los corazones con sinceridad. Si es sobre intereses culturales, se ampliarán los conocimientos. Si es superficial, se recibirán opiniones superficiales o ficticias. Si es sembrando vientos, recibirá tempestades.

No deje de estar comunicado continuamente con su cónyuge. Todos tenemos sin utilizar muchos recursos, talentos y fuerzas, para poder comunicar en la forma y manera, que el cónyuge nos entienda y para ser receptivos y abiertos a sus ideas. La comunicación con el cónyuge, si no llega hay que salir a buscarla con inteligencia, amor y en base a la práctica de las virtudes y valores humanos. Pero no conformándose con esas comunicaciones pueriles o convencionales, llenas de tópicos, aburrimientos y faltas de interés.

Las buenas comunicaciones, dejan siempre un poso, y aunque no hayan calado hondo, cuando han pasado, vuelven las ideas y los argumentos expuestos, lo que puede originar un torrente de nuevas ideas y que nazca la necesidad de continuarlas. Al final, una buena comunicación, crea el deseo de estar más unido al cónyuge.

10 Sentencias sobre la comunicación en el matrimonio:

  1. Cuando estés enfadado, cuenta hasta diez antes de empezar la comunicación, pero si estás muy enfadado, cuenta hasta cien.
  2. El objetivo de toda comunicación, debe ser amar y mejorar la relación.
  3. Es fácil hablar claro, cuando no va a decirse toda la verdad.
  4. Qué difícil es hablar de nuestras dificultades al cónyuge, y que fácil es hablarlas a un desconocido!
  5. Háblale a tu cónyuge sobre su persona y te escuchará horas enteras.
  6. Para saber comunicar, es preciso saber preguntar y escuchar, escuchando se agrada siempre, comunicando algunas veces.
  7. Antes de comunicarte con el cónyuge, piensa bien lo que le vas a decir.
  8. El mayor daño que se puede hacer a un cónyuge, es quitarle la comunicación.
  9. Para no humillar o desorientar, los cónyuges se tienen que poner en el mismo nivel.
  10. Es inútil mantener una comunicación entre sordos voluntarios, en el que ninguno de los cónyuges quiere escuchar.

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Feliz Año Nuevo

La manipulación en el matrimonio destruye la familia y provoca el divorcio



ESCUELA PARA PADRES

 

La manipulación en el matrimonio destruye la familia y provoca el divorcio.

 

  • 10 Actuaciones imprescindibles ante la manipulación del cónyuge
  • 10 Estrategias de manipulación utilizadas por algunos cónyuges
  • 21 Tipos de manipulación 

2,023 Palabras. Tiempo de lectura 7:30 minutos

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La manipulación es un maquiavelismo físico o intelectual, donde las palabras y los hechos, parecen más poderosos que la realidad, con el que no se puede jugar, hay que enfrentarla y cuanto antes mejor. Si se deja pasar el tiempo, porque parece que no es fuerte, después será demasiado tarde. Manipular es influir, manejar, maniobrar o intervenir, con medios hábiles, maliciosos, deshonestos y arteros en la voluntad, imagen, acciones y opiniones del otro cónyuge, distorsionando la verdad, para beneficio propio y perjuicio del otro.

 

La manipulación matrimonial, es una sutil violencia física o emocional, que al otro cónyuge fácilmente le hace caer en la trampa tendida. Es una forma artera y subliminal, de mal trato. Tengan mucho cuidado el cónyuge manipulador, pues solamente les producirá grandes disgustos. La alternativa, es educarse para dialogar, sobre la modificación de su conducta o demostrarle que Vd., no es manipulable.

 

10 Actuaciones imprescindibles, ante la manipulación del cónyuge:

 

No deje de examinar los términos, esquemas, planteamientos y procedimientos de la manipulación. Si ve alguna señal, que indique el comienzo de una manipulación, inmediatamente debe ponerse en guardia y tomar las medidas adecuadas, que en cada caso mejor convenga.

 

  1. Percatarse si se siente manipulado por el cónyuge.
  2. Escuchar a las personas queridas, su opinión sobre la manipulación percatada.
  3. Examinar en cuál o cuáles áreas, siente que le está intentando manipular.
  4. Localizar cuál o cuáles formas, está empleando para manipularle.
  5. Analizar los motivos o causas de la manipulación.
  6. Reconocer sinceramente, que le están manipulando.
  7. Consultar con todo detalle a un sacerdote, pastor, rabino o imán, según la religión que profese, para poder encontrar la mejor solución, que corte de raíz, el comienzo de la manipulación.
  8. Impedir que la manipulación empiece a crecer, pues no solamente es la antesala del divorcio, sino también, de la violencia física y mental.
  9. Hablar directamente con el cónyuge manipulador, para esclarecer los motivos y las soluciones y llegar a acuerdos, para que no vuelva a suceder.
  10. Hacerun plan de seguimiento de lo acordado, ponerlo en práctica y añadirle los controles necesarios. 

