Archivo de marzo 2010

Tengo un hijo pequeño muy inquieto ¿Que hago con él?

ESCUELA PARA PADRES

Tengo un hijo pequeño muy inquieto ¿Que hago con él?

  • 10 Síntomas que suelen presentar los niños pequeños muy inquietos
  • 20 Sugerencias para que los padres eduquen bien a sus hijos pequeños muy inquietos.  

1,938 Palabras. Tiempo de lectura 7:00 minutos

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En los primeros años de la vida de los niños, sus continuas e ilimitadas actividades como saltar, correr, gritar, etc. forman parte del comportamiento normal de la mayoría de los niños pequeños, aunque suponen para los padres una gran preocupación y agotamiento, pero tienen que irse acostumbrando, pues deben darse cuenta, que es la forma de avanzar en la vida, queriendo tomar sus propias decisiones. 

No se trata de que los padres dejen hacer a sus hijos pequeños, todo lo quieren o que les den todo lo que les pidan, deben enseñarles a tolerar la frustración que les suponga, el no obtenerlos, a tener paciencia,  a saber cuales son los limites de convivencia, etc. 

No es un problema de, ser demasiado blandos o demasiados duros con los hijos. Los padres tienen que encontrar soluciones inteligentes y creativas, para afrontar esas situaciones naturales y lógicas, que ocurren a esas edades, pero sin etiquetar al niño en lo que pudieran creer que son defectos. Los padres no tienen que confundir los niños inquietos, con los niños maleducados,  desobedientes, excesivamente mimados, consentidos, groseros, intolerantes, etc. Tienen que tratar que sus hijos se comporten de forma educada, amable, social, etc. 

La rebeldía es consubstancial a los niños, e incluso buena. Es preferible que un niño sea algo inquieto y rebelde, a que sea blandengue, pelele o que no tenga voluntad propia, sobre todo en las etapas en las que debe de aprender a ser autónomo, a tomar decisiones, a argumentar, a distanciarse de la madre. No se debe de confundir la rebeldía, con la tiranía, aunque parecen similares, son opuestas, si la tiranía no se frena, acaba por estallar en causas peores. Las características de los niños tiranos son: Su falta de empatía, su bajo sentimiento de culpa, su falta de arrepentimiento por los actos cometidos, su insensibilidad ante el dolor que causan a sus padres, hermanos, profesores y amigos, su regocijo haciendo daño, etc. 

Los padres no deben de catalogar a sus hijos, como violentos, pero tampoco deben de minimizar el problema, aunque les cause pena y por ello les den sobreprotección y sentirse culpables. Si, tienen que poner freno a esta situación, para no ser padres inseguros. Los padres tienen que tener con los hijos mucha paciencia, dedicarle todo el tiempo posible, gran firmeza, comprensión y cariño. 

La primera obligación de los padres, es llevarles a su médico pediatra, para que dictamine si el hijo tiene alguna enfermedad o si sus actuaciones son normales a su edad o son producto de la mala educación familiar que han recibido. Algunas veces los niños muy consentidos, mal educados y sin límites de comportamientos bien definidos, tienen reacciones que parecen síntomas de enfermedades, cuando en la realidad son producto de la mala educación recibida. 

Si el medico le diagnostica Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDAH o TDA), que se caracteriza por el déficit de atención, impulsividad y/o hiperactividad excesiva o inapropiada para la edad del niño, lo que pudiera dificultar su desarrollo, los padres deberán obtener más de una opinión, pues en algunos países, al primer diagnóstico, ponen al niño en un programa de medicamentos, que normalmente le durará toda la vida, por lo que quedará estigmatizado para siempre, ante sus compañeros de escuela, familiares y resto de la sociedad. Es muy importante evitar que se etiquete al niño, como inquieto o hiperactivo, sino todo lo contrario, hay que buscar alternativas para motivarlo a mejorar y a aprovechar su capacidad. 

10 Síntomas que suelen presentar los niños muy inquietos: 

  1. Actúan como tiranos, pues parece que no sienten, ni les duelen los sentimientos de los padres, ni de los otros niños.
  2. Excesiva actividad como forma de llamar la atención, porque sienten que tiene carencia de dedicación de sus padres o maestros.
  3. Quieren ser siempre los primeros, en llegar a donde sea.
  4. Reciben más castigos que los demás, porque agotan la paciencia de sus padres, maestros o familiares.
  5. Reflejan en sus actividades la mala o escasa educación recibida de sus padres, lo que les hace menos sociables, con sus familiares y amigos.
  6. Retrasos en el habla o en el desarrollo.
  7. Se pelean con sus hermanos, familiares y amiguitos, que no entienden su forma tan efusiva de saludar, los empujones que da y los caprichos y rabietas que realiza.
  8. Son despistados, excesivamente movidos o impulsivos.
  9. Tiene mayor facilidad para sufrir accidentes en la casa, por sus acciones precipitadas e inconscientes, al golpearse con frecuencia por ir rápido y sin mirar.
  10. Tienen dificultades para regular el sueño o los hábitos de comer, vestirse y jugar.

