Archivo de marzo 2008

Carácter, madurez y autonomía. Como enseñar a los hijos estos valores humanos

  ESCUELA PARA PADRES 

  • Carácter. La rebeldía, la desobediencia sistemática a la oposición a las normas disciplinarias y actitudes desafiantes, son exigencias naturales para lograr la independencia de los jóvenes. Todas esas fuerzas, perfectamente encauzadas y orientadas, darán como resultado una conducta madura y la formación de un buen carácter.
  • Madurez. Es la aceptación de uno mismo y de la propia circunstancia, en la que le ha tocado vivir. La tarea de los padres, será poner todos los medios, para que el niño inmaduro, aprenda a valerse por si mismo, para superar sus dificultades.
  • Autonomía. Los hijos son aconsejados, ayudados, dirigidos y sustentados por sus padres, hasta que logran la independencia mental, que suele coincidir con la mayoría de edad y cuando obtienen criterio propio, para controlar las circunstancias externas, sin que ellas controlen a los hijos. 
10 puntos, puestos alfabéticamente, para que los padres reflexionen, sobre lo que tienen que enseñar a los hijos en estos temas.

 

  1. Conformismo. Los padres deben estimular a los hijos a que expresen clara y respetuosamente sus ideas, aunque supongan discrepar con la familia o con la sociedad. Es preferible para la buena educación de los hijos, mostrar disconformidad, que asumir lo que están diciendo o haciendo otras personas. El viejo refrán de “el que calla otorga” no suele ser buen consejero, para los que en ésa ocasión, deberían hacer oír su voz, llevando la contraria, o como hemos dicho antes, pidiendo explicaciones.
  2. Decisiones razonadas. Enseñar a los hijos a que las aprendan a tomar y a razonar. Lo conveniente, es intentar con tiempo suficiente y con la máxima tranquilidad posible, las ventajas e inconvenientes de la decisión que tengan que tomar. Para ello tendrán de hacer una disección profunda, cada uno de los componentes de las posibles decisiones, razonarlas en todas las variantes y analizar las consecuencias futuras previsibles. Lo contrario es que los hijos se dejen llevar por impulsos, que la mayoría de las veces son fruto de apasionamientos y falta de información y análisis. De todas maneras, los padres podrán ayudar a hacer los planteamientos, pero tienen que intentar que la decisión final, junto a sus consecuencias sea tomada por los hijos.
  3. Diversidad. En este mundo tan globalizado, es normal que los hijos se relacionen con otros que, principalmente por provenir de diferentes países o culturas, sean distintos y tengan ideas contradictorias a las suyas. Hoy en día es imprescindible educarles de forma que eviten la xenofobia, el racismo, la descriminacin, la intransigencia y tantas otras maldades similares, que algunas personas se vanaglorian de expresar. Tienen que enseñarles a convivir con la diversidad, pues cada vez, está el mundo más mezclado y por tanto las costumbres, ideas y actividades, llegan rápidamente a todas partes. También acostumbrar a los hijos a ponerse en el lugar de los otros amigos, a los que pudieran considerar como diferentes. Enseñarles a que nunca se aprovechen del más débil, sino que le ayuden y defiendan ante los demás. Dios hizo a todos los hombres iguales en cuanto a derechos humanos, aunque no dio a todos las mismas oportunidades, ni responsabilidades, por lo que tenemos que ser conscientes de los privilegios que nos haya podido dar y utilizarlos a favor del prójimo y no en su contra.
  4. El ánimo. Estar siempre animoso es una virtud difícil de enseñar, pero no imposible. Los hijos enseguida reconocen en sus padres el estado de ánimo, cuando ha habido un problema, una dificultad o un error en la familia. Dependerá mucho de ese estado de ánimo, la actitud que tomen los hijos. Dicen “que al mal tiempo, buena cara”. Tratar siempre de levantar el ánimo, para encontrar nuevas salidas y alternativas. Las cosas se pueden ver de mejor manera, si el animo de los padres no decae, pues en lugar de estar deprimidos, expresan una actitud positiva, alejada de la pesadumbre, lo que hará que la mente está más propicia a encontrar soluciones, lo que conlleva, a poder ejercer mejor otra de las virtudes, la perseverancia. El fracaso está relacionado con el dolor físico y psíquico, por lo que es muy importante educarles en la forma de controlar y superar estas situaciones.
  5. Errores. Otra de las obligaciones de los padres, es enseñar desde pequeños a los hijos, a que asuman la difícil tarea de aceptar sus limitaciones y equivocaciones. Muchas veces, los errores que realizan, provienen que no han sabido reconocer hasta donde llegan o pueden llegar con sus capacidades. Es muy fácil decirles que “si quieres hacerlo, algún día lo lograras”, pero no es realista. Hace falta mucha humildad para conocer las limitaciones y trabajar mucho para superarlas. Entonces, si llegará la posibilidad de disminuir los errores. Nadie ha nacido sabiendo y algunos creen que todo lo saben y todo lo pueden. De ahí, llegan las frustraciones cuando provienen de errores. Lo mas fácil es echar la culpa a las circunstancias, pero nunca a reconocer las capacidades.