Algunas personas manipulan, fascinan o encandilan a su cónyuge, por lo que también se denomina ilusionismo mental. Tergiversan los conceptos y corrompen la mente del cónyuge, para vencerle en lugar de convencerle, hasta que consiguen destruirlo física y mentalmente. En muchas ocasiones, tratan de seducirle sin dar razones, para que el cónyuge tome determinadas decisiones, que favorezcan sus malsanos propósitos. Por eso hay que aprender a pensar con mucho rigor, y esto solamente se puede hacer, con educación y formación.

 

10 Estrategias de manipulación, utilizadas por algunos cónyuges:

 

  1. Creándole problemas y ofreciendo soluciones engañosas: El cónyuge intenta crear una situación o problema, donde su pareja le pida, suplique o acepte, como solución, un subterfugio determinado, que era la que él buscaba, pero que no se atrevía a proponerlo, pues era perjudicial para su pareja. La pareja se engancha en el propio anzuelo, que ha pedido para solucionar el problema, creado artificialmente.
  2. Difiriéndole la solución del problema: Cuanto más se presente, como dolorosa y necesaria, más fácil será la aceptación, si su aplicación se pospone para un futuro determinado o indeterminado, por hechos ajenos. El amor de un cónyuge, tiende a esperar ingenuamente que “para entonces, todo se arreglará” y no habrá que llegar a sufrir la solución o sacrificio propuesto. Cuando llegue el momento del sacrificio, mentalmente, ya habrá sido aceptado y asimilados sus inconvenientes.
  3. Distrayendo al cónyuge. Cuando un cónyuge tiene un problema importante, relacionado con su pareja, intenta desviar su atención del problema, mediante la técnica del diluvio o inundación, de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. Es indispensable hacerlo, para impedirle que se interese, por los conocimientos esenciales que le permitirían ahondar en la intuición, entendimiento o comprensión del problema, intentando mantenerle en la ignorancia más absoluta del asunto. Armas silenciosas, para guerras crueles.
  4. Engañándole, poco a poco: Por muy inaceptable que sea el engaño o lo que se haya tramado, si se presenta gradualmente, a cuenta gotas, para que se acepte, es mucho más fácil conseguirlo. Para cuando el otro cónyuge se haya dado cuenta del engaño, si es que se da cuenta, ya será muy tarde, pues habrá ido aceptando las partes de un todo. Si el otro cónyuge lo hubiera presentado en su verdadera cuantía y crudeza, habría sido rechazado inmediatamente. Hasta un elefante se puede comer trozo a trozo y poco a poco.
  5. Fomentándole la pobreza de espíritu: Empleando artimañas, de forma que se contente con las cosas mediocres, vulgares e incultas y nunca piense, en educarse para mejorar. Animándole al consumo de telenovelas, algunas pantallas electrónicas, deportes alienantes, lecturas ridículas, amistades vacuas, manteniéndole alejado de cualquier forma de superación personal o intelectual.
  6. Investigando los puntos débiles del cónyuge: Tanto físicos, como mentales, para utilizarlos malévolamente, y así convertirse en su dominante. De forma que más fácilmente, se pueda anular su personalidad y así poder conducirle, hacia fines no deseados por el cónyuge, incluso poder adelantarse, a cualquier cambio de mejora que quiera realizar.
  7. Maniobrándole emocionalmente: Suprimiendo el análisis racional y la reflexión, sobre los temas y comportamientos del cónyuge, para irle implantando en su subconsciente, ideas, deseos, miedos, temores y angustias, que le conduzcan a comportamientos perniciosos.
  8. Manteniendo al cónyuge en la ignorancia: A poder ser, en su grado máximo, tanto en lo cultural, como en lo escolar, social, político y religioso. Impidiéndole que prospere, para tenerle siempre dominado y sin que pueda valerse por si mismo. Incluso persuadiéndole de que, no es necesario que aprenda nada, pues ya le solucionarán todos sus problemas, para que así, quede dominado para siempre y nunca pueda alcanzar un grado de independencia. Haciéndole perder su autoconfianza.
  9. Provocándole la autoculpabilidad: Haciéndole creer, que todas las malas situaciones o desgracias que le pasan, son por su culpa, debido a su poca inteligencia, capacidad o esfuerzo. Para que se autodevalúe y revele, contra el sistema que tiene a su alrededor, en lugar de hacerlo contra su actitud.
  10. Tratando al cónyuge, como si fuera menor de edad: Adaptando actitudes de sugestión infantil, hablándole también en términos y entonaciones ingenuas o simplonas, para que las respuestas del cónyuge manipulado, se pongan acordes con el infantilismo buscado. Sobreprotegiéndole innecesariamente, para hacerle dependiente del cónyuge en todas sus actividades, e ir destruyendo o debilitando su capacidad de decisión. 

La manipulación es una artimaña, que algunos emplean para extorsionar, dominar, volver frágil, débil y vulnerable a su cónyuge. Imponen obligaciones difíciles de cumplir, utilizan el miedo, las amenazas y fomentan el sentimiento de culpa. Intentan crear una marioneta, donde el cónyuge esté al final de los sutiles e invisibles hilos, que son como los de la tela de araña. Para no caer, en esa red manipuladora y salirse de esa trampa, el cónyuge, lo primero que tiene que hacer, es darse cuenta, de que le está empezando a manipular. Y para enfrentarla, debe estudiar y consultar las mejores estrategias a emplear, en cada caso particular.