20 Sugerencias para que los padres, eduquen bien a sus hijos pequeños muy inquietos. 

  1. Aceptar, esa inquietud, rebeldía e inconformidad infantil, pues es consubstancial a los niños y los padres tienen que aceptarla, como muestra de que se están posicionando en la vida, ya que están demostrando su aprendizaje, a ser autónomos, a tomar decisiones, a argumentar, a distanciarse de los padres, etc.
  2. Acudir a Escuelas para Padres, seminarios o cursos, donde enseñen a utilizar estrategias educativas eficaces, en el interior y el exterior de la familia y a adecuar, las expectativas a las capacidades de los niños. Y si fuera posible, conocer a otras familias que se encuentren en situaciones semejantes.
  3. Admitir que la buena, sana y equilibrada alimentación, junto al ejercicio y la actividad, es esencial para su desarrollo. Ellos están descubriendo que pueden correr, saltar, gritar y moverse cada vez más y que su cuerpo lo necesita.
  4. Aprender a controlar la conducta del niño, para lograr que hagan aquello que se supone que deben hacer. También aprender a conservar la calma, por muy tensa que sea la situación. Antes de «perder los nervios» es conveniente respirar profundamente, contar hasta 10 y, si es necesario, retirarse un momento y regresar de nuevo, para intentar solucionarlo de forma calmada.
  5. Dar más importancia al aprendizaje del control de la conducta, que a las habilidades académicas, desarrollándoles la creatividad con manualidades y canciones y fomentándoles la relación con los compañeros.
  6. Demostrar amor, firmeza, autoridad, cariño e inteligencia, en las decisiones que atañan a sus hijos, sin mostrar signos de vulnerabilidad, dejando bien claro, que el sí de los padres, es sí, y el no, es no, por mucho que lloren, griten o rabien. No importa que los niños se frustren, porque no siempre van a poder cumplir su voluntad. Los padres no tienen que ceder un ápice, ante las rabietas o los gritos. Es imprescindible que los niños aprendan desde pequeños, que no lo pueden tener todo y sobre todo, que no lo pueden tener, ya.
  7. Enseñar a los hijos, desde que son muy pequeños, primero con el ejemplo de los padres y posteriormente, con el soporte de la práctica, algunas de las virtudes y valores humanos como: Fe. Obediencia. Orden, Sinceridad, etc.
  8. Escuchar y en su caso observar a los hijos, continuamente y con detenimiento, para conocer sus inquietudes, apetencias, necesidades, preocupaciones, tristezas enfados y disgustos y así, poder preparar objetivos y estrategias conducentes a lograr educarles mejor, apoyarles y entretenerles.
  9. Explicarse bien en base a las tres “C’s” de forma clara, concisa y contundente lo que es bueno y lo que es malo para ellos, junto a las repercusiones que sus actitudes tienen para toda su familia y amigos.
  10. Incorporarles poco a poco a las pequeñas tareas de la casa, así como a tomar pequeñas decisiones relacionadas con la realización de las virtudes y valores humanos de la Fe, la obediencia, el orden y la sinceridad.
  11. Ir paso a paso, pues es mucho más razonable y menos decepcionante, proponerse pequeños objetivos o metas parciales, para ir llegando padres e hijos a objetivos más responsables.
  12. Leer, estudiar e informarse sobre las principales características de los hijos, a las diferentes edades, para ser realista y no exigirles actuaciones y comportamientos, que estén fuera de sus capacidades, pero tampoco permitirles que hagan cosas, como si fueran más pequeños, es decir, pretender que hagan las cosas de acuerdo a sus edades y conocimientos.
  13. No aceptar bajo ningún concepto, demostraciones de tiranía por parte del hijo, aunque parezcan que son rebeldías. Los niños tiranos, además de que tienen falta de empatía con los otros niños, son los que se regocijan, haciendo daño a sus padres, hermanos, profesores y amigos. No muestran arrepentimiento por los actos cometidos, tienen bajo sentimiento de culpa y se muestran insensibles al dolor que causan. El problema es que, si esa tiranía no se frena, acaba por estallar en causas peores.
  14. No catalogar a los hijos, como violentos, pero tampoco deben de minimizar el problema, aunque les cause pena y por ello les den sobreprotección.
  15. Ocuparse mucho de la educación de sus hijos, además de preocuparse, pero utilizando las mejores armas educativas que existan, que suelen ser las que a los padres les hacen fuerte e invulnerables ante determinadas peticiones de los hijos.
  16. Poner énfasis en las cosas buenas que hacen los hijos para premiarles, sin olvidar las cosas que no hacen bien, para corregirles.
  17. Preocuparse y ocuparse de educar bien a sus hijos, dándoles mucho cariño, demostrándoles mucha paciencia, firmeza, comprensión y sobre todo, dedicarles mucho tiempo y éste de la mejor calidad posible.
  18. Procurar que en la familia los padres den un buen ejemplo, generando un gran ambiente de convivencia y tranquilidad, responsabilidad, orden, normas claras de actuación, recompensas, castigos, obediencia, etc., ayudando a los hijos, para que se integren en las actividades con el resto de la familia, compañeros de escuela y amistades.
  19. Reconocer que los niños muy inquietos y traviesos, no tienen porque ser siempre consecuencia de una educación incorrecta, por parte de los padres. Están en la edad de pedir que se les preste atención y como no saben hablar bien, se expresan con gestos, gritos, saltos, etc. que los padres deben asumir como parte de su crecimiento e incorporación, a las actividades que le corresponden por su edad.
  20. Ser flexibles en los límites que se pongan a los hijos, evitando que hagan lo que quieran hacer, aunque no les convenga. Para informarse bien y estar al día, hay muy buena literatura en el Internet y en las bibliotecas públicas, sobre consejos y estrategias, para ayudar a solucionar éstas y otras cuestiones en las diferentes edades. 

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La virtud de administrar el tiempo en la familia

 

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 La virtud de administrar el tiempo en la familia 

  • Las 17 mejores formas de emplear el tiempo
  • Los 10 errores más comunes que nos impiden administrar bien el tiempo
  • 30 Sentencias relacionadas con aprovechar bien el tiempo 

2,483 Palabras. Tiempo de lectura 9:00 minutos 

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El tiempo es una de las pocas cosas que nos iguala a todos. Es limitado y no recuperable. Todos disponemos de 24 horas diarias, nadie puede tener ni más, ni menos tiempo, por mucho que quiera añadir o quitar. Ni los ricos tienen más horas, ni los pobres tienen menos. Pero cada persona lo administra de forma diferente. Si se organiza bien y no lo desperdicia, le podrá sacar más provecho y le cundirá más. 