  6. Fortaleza en el carácter. Un carácter fuerte y maduro, permite que sus bien analizadas decisiones, estén también convenientemente sustentadas, para poder argumentar a su favor, caso de que sea necesario hacerlo. El sabio argumento de que -el si, debe ser si, y el no debe ser no-  Al tomar la decisión, debe asumir que pudiera ser criticada o ridiculizada, pero la fortaleza de la decisión y su previo análisis, le ayudarán a sentir mejor, sobre todo cuando vea el impacto que su fuerte personalidad, ha hecho en las otras personas. Eso les puede costar sentirse solo y abandonados por los amigos, pero deben enseñarles a llevarlo y soportarlo sin angustia ni soledad.
  7. Fracaso. Los padres deben enseñar a los hijos, a aceptar el fracaso de algo que han realizado y que por las razones que sean, no ha salido bien. El fracasar puede ser una escuela de aprendizaje para nuevas oportunidades, pero nunca un motivo de sentimiento de frustración o desengaño. No siempre está en manos de los hijos, el triunfo, ni la buena suerte. Lo importante es conocer las veces que se ha levantado, no las que se ha caído.
  8. Interés por las cosas. Los hijos a todas las edades, deben tener curiosidad por todas las cosas, por lo que los padres tienen la obligación de inculcarles el deseo de estar continuamente aprendiendo, pero también aclarándoles cuales son las buenas y las malas, las que les beneficiarán y las que les perjudicarán. La madurez la adquirirán a través de las experiencias, que a su vez les irán formando el carácter. Irles despertando el interés por cosas, que para ellos sean desconocidas, les permitirá tener más posibilidades de elección. Cuanto más cosas puedan enseñarles los padres será mucho mejor, ya que los amigos y la sociedad querrá enseñarles otras, que es posible que no les convengan. Pero si previamente los padres, se las han enseñado con un lenguaje amoroso, con mucha paciencia y con términos entendibles para su edad y circunstancias, algunos conceptos dejaran de ser peligrosos para convertirse en beneficiosos. Por ejemplo, si los padres hablan a sus hijos de sexo, drogas, amistades, dinero, religión, política, etc. cuando lleguen a oír esas mismas cosas, provenientes de otros amigos o de medios de comunicación perniciosos, sabrán diferenciar los conceptos. Si solamente oyen hablar de las cosas, a otras personas y no a sus padres, seguramente perderán la batalla de su juventud.
  9. No permitir la manipulación. La sociedad continuamente esta manipulando a nuestros hijos y a nosotros mismos. Lo más fácil, es sucumbir a esa manipulación, que continuamente llega de los medios de comunicación, de los amigos e incluso de otros familiares. Es más fácil dejarse manipular, que enfrentarse a la manipulación, pues los manipuladores, están entrenados para convencer a los hijos y llevarlos a su territorio Lo importante es enseñar a los hijos, a que estén muy alertas, para descubrir cuando les están intentando manipular y cuando les están informando. Enseñar a los hijos a cuidarse de si mismos y que no hagan nada que dañe a su cuerpo, su mente o su alma, aunque algunos les traten de forma despectiva o menosprecien. Por eso si hay buena comunicación y confianza con los hijos, será más fácil enseñarles a discernir lo bueno de lo malo y los argumentos que tienen que emplear, para evitar las manipulaciones. Deben enseñarles a mantener sus principios, aunque tengan que luchas contra la corriente de la sociedad. La fortaleza mental y el carácter recto, es lo que les permitirá, cuando sea necesario, disentir de situaciones, que aunque sean difíciles de llevar la contraria, siempre lo harán si van en contra de sus principios, solidamente adquiridos.
  10. Preguntar si no queda claro. Los padres nunca deben considerar que sus hijos sean incómodos, porque pregunten demasiado. Si preguntan mucho, puede ser porque los padres no se han sabido explicar o porque tienen deseos de aprender más y mejor. Es mejor que los hijos pregunten a los padres cuando tengan dudas, que no que se las hagan a terceros, que nadie sabe lo que les van a contestar. Si la pregunta es muy difícil de contestar, deberán pedir un plazo para encontrar una respuesta adecuada, pero nunca los padres deberán evadirla. También deberán reconducir la pregunta, pues muchas veces al desconocer el tema totalmente, no saben hacer bien la pregunta, pues el tema puede ser muy amplio, difícilmente resumido en una simple pregunta. Ahí puede empezar un proceso de acercamiento para facilitar información. Digo la verdad y me mantengo fiel a mis principios. 