 

Ante la ya declarada manipulación, es imprescindible mantener la calma, dominar los nervios y ganar tiempo para pensar, curarse las heridas sentimentales, fortalecerse y prepararse para la batalla, que se le viene encima. Pero el cónyuge manipulado, nunca debe sentirse herido, dolido, deprimido, hundido o afligido y mucho menos demostrarlo, pues esto es lo que quiere el manipulador.

 

20 Tipos de manipulación:

 

  1. Manipulación a través de los hijos, padres u otros familiares, para que presionen hasta conseguir determinados objetivos, materiales o de conducta.
  2. Manipulación con chantaje de testimonios falsos o verdaderos, ante la familia o amigos, relacionados con su vida anterior. Sobre otros matrimonios, divorcios, hijos, abortos, enfermedades, arrestos, drogas, vicios, vida disoluta, malas amistades, quiebras, deudas, etc.
  3. Manipulación con intrigas, marrullerías, maniobras, trampas, artificios y maquinaciones, en situaciones que le beneficien.
  4. Manipulación con la educación o buenas maneras de comportarse, para hacerle ver al cónyuge, que hay que hacer o no hacer, determinadas formalidades que lleven a poder dominarle.
  5. Manipulación con la imagen que proyecte el otro cónyuge, para que puedan realizar comparaciones en la familia o en la sociedad donde viven.
  6. Manipulación con mentiras o medias verdades, sin pruebas fehacientes y contundentes, solamente con suposiciones infundadas, sobre infidelidades matrimoniales, adicción a las drogas, malversaciones  económicas, enfermedades, abusos, etc.
  7. Manipulación con violencia física o mental, hasta anular al otro cónyuge, de forma que sea incapaz de protestar, recuperarse o arreglar su situación.
  8. Manipulación de la salud con artimañas, produciendo falsas dolencias, disgustos y  síntomas, para conseguir objetivos egoístas.
  9. Manipulación del regalo, bien sea dinero, lujo, cosas prohibidas, para que se acostumbre a ellas y en el futuro poder dominarle.
  10. Manipulación discriminatoria basada en la raza, religión, base social, económica, religiosa, etc. para que se sienta mal.
  11. Manipulación económica, cuando un cónyuge se convierte en administrador de los bienes totales del matrimonio y va decidiendo cuándo, cuánto, cómo y en qué debe gastarse el dinero, sin dar ninguna opción al otro cónyuge, para que tome decisiones, pretendiendo convertirle en un minusválido, dependiente financieramente.
  12. Manipulación familiar, para que el cónyuge se enfrente a los familiares, que el otro no quiere convivir o para que les pida favores humillantes, o imposibles de devolver.
  13. Manipulación histórica, modificando la memoria del cónyuge, para que se crea o se olvide de sucesos reales o ficticios, que le supediten emocionalmente al pasado, para futuras situaciones.
  14. Manipulación para impedir la formación profesional, educativa, social, etc. para que el otro cónyuge, tenga que estar siempre dependiendo de las dádivas, sin poder valerse por si mismo.
  15. Manipulación para ir transformando, poco a poco, la conciencia del otro cónyuge, con objeto de cambiar, impedir, obstaculizar o destruir su personalidad, empleando un conjunto de síntomas, estrategias, acciones y objetivos.
  16. Manipulación sexual, utilizándola como chantaje y falsas promesas, a cambio de obligaciones o favores matrimoniales.
  17. Manipulación social para que el cónyuge haga el ridículo, y después podérselo echar en cara, para no volver a ir a compartir, determinadas situaciones sociales.
  18. Manipulación sutil y silenciosa utilizando estrategias escondidas, de forma que el cónyuge, no se de cuenta de que le están manipulando.
  19. Manipulación utilizando a amigos comunes, para que transmitan estrategias de anulación de personalidad física y mental.
  20. Manipulación utilizando los sentimientos de culpabilidad, a través de aparentar que el cónyuge, le ha producido un falso dolor físico, mental, profesional, social o económico.
  21. Manipulación verbal a través del lenguaje, que es el mayor don que poseen las personas, pero puede ser cruel y manipulador, aunque sea tierno y amable. Utilizando las palabras y las preguntas demagógicamente, puede tergiversarse su verdadero sentido y definición, para sembrar la confusión y así posteriormente, dominar en beneficio propio y en contra del cónyuge. 

Otros tipos de manipulación, ante los que hay que estar muy alertas: Los hijos a los padres. Los padres a los abuelos. Los novios a sus parejas. Los negocios a los clientes. Algunas religiones, sectas, organizaciones y fanáticos a sus seguidores. Los charlatanes a sus oyentes. Los medios de comunicación a sus consumidores. Las pandillas criminales a sus prospectos y victimas. Algunas personas a sus amigos jóvenes o mayores. Los gobiernos a los ciudadanos. Los secuestradores a los secuestrados.

 

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100 Preguntas sobre la posible nulidad de un Matrimonio Católico

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100 Preguntas sobre la posible nulidad de un Matrimonio Católico.   