Los padres tienen que tener la disciplina, de poner un orden de preferencia o importancia a cada una de las cosas que tienen que hacer, para así dar ejemplo a los hijos. No hacer primero las cosas que menos les cuestan, sino las que se necesitan hacer primero, aunque sean las más costosas o menos agradables. Teniendo el sano egoísmo propio, para saber valorar lo importante y lo superfluo, lo que puede esperar y lo que no puede esperar. 

Para aprovechar mejor el tiempo, hay que preparar unos objetivos bien claros, diseñar un proceso de aprovechamiento y control, establecer prioridades y saber delegar, pues esto es un acto que indica una buena utilización de la inteligencia, de la energía y del tiempo disponible, para realizar el trabajo pendiente o las acciones que haya que hacer. Los padres tienen que hacer las funciones de la casa, eligiendo entre ellos quien mejor las pueda hacer, así les ocuparán menos tiempo en hacerlas y podrán hacer mientras tanto, otras cosas necesarias. 

El tiempo es oro, pero hay que saber administrarlo, para encontrar su verdadero valor, el cual casi siempre se puede expresar económicamente. Pero hay que ir a comprarlo a otra persona, que esté dispuesta a vender el suyo, para que haga lo que algunos no saben, no pueden o no quieren hacer. 

Es muy  difícil comprar el tiempo, que los padres deben dedicar a la educación de los hijos, por lo que tienen que ser muy exigentes en esa compra, precisamente cuando se trata de los maestros, tutores, educadores, etc., pues están apostando por el futuro de sus hijos, ya que muy pocas personas u organizaciones, pueden educar mejor que los padres, en las virtudes y valores humanos. 

Los padres tienen que dedicar a la familia el máximo y mejor tiempo posible, pues además de que se lo merecen, es su obligación dárselo y es el mejor regalo que pueden recibir. No pueden esperar a que se lo den, cuando los padres quieren o si quiere. Dios perdona, las personas perdonan, pero el tiempo no perdona, ni se puede regresar. El mundo está muy necesitado de que los padres entreguen su tiempo a las familias. Si lo hicieran masivamente, se evitaría que la soledad y la falta de transmisión de conocimientos, fueran dos de las carencias mayores de hoy en día. Cómo se nota en el buen comportamiento de los hijos, en la familia, escuela, iglesia y sociedad, cuando a éstos les han dedicado sus padres, tiempo en cantidad y calidad. Si los padres no tienen tiempo para hacer las cosas que deben que hacer por sus hijos, otros llegarán y se las harán, pero es muy posible que caigan en las redes de las gangas, narcotraficantes, golfos y similares, también llamadas familias alternativas, que ofrecen sustituir malévolamente el cariño y la atención, que los padres han negado a sus hijos porque no tenían tiempo. 

Es totalmente necesario practicar las virtudes y valores humanos siguientes, para que el tiempo cunda y poder aprovecharlo bien: Aprovechar. Autodisciplina. Diligencia. Disciplina. Constancia. Diligencia Esfuerzo. Habito. Fortaleza. Lucha, Laboriosidad. Orden. Pensar. Responsabilidad. Sacrificio. Voluntad, etc. Si estas virtudes y valores humanos, no se tienen bien arraigadas y diariamente practicadas, no se puede administra bien el tiempo, debido a que llega los vicios que impiden hacerlo, como: La comodidad, la desidia, la holgazanería, la indolencia, la ociosidad, la pereza, la vagancia, etc. 

La práctica de estas virtudes y valores humanos, hasta que se conviertan en hábitos, enseñará a los padres y a los hijos a hacer las programaciones del tiempo, utilizando plazos cortos, para poder cumplirlos y analizar con más facilidad los errores o equivocaciones. Y sobre todo, para poder equilibrar el perfeccionismo, con la realidad del tiempo y de la calidad conveniente, y así no caer en el concepto de posponer todo para otra ocasión. A veces todo se pospone por costumbre, al dar la vuelta al refrán “No hagas hoy lo que puedas hacer mañana”. Postergar las obligaciones o los objetivos previstos, suele ser por: Hábitos adquiridos, eludir responsabilidades, aplazar la búsqueda de soluciones a los problemas, inseguridad o temor a lo desconocido, evitar situaciones desagradables, etc. 

Por mucho que el día tuviera veinticinco o más horas, si no estuvieran muy bien organizadas, tampoco podrían cumplirse los objetivos deseados. Por lo tanto, eso tampoco sería la solución, para cumplir con todo lo que se quiere, se debe y se necesita hacer. El gran secreto a voces para distribuir bien el tiempo y cumplir las obligaciones y los objetivos, es que tienen que ser claros y realistas, bien programados, planificados y acompañados de las correspondientes estrategias y herramientas para conseguirlos, pues es la única manera de hacer que el tiempo esté bajo control, para que no sea él, quien nos produzca estrés, frustración, bloqueo de pensamientos, dificultades de sueño o sensación de que la falta de tiempo, domina la vida de las personas. 

La clave para ganar tiempo, es descubrir qué es, lo que nos hace perderlo. Hay que apuntar las cosas que hacen que nos retrasemos en el tiempo, para proponernos eliminarlas. Es muy bueno encontrar “excusas positivas” (precisamente porque me cuesta, voy a hacerlo) para mejorar la forma de administrar mejor el tiempo. Hay que “hacer ayunos de tiempo”, es decir consumirlo muy poco en cosas baladíes y dejarlo para emplearlo en cosas importantes. El tiempo pasado, nos habla muy claramente de lo que no hicimos y pudimos y debimos haber hecho. Esto nos tiene que servir, para programar el futuro consumo del tiempo. 

Los padres deben explicar muy claramente a sus hijos, que una de las primeras cosas que les van a preguntar en las selecciones de trabajo, entrada en la universidad, noviazgos, etc. es qué han empleado su tiempo libre. Si la respuesta es que su tiempo libre, lo han dedicado a estar delante de las pantallas electrónicas, como televisión, Internet, video juegos, chats, etc. tendrán muy pocas posibilidades de ser aceptados. 

El tiempo se escapa de nuestras vidas, como la arena de entre los dedos. No sirve de nada lamentarse, si no se toman las soluciones adecuadas. Vivir siempre con la angustia y sensación de que podríamos aprovechar más y mejor el tiempo, nos hace sentir culpables de nuestra desorganización. Algunos padres tienen tanto desorden en la administración del tiempo, que les origina una percepción, de estar siempre demasiados ocupados y no tener la capacidad de organizar su propio tiempo, ni de ayudar a organizar el de sus hijos. En estas situaciones deben parar, reflexionar y actuar con buen criterio sobre las cosas que deben, quieren y tienen que hacer y así evitarán, todas las trampas que la sociedad moderna tiende a las personas que debido a su mala organización, siempre creen que andan escasas de tiempo. 

Organizar el tiempo en función de nuestras prioridades y lógicamente, las de la familia. Primero hay que hacer lo primero que haya que hacer, aunque cueste empezar a hacerlo. Tenemos una cierta tendencia, a ir dejando las cosas para otra ocasión, lo que muchas veces es solamente miedo a enfrentarnos, a lo que no nos gusta hacer, por lo que preferimos engañarnos, dejándolo para otra ocasión. Para administrar bien el tiempo es indispensable, primero saber que es lo que se quiere, después preparar un detallado plan para conseguirlo y posteriormente, tener un control de lo realizado y de lo que queda por realizar, teniendo en cuenta las energías disponibles, los imprevistos y las situaciones extrañas incontrolables. 

Las 17 mejores formas de emplear el tiempo: 

  1. Amando a toda la familia y a la sociedad, devolviéndoles con creces, todo lo que se merecen o recibimos de ella.
  2. Ayudando a los demás, empezando con la familia, la escuela, la iglesia y la sociedad.
  3. Dialogando con las personas que lo necesitan, principalmente los que no tienen con quien hacerlo, para escucharles y hacer o fomentar las amistades.
  4. Buscándolo y extrayéndolo continuamente dónde, cómo y cuándo podamos, con un plan bien preparado, para cumplir los objetivos propuestos.
  5. Contemplando la creación en todas sus facetas, de animales, flores, mares, montañas, etc.
  6. Divirtiéndose sanamente como formula de descanso, relajamiento y aprendizaje.
  7. Encontrando espacios para atender las obligaciones familiares, escolares, religiosas y sociales.
  8. Esforzándose en hacer actos heroicos, si fueran necesarios, en beneficio de la familia y de la sociedad.
  9. Evaluando lo que se está haciendo y tomando las decisiones que sean necesarias, para mejorar lo bueno que se debe potenciar y lo malo que se debe corregir, para evitar perder o matar el tiempo.
  10. Leyendo y escribiendo para aprender de los demás, descansar y transmitir los propios conocimientos, a quienes los necesiten.
  11. Meditando para poder llegar a las profundidades del alma, de la mente y del entendimiento.
  12. Observando la vida y así poder actuar en consecuencia, imitando lo positivo y evitando los defectos.
  13. Ordenando la vida en función de las obligaciones contraídas, las necesidades y los proyectos u objetivos futuros de la familia.
  14. Organizándose para poder sacar el mejor provecho al tiempo disponible y podérselo dedicar a la familia.
  15. Reflexionando sobre el tiempo perdido, sin haber hecho nada o cosas de muy poco provecho, para encontrar soluciones que lleven a no volver a hacerlo en el futuro.
  16. Rezando para ponerse en contacto con Dios, agradecerle todo lo que nos da, ofrecerle lo que tenemos y pedirle ayuda para nosotros y para nuestra familia, amigos o conocidos.
  17. Trabajando bien para mantener las obligaciones adquiridas, dar buen ejemplo y poder ayudar a los demás. 

Los 10 errores más comunes que nos impiden administrar bien el tiempo: 

  1. Creer que no se tiene tiempo para hacer las cosas necesarias, pensando que se está muy ocupado. Las cosas más importantes de la sociedad, las hacen personas que aparentemente no tienen tiempo, pero si, una gran voluntad de hacerlas y mucha organización.
  2. Dejar para mañana lo que se debe y puede hacer hoy. Al día siguiente tendrá el doble de obligaciones, más los imprevistos sumados, ya que ellos son lo más previsible que existe.
  3. Echarse la culpa de no educar bien a los hijos por tener falta de tiempo, al tener la sensación de incapacidad, para organizar bien las cosas familiares.
  4. El desorden y la no planificación, impiden optimizar el rendimiento y es imposible cumplir los objetivos propuestos.
  5. Hacer cosas innecesarias, para aparentar que está ocupado y evitar que la sociedad piense que no trabaja.
  6. La falta de reflexión sobre lo que hay que hacer, lo que no hay que hacer y las posibilidades de hacerlo o no hacerlo, es lo que lleva a asumir compromisos imposibles de cumplir, en plazo y calidad.
  7. La prisa. La rapidez, que puede ser una virtud, cuando se convierte en prisa, crea más problemas que soluciones. Vísteme despacio, que tengo mucha prisa.
  8. No dejar tiempo para uno mismo, para las cosas personales, para estar feliz, para la vida interior, para el descanso, para las diversiones, para la formación profesional, para estar junto a las personas queridas, etc.
  9. No ser realista y querer, hacer todo lo que le proponen o le parece conveniente, sin tener en cuentas su capacidad, medios disponibles, obligaciones adquiridas en los objetivos propuestos y situaciones externas.
  10. No tener en cuenta las limitaciones del tiempo físico, que el reloj va marcando inexorablemente. 