  • 20 Principales impedimentos para contraer matrimonio que pudieran llevar a su nulidad
  • 100 preguntas sobre la posible nulidad de un Matrimonio Católico
  • 3 Principales mitos sobre las dificultades para obtener la nulidad matrimonial 

3,916 Palabras. Tiempo de lectura 14:15 minutos

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Este artículo es mi opinión personal, basada en lo que he leído, oído, visto, preguntado, dialogado e interpretado sobre el tema. Para no crear errores o falsas expectativas, en cada caso, debe ser ratificado o rectificado por un sacerdote de su Parroquia. 

No existe el divorcio en el Sacramento del Matrimonio, que es únicamente el realizado entre un hombre y una mujer ante un sacerdote, e indisoluble hasta que la muerte les separe. Pudiera existir una declaración formal de nulidad, realizada por parte de la Iglesia, indicando que nunca ha existido el matrimonio, debido a que no se dieron las condiciones para que hubiera este Sacramento. El divorcio es un acto civil, que solamente aplica a las uniones civiles, para disolver los vínculos civiles contraídos. 

¿Existió o no existió el Sacramente del Matrimonio? Esa es la pregunta clave. Si lo hubo, no se puede anular. Si no lo hubo, puede pedirse la nulidad matrimonial, siguiendo el procedimiento que establece la Iglesia Católica. 

Este artículo tiene la intención de servir de meditación a los católicos, que están pensando en separarse o ya se han separado de su matrimonio religioso y divorciado de su matrimonio civil. Desarrolla un tema que es exclusivamente de los católicos y que no aplica a seguidores de otras religiones, que no tienen el Matrimonio como Sacramento indisoluble. Pero a estos, les servirá para aclararles algunos de los llamados escándalos públicos, de matrimonios nulos. 

Por soberbia, debido a que ya no quieren saber nada de la Iglesia, o por ignorancia sobre el fondo y la forma de solicitar la nulidad del Sacramento del Matrimonio, que en su día realizaron, algunas personas creen, que divorciándose por lo civil ya han anulado su Sacramento del Matrimonio, cuando eso es incierto. 

La nulidad matrimonial, no pone fin al Sacramento del Matrimonio, declara que nunca existió como Sacramento, aunque se haya celebrado bajo su rito. Una declaración de nulidad de matrimonio, es un decreto emitido por la autoridad competente de la Iglesia, generalmente a nivel diocesano, que se realiza después de una minuciosa investigación, en los términos que dictamina el Código de Derecho Canónigo. 

Ni la Iglesia, puede poner fin al Sacramento del Matrimonio, que haya sido válidamente contraído, a no ser que haya faltado un elemento esencial del matrimonio y por lo tanto, no haya existido el mencionado Sacramento. Para esclarecer estas situaciones y hacer justicia, la Iglesia puede ejercer su autoridad en un proceso jurídico. El tribunal eclesiástico se limita, a juzgar si el matrimonio en principio fue válido como Sacramento. Puede haberse celebrado una boda en la Iglesia, haber tenido hijos y sin embargo, no haber habido un Sacramento. En caso de nulidad sacramental, los contrayentes quedan libres para casarse, aunque deben cumplir las obligaciones naturales nacidas de una unión precedente anterior. 

Para solicitar la nulidad matrimonial, se debe empezar recurriendo personalmente ante el sacerdote de la parroquia, que corresponda a los cónyuges. El primer deber de los sacerdotes y de sus colaboradores, es el de ayudar a los cónyuges a superar las dificultades matrimoniales. El recurso a los tribunales eclesiásticos, debe ser la última solución, incluso en el supuesto de que haya visos de un matrimonio nulo. 

20 Principales impedimentos para contraer matrimonio que pudieran llevar a su nulidad

Los impedimentos son un conjunto de figuras o de circunstancias que impiden, imposibilitan u obstan a una persona para contraer matrimonio lícita o válidamente. Estos impedimentos pueden ser, a su vez, públicos, cuando se pueden probar en el fuero externo, u ocultos, en caso contrario. Algunos se pueden dispensar según el Derecho Canónico, pero los que son de derecho eclesiástico, derecho natural o derecho divino, no pueden ser dispensados. 