30 Sentencias relacionadas con aprovechar bien el tiempo: 

  1. Administrar el tiempo, es ahorrar tiempo.
  2. Afortunado el hombre que tiene tiempo para esperar.
  3. Conoce el verdadero valor del tiempo, disfrutándolo cada momento.
  4. Cuatro cosas hay que nunca vuelven más: El tiempo pasado, una bala disparada, una palabra dicha y una ocasión desaprovechada.
  5. Dios, cuando hizo el tiempo, lo hizo de sobra para todos.
  6. El día es excesivamente largo, para quien no lo sabe apreciar y emplear.
  7. El mejor legado de un padre a sus hijos, es darle cada día un poco de su tiempo.
  8. El que tiene talento aprovecha el tiempo, los ignorantes sólo piensa en pasarlo.
  9. El tiempo es como un circo; siempre está llegando y marchándose.
  10. El tiempo es el gran maestro, que arregla muchas cosas.
  11. El tiempo es más valioso que el dinero, porque es insustituible.
  12. Es absurdo gastar más tiempo en hablar de los problemas, que en afrontarlos.
  13. Hay que dar tiempo, al tiempo.
  14. La bondad es una tarea de tiempo completo.
  15. La única función del tiempo, es consumirse.
  16. Lo único que realmente nos pertenece es el tiempo, incluso los que no tienen otra cosa.
  17. Los que emplean mal su tiempo, son los primeros en quejarse de su brevedad.
  18. Malgastar el tiempo, es perder parte de la vida.
  19. No debemos lamentar nunca, el tiempo que hemos empleado en proceder bien.
  20. No dejes para mañana, lo que puedes hacer hoy.
  21. No hay recuerdo que el tiempo no borre, ni pena que la muerte no acabe.
  22. No malgastes el tiempo, pues no tiene repuesto.
  23. No tengas miedo de hacer algo bueno, que cueste mucho tiempo. El tiempo pasará pero lo bueno quedará.
  24. Nunca encontrarás tiempo para hacer las cosas, hay que crearlo.
  25. Por mucho madrugar, no amanece más temprano.
  26. Quien desperdicia el tiempo, es un ladrón que lo roba a su vida.
  27. Se dice que el tiempo es un gran maestro; lo malo es que va matando a sus discípulos.
  28. Si malgastas tu tiempo, el tiempo te pasará la cuenta.
  29. Sólo le falta el tiempo, a quien no sabe aprovecharlo.
  30. Suceda lo que suceda, bueno o malo, el tiempo pasa. 

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La imprescindible participación de los padres en la escuela

ESCUELA PARA PADRES 

5. La imprescindible participación de los padres en la escuela 

2594 Palabras. Tiempo de lectura 9:30 minutos 

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Los padres quieren, indudablemente, lo mejor para sus hijos. Pero lo mejor, nadie se lo va a regalar, tienen que luchar para conseguirlo, y nada más efectivo que participando en las actividades de las escuelas, iglesias y sociedad (organizaciones políticas, cívicas y sociales). Todo ello soportado por la unidad, interna y externa de las familias, pues la unión hace la fuerza. Lo opuesto es, divide y vencerás. 

En todas las escuela hay unas asociaciones voluntarias, (PTA en inglés) que forman un triangulo entre padres, maestros y alumnos. Normalmente se reúnen mensualmente para explicar lo que está sucediendo, las previsiones esperadas y para oír las opiniones y sugerencias de todos los asistentes. Estas reuniones son una de las pocas herramientas puestas a disposición de los padres que puedan preparar buenos objetivos escolares y encontrar la forma de irles haciendo el seguimiento. 

Es fundamental la participación en esas reuniones de las familias, los maestros y del personal docente. Hay muy pocas disculpas para no asistir a estas reuniones voluntarias, aunque se argumente el excesivo trabajo, los malos horarios, la incomprensión del idioma, la creencia de que si habla, le cogerán manía a sus hijos, etc. son argumentos, que aunque en algunos casos sean válidos, la mayoría de las veces son disculpas. 

En la mayoría de los colegios privados, es obligatorio para los padres asistir a todas las reuniones o actividades programadas por el colegio. La falta de asistencia conlleva una multa económica. Los padres que no estén conformes con la participación con el colegio, tienen la opción de sacar a sus hijos del colegio, según lo que firmaron el día que matricularon a los hijos. 

¿Por qué en los colegios privados es obligatoria, la partición de los padres con los profesores y en las escuelas, es voluntaria y el número de asistentes es mínimo? Los resultados se ven cuando los alumnos de los colegios pasan el 90% a la universidad y en las escuelas solamente pasan el 10%. Algo habrá relacionado entre la participación de los padres en las escuelas, y los resultados académicos y formativos de los hijos. 

Las asociaciones o PTA, históricamente están muy bien establecidas y casi siempre tienen unas normas de funcionamiento, que recogen todos los aspectos que pueden ocurrir: Cómodos horarios para que los padres puedan asistir, interpretes de varios idiomas, preparación de los temas a tratar, realización de las actas, que posteriormente son pasadas a los organismos competentes, etc. Si en determinadas escuelas no estuvieran funcionando, como los padres creen que deben funcionar, los padres tienen muchas soluciones para buscar y encontrar la comunicación con los maestros y personal escolar. 

Los padres deben asistir a estas asociaciones, para construir y no para destruir, nunca para luchar unos contra otros, allí no hay ellos y nosotros. Ambas partes están metidas en un mismo barco y todos, tienen  que remar fuertemente en la misma dirección, para poder llevar a buen puerto ese barco, que son los hijos. Se trata de hacer un esfuerzo común, en beneficio de los alumnos, que también es el objetivo de los profesores.  Son para mejorar las relaciones y vivir en armonía, como mínimo durante los años que dura la escolarización de los hijos. Son también para exponer las críticas o felicitaciones, sobre las actuaciones de los profesores, padres y alumnos. 