  1. Condicionado a futuro: No puede contraerse válidamente matrimonio, bajo condición cierta o incierta de futuro, cuando la voluntad de una o de ambas partes, subordina el nacimiento del vínculo al cumplimiento o verificación de una circunstancia o acontecimiento determinado.
  2. Crimen: Quien con el fin de contraer matrimonio, con una determinada persona, causa la muerte del cónyuge de ella o de su propio cónyuge; o a quienes con una cooperación mutua, física o moral, causaron la muerte del cónyuge.
  3. Cuando no son los propios contrayentes: Ya que se requiere que sean ellos mismos quienes se administran el sacramento, puesto que se dan y reciben mutuamente en matrimonio, y quien asiste, sólo pide el consentimiento y lo recibe en nombre de la Iglesia.
  4. Disparidad de religiones: Es inválido el matrimonio mixto entre dos personas, cuando una de ellas está bautizada en la Iglesia Católica y la otra no. Para dispensarlo deben cumplirse ciertos simples requisitos, que deben asumir ambos contrayentes ante el Párroco de su iglesia.
  5. Edad: No puede contraer matrimonio válido el varón, antes de los dieciséis años cumplidos y la mujer, antes de los catorce años también cumplidos, porque se requiere cierta madurez biológica de los contrayentes, de acuerdo con las circunstancias culturales y ambientales específicas de cada país.
  6. Engaño o dolo: Contrae matrimonio inválidamente, quien lo hace engañado, por dolo provocado para obtener su consentimiento, acerca de una cualidad del otro contrayente, que por su naturaleza puede perturbar gravemente el consorcio de vida conyugal, cualquiera que haya sido quien le provocó el engaño. No debe confundirse error con dolo. Cuando es otro quien produce o elabora mediante engaño, una falsa realidad y produce en el sujeto una apreciación como verdadera, de un objeto en sí mismo falso. Pero no todo engaño, produce la nulidad, sino sólo el que reúne los requisitos determinados, por la ley canónica.
  7. Error: Cuando hay una intención contraria al matrimonio, en el momento de la celebración, soportada en el engaño, aprovechamiento, etc. Sería el caso de quien, queriendo casarse con una persona, cierta y determinada, se casa equivocadamente con otra distinta, pensando que es con quién quería casarse y que ese error haya determinado a la voluntad. O que por error accedan a un matrimonio que, carezca de unidad e indisolubilidad y no sea sacramental.
  8. Falta de procedimiento canónico: Si una parte es católica y requiere ser casada en presencia de un sacerdote, diácono u obispo y en un lugar expresamente autorizado para hacerlo, ya que solamente son válidos, los matrimonios que se contraen de la forma que el Código de Derecho Canónico señala.
  9. Ignorancia: Es necesario, para la validez del matrimonio, que los contrayentes conozcan que el matrimonio es un consorcio permanente entre un varón y una mujer, ordenado a la procreación de los hijos, mediante la cooperación sexual necesaria. La Iglesia presume, salvo prueba en contrario, que después de la pubertad, este conocimiento mínimo ya se tiene.
  10. Impotencia: La cierta y acreditada impotencia, homosexualidad o promiscuidad sexual antecedente, perpetua, absoluta o relativa para realizar el acto conyugal, tanto por el hombre, como por la mujer, hace nulo el matrimonio, por su misma naturaleza. Debe ser anterior al matrimonio, incurable por medios lícitos, ordinarios, no peligrosos para la salud del afectado, lo que supondría que el matrimonio solamente seria rato y no consumado.
  11. Incapacidad de asumir las responsabilidades fundamentales del matrimonio: Si hubiera algún defecto grave de la discreción de juicio, acerca de los deberes y derechos esenciales del matrimonio, que se han de dar y aceptar, debido a la carencia de madurez intelectiva y voluntaria necesarias para discernir, atendiendo al carácter irrevocable de los derechos y deberes matrimoniales.
  12. La presencia de un factor psicológico: Que a alguno le impida hacer en conciencia un compromiso para toda la vida, debido a la carencia de suficiente uso de razón, como quienes están afectados por una enfermedad mental, o privados del uso de sus facultades intelectivas o volitivas, propias del acto humano.
  13. Parentesco: En caso de consanguinidad en línea recta, tanto legítimo como natural, (ascendientes y descendientes, padres abuelos, hijos y nietos) dirime en todos los grados, y no puede ser dispensado. En línea colateral, es nulo el matrimonio hasta el cuarto grado inclusive, pero se debe distinguir, a su vez, entre los siguientes grados: entre hermanos (segundo grado) no se puede dispensar. Entre tíos y sobrinos (tercer grado) y entre primos (cuarto grado) se puede dispensar. El parentesco por afinidad, en línea recta, dirime el matrimonio en cualquier grado. Se trata del matrimonio entre quienes fueron nuera y suegro o yerno y suegra, se puede dispensar. La afinidad colateral (entre quienes fueron cuñados) no dirime el matrimonio. El parentesco legal, proveniente de la adopción, invalida el matrimonio en línea recta o en segundo grado colateral (entre adoptantes y adoptado y entre adoptado e hijos del adoptante), pero se puede dispensar.
  14. Pública deshonestidad: Surge del matrimonio inválido, después de instaurada la vida en común, o del concubinato notorio y público, y afecta de nulidad al matrimonio, en el primer grado en línea recta entre el varón y las consanguíneas de la mujer o viceversa. Es decir que el concubino, está impedido de casarse con la hija de su concubina o viceversa.
  15. Rapto: No puede contraer matrimonio válido un hombre con una mujer o viceversa, que tengan raptada, forzada, retenida, atemorizada gravemente o violentada, con miras a ese matrimonio, hasta que la persona sea separada de su raptor, puesta en lugar seguro y preste consentimiento libre y voluntario.
  16. Simulación: La regla general es, que el consentimiento interno de la voluntad, se presume conforme con las palabras o signos empleados al contraer matrimonio. Es decir, que quien dice si, significa que quiere decir si y darse y recibir en matrimonio. Son simulados cuando se limita la perpetuidad del vínculo, como los casamientos a prueba de que les vaya bien, y si no les va, se divorcian.
  17. Vínculo: Quien está ligado por el vínculo de un matrimonio válido anterior, aunque no lo haya consumado, está impedido de casarse válidamente y si volviera a contraer matrimonio, quien ya está casado, sería polígamo.
  18. Violencia o miedo: Es inválido el matrimonio contraído por violencia, miedo, presión psicológica o moral grave, proveniente de una causa externa. Incluso el no inferido con miras al matrimonio, para librarse del cual, alguien se vea obligado a casarse. Relacionado con esto, se encuentra el tema del temor reverencial, cuando existe una relación de subordinación o reverencia a un superior, como entre hijos y padres, subalternos con el superior, alumnos con el maestro, etc.
  19. Voto de castidad: No pueden contraer matrimonio, quienes estén vinculados en un instituto religioso por un voto de castidad, público y perpetuo, no temporal.
  20. Votos en el Orden Sagrado: Tiene su fundamento en el celibato eclesiástico, que inhabilita para contraer matrimonio válido, a los varones bautizados, que hayan recibido válidamente el sacerdocio. Después de su secularización, pueden solicitar dispensa para contraer matrimonio. 