Los profesores observan y miden en la asistencia y participación de los padres, el interés que tienen estos por la educación de sus hijos. Cuantos más padres y más intensamente participen en estas asociaciones, mejor mensaje estarán mandado a los maestros, de su fuerza como padres de alumnos. Los maestros y sus directores sabrán, para lo bueno y para lo malo, que allí hay un grupo, que sigue de cerca lo que pasa con la educación de sus hijos y que les aplaudirán o denunciaran, según su comportamiento. 

Si los maestros ven desidia en la participación de los padres, entenderán que el trabajo que ellos hacen, no va a ser apreciado, ni por los padres, ni por los alumnos. Hay asociaciones donde a las reuniones asisten la mayoría de los padres, dándose a respetar con esa actitud, y por lo tanto, también los maestros les respetan enormemente a ellos y consideran seriamente las sugerencias, críticas y halagos que les presentan. No deberían ser reuniones donde siempre van los mismos, los cuales posteriormente, casi nunca se ven arropados por los ausentes. Los padres cómodos y despreocupados, dejan a los asistentes frente a los embates de los que están bien pertrechados, en sus decisiones inamovibles. 

Estas reuniones son para que los responsables de las escuelas, respondan a las demandas de los padres de familia. No son solamente para que vayan los padres, hablen y después echen en saco roto lo que se ha hablado, Tienen que ser un medio de comunicación horizontal. Todos tienen que saber los temas que más interesan, tanto a la escuela, como a los padres de familia. Pero sin participación no puede haber diálogo y mucho menos soluciones. Estas reuniones son unas herramientas o foros abiertos, para promover la participación de los padres con las escuelas. Son para saber lo que ambas partes están haciendo bien y lo que están haciendo mal, para en su caso, corregir lo que sea modificable y para presentar iniciativas, desde ambos lados de la mesa. No son para que solamente degeneren en peticiones, tienen que ponerse encima de la mesa también las soluciones. La escuela con la participación de los padres debería incorporar a su gestión, las propuestas aprobadas en las reuniones. La participación tiene que estar soportada, con las opiniones de todas las partes implicadas, cuya plataforma de preparación, pueden ser los medios electrónicos, en cualquiera de sus distintas modalidades. 

En algunas escuelas la asistencia y participación es prácticamente nula, lo que le manda un mensaje a los maestros y directores, de que los padres no están interesados en la educación de sus hijos. No lleva a ningún sitio, el que los padres digan: Que eduquen y enseñen a nuestros hijos los maestros, que para eso les pagamos con nuestros impuestos. Los padres tienen que balancear entre sacrificarse por sus hijos, participando en las reuniones y actividades de la escuela, para mejorar su educación, o la gratificación personal que les puede suponer estar al margen de esas actividades, mientras se dedican a divertirse o ser sujetos pasivos, en la educación de sus hijos. 

En el caso de que la escuela no ofreciera facilidades y colaboración razonable, para que la asociación PTA funcione bien, los padres tienen la irrenunciable obligación de tomar, como mínimo, las siguientes medidas sociales y legales, que consideren convenientes, en defensa de los intereses de sus hijos: 

  1. Asistir masiva y puntualmente a todas las reuniones, llevando una lista de los padres y maestros presentes, para conseguir convencer personalmente, por teléfono o Internet a los que no asisten, instándoles o presionándoles para que asistan.
  2. Si fueran necesarios, solicitar oficialmente la petición de intérpretes.
  3. Levantar actas ofíciales o privadas, sobre todos los temas tratados, los presentados y los que han quedado pendientes, incluyendo los resultados sobre los temas acordados en reuniones anteriores, para hacerlas circular entre todos los padres, asistentes o no.
  4. Previamente a las reuniones, preparar muy claramente todos los temas de la reunión y comunicarlos a todos los padres, por teléfono, Internet, reuniéndose en casa de alguien o en un café.
  5. El poder de convocatoria del Internet es increíble, pues ofrece resultados espectaculares. El placer de reunirse con otros padres tomando un café, ayuda a fomentar la amistad entre los padres y entre los hijos.
  6. Determinará los problemas o situaciones comunes, a todos los de la escuela, y las específicas de cada grupo de hijos, según sus edades. Incluso separando las que puedan ocurrir desde la casa a la escuela o viceversa, tanto en el autobús, como en la seguridad vial, o con la seguridad física originada por las pandillas, etc.
  7. Buscar entre los padres a alguien, con dotes de liderazgo y conocimientos, para mandar correos electrónicos, llamadas de teléfono, hacer un blog o página Web específica sobre los asuntos de la escuela. Muchos colegios lo tienen patrocinado por la PTA y así toman ventaja de la participación, unión y conocimiento de los padres de los alumnos. 

La participación y unión de los padres hace su fuerza. Cuando los maestros y directores, ven un grupo de padres muy unido y periódicamente reunido, se produce una gran diferencia en las relaciones. Incluso los padres se sienten orgullosos, de lo que van consiguiendo, lo que les da fuerzas para proponer nuevas iniciativas, siempre en beneficio de la mejor educación de los hijos. 

La participación y unión de los padres en las actividades extraescolares, es también fundamental, para que los hijos se sientan apreciados y es una de las formas, para mejorar la calidad de vida de las familias. Esta unión puede reflejarse en la formación de Club’s asociaciones o grupos de padres, en función de las cosas que tengan en común, o intereses específicos, por ejemplo: Hijos en el mismo grado escolar o que realizan los mismos deportes, o que quieren salir de excursiones, países de origen, costumbres parecidas, los amantes de la cocina, para intercambiarse recetas y aprender a alimentarse mejor y más sanamente, los que van después de la escuela al catecismo, los que quieren cambiar de escuela o tienen que cambiarla, etc. etc. Estos club’s pueden ser un complemento, de la participación en las actividades escolares y con la asociación PTA de la escuela. Las madres que normalmente son las que cuidan y se preocupan más de la educación escolar de los hijos, tienen aquí una verdadera oportunidad para demostrar su liderazgo e intentar conseguir lo mejor para ellos. 