100 preguntas sobre la posible nulidad de un Matrimonio Católico:  

Tómense el tiempo necesario, para reflexionar y contestar por escrito, cada uno de los cónyuges por separado y luego en conjunto. Respondiendo con veracidad y honradez, sin dejarse llevar por los problemas pasados o presentes. Intenten recordar todo lo que puedan, pues aunque pudiera ser doloroso, también tiene un fuerte valor terapéutico. Después presenten estas preguntas y respuestas a su Párroco, el cual les aconsejará sobre los siguientes pasos que deben dar. Para los expertos, cada una de las respuestas, una serie de ellas, o todas en conjunto, pueden ser la clave para comenzar o no, un proceso de nulidad matrimonial. 

1- Noviazgo. 

  1. ¿A la de cuánto tiempo de conocerse empezó el noviazgo?
  2. ¿A que edades empezaron el noviazgo?
  3. ¿Cómo veían sus respectivas familias, el noviazgo entre ambos?
  4. ¿Cuál fue la reacción positiva o negativa de los respectivos amigos, ante el anuncio de matrimonio?
  5. ¿Cuáles eran las principales características, forma de comportarse y en su caso problemas concretos de la otra persona, cuando todavía no habían contraído matrimonio?
  6. ¿Cuáles eran las razones de las familias de ambos, para apoyar o rechazar el noviazgo?
  7. ¿Cuáles eran las razones que decían los amigos de cada uno, para aprobar o rechazar el noviazgo?
  8. ¿Cuáles fueron las cosas que más le impresionaron de la otra persona?
  9. ¿Cuándo y de quién partió la idea de contraer matrimonio?
  10. ¿Cuándo, dónde y cómo se conocieron y en su caso, quien les presentó y qué relación tenia o tenían con él?
  11. ¿Cuánto duró el noviazgo?
  12. ¿Cuántos noviazgos anteriores tuvieron y de qué duración?
  13. ¿Durante el noviazgo, hubo problemas que motivaron periodos de distanciamiento?
  14. ¿El noviazgo fue a distancia y en este caso, con cuanta frecuencia y duración se veían y trataban?
  15. ¿En su caso, cuales fueron los motivos de los distanciamientos?
  16. ¿Fue un noviazgo empezado por Internet o por una agencia de contactos sociales?
  17. ¿Por qué se plantearon contraer matrimonio y por la Iglesia?
  18. ¿Qué problemas hubo durante el noviazgo y como los solucionaron?
  19. ¿Si hubo noviazgos anteriores, porque se rompieron? 

2- Antecedentes personales. 

  1. ¿Cómo viven sus hijos los problemas conyugales?
  2. ¿Conocían si tenían o habían tenido algún problema serio relacionado con el Sacramento del Matrimonio?
  3. ¿Cuál era la situación civil de cada uno, antes de casarse religiosamente? (Solteros, casados civilmente con otra persona diferente, divorciados, viudos, pareja de hecho, etc.)
  4. ¿Cuantos años tenía cada contrayente?
  5. ¿Qué piensan los hijos de la solución de nulidad, que ustedes quieren dar a su Matrimonio?
  6. ¿Tenían hijos de anteriores matrimonios y en su caso, cuáles son sus edades?
  7. ¿Tienen hijos de su actual matrimonio y en su caso, cuáles son sus edades? 

3- Sobre el Sacramento del Matrimonio. 

  1. ¿Ante quien se casaron?
  2. ¿Cuando contrajeron matrimonio canónico?
  3. ¿Cuánto tiempo hace?
  4. ¿Dónde (Iglesia, oficina, hotel, playa, barco, campo de batalla, etc.) y por qué en ese sitio y circunstancias? 

4- Preparación del matrimonio. 