La participación conlleva integración, compartir y estar unidos en las actividades y conceptos comunes que tengan las familias. Nadie puede callar, desatender o abstenerse de asumir como propio, los problemas que tenga el prójimo, (palabra que proviene del más próximo) principalmente los de los padres de los otros niños, que van a la misma escuela. 

Salvo excepciones, las escuelas no son, ni muy buenas ni muy malas, son el resultado de lo que los padres hacen o no hacen en ellas. Si los padres no participan, colaboran y cooperan con los maestros y directores, donde les hayan solicitado ayuda o los padres la hayan propuesto, nunca obtendrá los hijos los beneficios que de una escuela pueden obtener, cuando está bien participada por los padres. Nadie puede echar la culpa a los maestros y directores, si los padres no participan con las acciones les corresponden realizar, principalmente la de la educación de sus hijos. Los hijos tienen que llegar a la escuela bien educados por sus padres en las virtudes y valores humanos. Entonces los problemas escolares quedarían prácticamente eliminados. 

Hay muchos padres de la generación NiNi. Ni participan, Ni se unen, Ni están conformes con lo que sucede, Ni hacen nada para evitarlo, solamente saben quejarse. Incluso algunos ni se quejan, aceptan todos los males que les ocurren, sin pensar que este sentimiento de no hacer nada, para salir adelantare, se lo están transmitiendo a sus hijos. Leer Tengo un hijo de la generación NiNi. Ni estudia, Ni trabaja ¿Qué hago con él? 

Los padres deben saber que levantar los resultados de algunas escuelas, es tarea casi imposible, principalmente en las que existe escasa participación de los padres, en las actividades escolares, segmentos de población plagados de pobreza, rotación continua de maestros, alta criminalidad, tráfico de drogas, inmoralidad entre los jóvenes, etc. Pero ahí siguen muchos padres, generación tras generación, sin hacer nada, esperando a que alguien les solucione los problemas, aun a sabiendas de que nadie, se los va a solucionar. Son ellos los que tienen que participar y unirse, para tener más fuerza Lo que no hagan ellos, nadie lo va a hacer por ellos. 

Determinados segmentos socioeconómicos, se reúnen en club’s de golf para hablar de sus negocios, familia y políticos, divertirse, participar en la vida ciudadana y crear opinión. Pero otros segmentos no tienen esas costumbres y posibilidades de reunirse en ningún lugar, por lo que andan sueltos y con opiniones individualizadas. Ya es hora de imitar algunas buenas costumbres de los triunfadores. La palabra club de golf puede ser sustituida, por el concepto de reunión en una sala de la biblioteca pública, en la parroquia, en la escuela, en un domicilio particular, en un café, etc. El caso es participar y estar unidos. 

Nada más se unen como prueba de solidaridad y hermandad, cuando la desgracia ya ha llegado. Se reúnen para protestar cuando la carretera o la fábrica tóxica, ya la han instalado en su zona, pero no se unieron cuando se enteraron del periodo previo de alegaciones. En las escuelas pasa lo mismo “Tapan el pozo después de que el niño se ha ahogado”. De casi nada sirve que los distritos escolares, les den a las escuelas hasta cinco oportunidades, para mejorar sus resultados, si los padres y por lo tanto los alumnos, no cambian y prefieren continuar como están, cayendo por la cuesta abajo del fracaso. Serán cinco oportunidades, equivalentes a cinco o diez años, pero mientras tanto, esas generaciones de alumnos, sufrirán en sus vidas el fracaso de la escuela. Estas la volverán a abrir, hasta es posible con otro nombre y otros funcionarios, pero los alumnos ya han perdido a corto y largo plazo o para siempre, la oportunidad de educarse. Y los padres tranquilos en sus casas. 

También hay muchos padres de la generación Nimby (Not in my backyard), en castellano «Si, pero aquí no», eslogan que con tanta fuerza sacan a relucir, en determinadas ocasiones como arma socio mediática. Este arma de la participación y unidad colectiva, la tienen que esgrimir los padres de familia, cuando sienten que pueden ser sometidos a graves injusticias innegociables para ellos. Cuando contemplan como algunas escuelas, van degradándose en calidad y en resultados, sabiendo que los más perjudicados son los alumnos, pues los profesores, en caso de hundimiento del barco, siempre tienen la lancha salvavidas de irse a otra escuela, a seguir contaminando a esos u otros alumnos. No tienen que tomar medidas drásticas de participación, solamente cuando anuncian que en su zona van a poner: Autopistas, cárceles, industrias nucleares,  centros de drogadictos, club’s nocturnos, etc.  que originan controversia social, debate y disputa. 

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La importancia de las finanzas en la familia

ESCUELA PARA PADRES 

La importancia de las finanzas en la familia 

1,173 Palabras. Tiempo de lectura 4:20 minutos 

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La vida en la familia tiene que estar presidida, entre otras cosas, por la práctica de las virtudes y valores humanos de los padres, para que su ejemplo refuerce las enseñanzas a los hijos. Virtudes y valores humanos que deben quedar reflejadas en los ingresos, gastos, ahorros y objetivos financieros que tenga la familia. Estos tienen que ser irremediablemente muy claros y realistas, teniendo que estar debidamente plasmados por escrito en un plan para conseguirlos, que puede denominarse “Plan 125” es decir a 1, 2 y 5 años vista, e irlo controlando y adecuando mensual o anualmente, para en su caso modificar también las metas u objetivos previstos. 

Presupuesto de ingresos, fijos y variables, previsibles en el tiempo y en las circunstancias. La posibilidad de tener otros ingresos adicionales, o de mejorar los actuales estará en función de: 

  • Poder trabajar los dos cónyuges a tiempos totales o parciales, sin olvidar el tiempo necesario para la educación de los hijos, su propia formación profesional y el equilibrio entre ingresos y calidad de vida.
  • Trabajar más horas uno o los dos cónyuges,
  • Trabajar desde la casa para ahorrar los costos de transporte y comidas fuera de la casa.
  • Formación de un negocio trabajado desde la casa a tiempo total o parcial, en función de los conocimientos y plan de vida previsto.  

La mejor manera de aumentar los ingresos, para poder cumplir los objetivos previstos, es asumiendo el costo económico y el sacrificio dedicado a obtener una mayor formación académica, realizando un programa de educación continua o certificaciones, para conseguir trabajos mejor retribuidos en uno o en los dos cónyuges. Ver artículo: El reciclaje de la profesión de los padres y su educación continua o en su caso, tomando riesgos financieros, si es que se pueden tomar, al pasar de ser trabajador por cuenta ajena, a ser empresario. Es una decisión que requiere el profundo análisis de las características de cada persona, en relación con sus posibilidades, cualidades, reservas económicas, capacidad de endeudamiento, situación de la economía, lugar donde se vive, y sobre todo, de la viabilidad del proyecto. etc. 

Tipos de gastos a considerar, calculados en cada fecha prevista y balanceados, con los ingresos y sus fechas para tomar las consiguientes decisiones. 

  • Gastos fijos o variables obligatorios (Las deudas en tarjetas de crédito o de hipotecas de interés variable, es un concepto prioritario en muchos casos)
  • Gastos fijos imprescindibles
  • Gastos variables opcionales
  • Gastos extraordinarios opcionales (Compra de libros, aparatos que mejoren la capacidad educativa de los hijos)
  • Gastos extraordinarios imprevistos (Hacer un remanente para casos de enfermedades, accidentes, aumento de estudios, etc.) 

Lo ideal es que solamente haya una cuenta bancaria, donde queden reflejados todos los gastos e ingresos, desechando esa mala costumbre de algunos cónyuges, de tener cuentas bancarias, ingresos y gastos separados, haciéndose cada uno responsable de administrarlos. Los bancos facilitan resúmenes de cuentas mensuales, con el desglose de todos los gastos realizados, lo que ayuda muchísimo a compararlos con los presupuestos. 

La política sobre la inversión de los ahorros familiares, debe consultarse con los expertos, pues haya muchos conceptos a tener en cuenta, que algunas veces marcan las prioridades. Ejemplo: Disminución de impuestos con el pago de intereses hipotecarios, prepararse para la jubilación, beneficiarse de los incentivos que ofrecen las empresas con los planes de ahorros 401 (k) para la jubilación, 589 para los estudios universitarios de los hijos, opción de compra de acciones, preparar para los estudios de los hijos, disponibilidad inmediata para emergencias, riesgos asumidos, rentabilidad, seguridad, etc. 

Las tarjetas de crédito, solamente se deberían utilizar para casos de emergencia y siempre de común acuerdo entre los cónyuges, para evitar el consumismo que acarrea tantos males. Previamente a utilizar la tarjeta de crédito, tiene que haber un plan sobre la forma de pagar lo gastado. Los gastos, preferentemente, deberían ser hechos por medio de tarjetas de débito, para no poder pasarse de los límites que cada uno se impone. 

Gastar menos, debería ser una prioridad familiar, cuando la diferencia entre los ingresos, gastos y ahorros previsibles en las fechas indicadas, no permite seguir llevando el modelo de vida que utiliza la familia, o no se pueden cumplir los objetivos familiares previstos. Todas las acciones que la familia vaya a tomar, tendrán que ser pasadas por la criba de ese presupuesto de ingresos, gastos y ahorros mencionados, para adecuar sus acciones de forma que converjan en los fines propuestos. Ya se han terminado las épocas donde se gastaba según se quería, sin ningún miramiento y la diferencia, se ponía en la tarjeta de crédito, esperando a que algún día pudiera pagarse. Ahora todos quieren que esta crisis pase cuanto antes, para volver a lo de antes, a los felices tiempos de los gastos descontrolados. No para actuar de acuerdo con lo aprendido, de los derroches realizados. 

Virtudes y valores humanos, que los padres deberán practicar e inculcar a sus hijos, para conseguir los objetivos propuestos: Abnegación. Aceptación Arrepentimiento. Austeridad. Autodisciplina Disciplina. Coherencia. Colaboración. Compromiso. Constancia Control. Cooperación Desprendimiento Disposición. Ejemplo. Esfuerzo Familia. Fortaleza. Generosidad Habito Humildad. Moderación Mortificación. Orden. Paciencia. Prevención. Responsabilidad. Sacrificio. Sencillez. Templanza. Trabajo, etc. La práctica de estas virtudes y valores humanos, serán una buena herramienta, para romper las malsanas costumbres o perniciosos hábitos, que impiden a las familias alcanzar los objetivos previstos. 

Los cónyuges con los hijos forman una unidad, que deben estar completamente al corriente, según sus edades, de todas las decisiones que se vayan a realizar. Cada uno debe hacer lo que mejor sepa, en beneficio de la familia y tiene que asumir, la responsabilidad que voluntaria u obligatoriamente le corresponda. Entre todos tiene que darse soporte, para poder llevar a efecto lo que hayan acordado, que aunque en un principio alguien disienta, después de que han llegado a un acuerdo, todos tienen que luchar en equipo para conseguirlo, olvidándose de esas frases que tanto perjudican, como la de “Ya lo decía yo y no me hicisteis caso” 

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Los objetivos de esta escuela virtual son: Educar a los padres para que con su ejemplo y conocimientos de las virtudes y valores humanos puedan educar a sus hijos. Enseñar como educar a los hijos. Que los padres aprendan a vivir un armonioso, fecundo y largo matrimonio. Tender un puente entre la educación familiar y la Fe.

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