  1. ¿Cuáles eran los estados de ánimo y sus relaciones personales, los meses anteriores a la boda?
  2. ¿Qué contratiempo importante hubo durante ese espacio de tiempo?
  3. ¿Qué dificultades encontraron, para la preparación del matrimonio y en su caso, cómo los solucionaron o dejaron pendientes?
  4. ¿Qué trámites realizó cada uno, para la preparación del matrimonio y por qué?
  5. ¿Tuvieron dudas graves razonables, miedo, agobio, estrés, etc. antes del matrimonio? 

5- La ceremonia del matrimonio. 

  1. ¿Cómo estaban las familias ese día?
  2. ¿Cómo fue la ceremonia del matrimonio religioso?
  3. ¿Cómo transcurrió la celebración, después de la ceremonia en la Iglesia?
  4. ¿Cómo vivió cada uno ese día?
  5. ¿Hay algo que destacar de la misma, que se salga de lo normal?
  6. ¿Hubo algún problema? 

6- Viaje de bodas. 

  1. ¿Cómo vivieron ambos, ese viaje?
  2. ¿En el viaje de bodas ocurrió algo anormal sobre lo esperado, en relación con el sexo, dinero, violencia verbal o física, mando, discusiones, etc.?
  3. ¿Hubo viaje de bodas?
  4. ¿Quién lo decidió y organizó? 

7- Nuevo hogar. 

  1. ¿Cuáles fueron exactamente los problemas que consideraron, que no eran normales en la vida matrimonial?
  2. ¿Cuándo comenzaron los problemas en el matrimonio?
  3. ¿Dónde fueron a vivir después de casados?
  4. ¿Hay o hubo algunos problemas de convivencia? ¿Cuáles?
  5. ¿Por qué?
  6. ¿Qué decía el otro cónyuge?
  7. ¿Vivía alguien más con ustedes? 

8- Familias anteriores y actuales. 

  1. ¿Cuál fue el sentimiento y la reacción positiva o negativa, de las respectivas familias, ante el anuncio de matrimonio?
  2. ¿Cuáles eran los ambientes religiosos, económicos, culturales y sociales de la familia de cada cónyuge?
  3. ¿Cuales fueron los motivos, que respaldaban esas reacciones positivas o negativas?
  4. ¿Cuáles fueron sus reacciones, comentarios o consejos?
  5. ¿Los problemas prematrimoniales o matrimoniales, eran conocidos por las familias directas de los cónyuges? 

9- Planteamiento de problemas. 

  1. ¿A qué achacaba los problemas y dificultades de su matrimonio, el cónyuge que producía el conflicto?
  2. ¿Cuáles fueron las respuestas, que recibieron de cada uno?
  3. ¿Era uno de los cónyuges, el que principalmente producía o empezaba el problema, o eran los dos, los que lo producían a la vez?
  4. ¿Plantearon sus problemas matrimoniales a algún familiar, sacerdote, experto, consejero o amigo? 

10- Motivos para querer explorar la posibilidad de solicitar la nulidad matrimonial. 

  1. ¿Cómo reaccionó la otra parte?
  2. ¿Contrajeron matrimonio exclusivamente por cuestiones de conseguir dinero, fama o situación social?
  3. ¿Creen que hay presiones externas o intereses individuales o colectivos, que les hayan incitado a recurrir a formas de falsedad o incluso a la corrupción?
  4. ¿Cuál es la fecha de conclusión del proceso de separación o divorcio civil?
  5. ¿Cuál es la relación personal entre los cónyuges, después de la decisión de solicitar la nulidad matrimonial, la separación o el divorcio civil?
  6. ¿Cuál es la situación actual de la pareja? Separados, divorciados, pareja de hecho, aunque no de derecho, etc.
  7. ¿Cuál fue la reacción de cada una de las familias, hijos y amigos?
  8. ¿Cuáles son sus problemas, que les llevan a solicitar la nulidad matrimonial?
  9. ¿De quién partió la idea de separarse o de solicitar la nulidad del matrimonio?
  10. ¿Hicieron capitulaciones matrimoniales, contrarias al Sacramento del Matrimonio?
  11. ¿Por qué creen sinceramente, que algún día podría estabilizarse la situación con su cónyuge y volver al matrimonio? 

11- Situaciones relacionadas con los impedimentos. 

  1. ¿Alguno de los cónyuges utilizó fraude, engaño, mentiras, nombres diferentes o testigos falsos, para conseguir una o varias nulidades matrimoniales anteriores?
  2. ¿Alguno de los cónyuges, aun siendo católico, practicaba en otra religión antes del matrimonio?
  3. ¿Alguno de los cónyuges, previamente a la celebración del matrimonio,  había abrazado la religión católica, para tomar ventaja?
  4. ¿Anteriormente habían realizado votos perpetuos de castidad en alguna Orden Religiosa?
  5. ¿Contrajeron matrimonio en “artículo mortis” o en circunstancias similares?
  6. ¿Creen que hay otras cuestiones no preguntadas, que consideren relevantes para su situación pasada y presente de su matrimonio?
  7. ¿Cuándo contrajeron matrimonio, estaban en plenas condiciones físicas y mentales?
  8. ¿Es impotente sexualmente alguno de los cónyuges?
  9. ¿Estaban los dos cónyuges bautizados en la Iglesia Católica?
  10. ¿Expresamente uno de los cónyuges había renunciado a la religión católica, antes o después del matrimonio?
  11. ¿Fueron al matrimonio libremente sin presiones, chantajes, secuestros, raptos, ni amenazas?
  12. ¿Ha habido cambios de sexos o propósitos de hacerlo?
  13. ¿Ha habido demostraciones fehacientes de impedimentos matrimoniales, que se ocultaron engañando gravemente al futuro cónyuge?
  14. ¿Ha habido o hay alguna relación de concubinato?
  15. ¿Ha habido signos fehacientes de impotencia sexual, que impiden la procreación?
  16. ¿Han aparecido o reaparecido signos de homosexualidad o lesbianismo?
  17. ¿Hubo algún error grave de conocimiento, en cuanto a lo que es el Sacramento del Matrimonio?
  18. ¿Hubo algún error grave, sobre la persona con quien contraía matrimonio?
  19. ¿Participaron en algún crimen?
  20. ¿Qué tipo de parentesco sanguíneo o civil tienen entre los cónyuges?
  21. ¿Quieren regularizar su situación irregular anterior, de sacramento nulo para realizarlo de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia y así poder participar de los beneficios de los otros Sacramentos?
  22. ¿Se casaron bajo amenazas graves?
  23. ¿Se casaron por el procedimiento de “por poderes”?
  24. ¿Tenían algún vínculo anterior con matrimonios ratos, aunque no consumados?
  25. ¿Utilizó alguno el matrimonio para ocultar sus signos de homosexualidad o lesbianismo? 

3 Principales mitos sobre las dificultades para obtener la nulidad matrimonial.  

Muy frecuentemente se comentan estos y más mitos, absolutamente carentes de fundamento, sobre los motivos que dificultan la obtención de la nulidad matrimonial. Principalmente los propalan las personas que se han divorciado y que por soberbia, ignorancia, beneficio propio o alejamiento de la Iglesia, no han querido, no han sabido o no han podido presentar una solicitud de nulidad matrimonial, incluso sin saber, si hubieran podido presentarla: 

  1. Es un proceso muy costoso económicamente. Los costos de todo el trámite, son los que corresponden a los gastos que la presentación de nulidad matrimonial, va a ocasionar en los tribunales de la Iglesia. Pero si las personas que lo solicitan, son de escasos recursos demostrados, pueden obtener grandes descuentos e incluso la gratuidad total, puesto que la Iglesia tiene abogados para ejercer la justicia gratuita. A parte de los costos del proceso eclesiásticos, existen los honorarios de los abogados y peritos que cada parte presente, pero esos, están fuera del alcance de la Iglesia.
  2. Es un proceso muy largo. Dependiendo de la complejidad del caso, suelen terminarse entre 12 y 18 meses.
  3. Es un proceso que solamente se lo conceden a los ricos o famosos. Son estos los que más lo publican por conveniencia propia, tanto al presentar el proceso. Es muy alto el porcentaje de aprobación, en los casos bien presentados y que tengan pruebas reales y válidas, para soportar la demanda. 

10 Comentarios adicionales sobre la nulidad matrimonial: 

  1. El matrimonio católico es un sacramento para los católicos. Por lo que es una incoherencia, que los que no viven como católicos,  pidan casarse por la Iglesia por las fotos, la celebración más bonita o por el qué dirán.
  2. El matrimonio sólo rato, es decir cuando no ha sido consumado, puede ser disuelto con justa causa.
  3. El proceso de nulidad no es buscar culpables, sino constatar hechos realmente objetivos.
  4. En la sociedad de hoy, no se fomenta el compromiso duradero para nada. La sociedad de hoy es bastante inestable en todos sus aspectos.
  5. Hay gente que se casa engañada y no hay derecho, que una persona por las mentiras u ocultamientos de otros, sea infeliz el resto de su vida.
  6. Hay que aprender a resistir al miedo de la verdad, que a veces puede nacer del temor de herir a las personas.
  7. la Iglesia quiere que se siga un procedimiento riguroso, a fin de que el juez eclesiástico pueda llegar, con certeza moral y en base a las pruebas reunidas, a una decisión fundada sobre la verdad de los hechos.
  8. Para disminuir el número de matrimonios fracasados, la Iglesia esta tratando de mejorar la formación de las personas, sobre todo de los novios, que se preparan para casarse.
  9. Un fracaso matrimonial no significa necesariamente su nulidad. La Iglesia acepta que el amor puede morir. El que suceda esto, no es ningún delito.
  10. Un matrimonio donde el amor ha muerto, no tiene por qué seguir conviviendo juntos. Si después de intentar por todos los medios: darse nuevas oportunidades, asesorarse, pedir ayuda externa, rezar, etc. y ve que su matrimonio no puede funcionar, lo mejor es que se separen. Aunque le duela mucho, la Iglesia Católica acepta la separación matrimonial si hay materia grave para ello. La pareja católica que se separe, no está faltando en nada. Los separados siguen siendo marido y mujer y por tanto, ninguno de los dos pueden volver a casarse, ni por lo civil, ni por la Iglesia, hasta que se extinga legal o eclesiásticamente el matrimonio.  

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