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La responsabilidad como esposos y como padres

ESCUELA PARA PADRES

  • Algunas personas se casan solamente para vivir junto a la persona que han elegido. Otros lo hacen además, para formar una familia con los hijos que lleguen. En ambas situaciones deben asumir la responsabilidad irrenunciable para con su familia, que voluntariamente han adquirido
  • Para poder dar un buen ejemplo a los hijos, lo primero que tienen que hacer los padres, es darse un buen ejemplo entre ellos y frente a la sociedad. Si entre los padres no hay una perfecta armonía responsable, jamás podrá haberla entre padres e hijos y con el resto de la familia.
  • En los matrimonios suelen surgir algunas complicaciones, que les incitan a desligarse de las obligaciones contraídas y deciden desviar sus tiempos, hacia actividades que les ofrezcan menos problemas. Incluso bajo las disculpas, que esas nuevas actividades son muy buenas, pero pueden ser totalmente injustas, como por ejemplo. Dedicarse mucho tiempo a actividades sociales, políticas, deportivas, religiosas, caritativas, ególatras, etc.
  • Si las personas han hecho una promesa ante Dios y ante la sociedad, de formar una familia, su primera obligación es atender totalmente, las necesidades de ella. Si no, que no se hubieran comprometido voluntariamente con la formación de una familia.
  • Hay otras opciones en la vida que se denominan “votos religiosos o carreras militares” donde la familia, directa e indirecta, pasa a un segundo termino. Primero tienen que cumplir con el voto o con el compromiso militar.

Los pilares de la sociedad son: la familia, la escuela y la religión y para que se mantenga firme, debe estar reforzada con las responsabilidades que los padres voluntariamente asumen de convivencia entre ellos y la educación de los hijos. 

1. Convivencia familiar. Los esposos que trabajan fuera del hogar, pueden llegar a tener unos horarios de trabajo y descanso, que les haga coincidir o no cuando llegan a la casa. En el mejor de los casos, llegan a la misma hora y con el mismo grado de cansancio físico, agotados o con sus fuerzas disminuidas. Entonces tienen que enfrentarse a organizar las tareas de la casa y a educar a los hijos, que en todo el día no han visto. En esas dos o tres horas que van a estar juntos o con los hijos, necesitan indispensablemente una dosis suplementaria de paciencia, cariño y equilibrio. Además de ejercer la difícil tarea de ser padres, tienen que fortalecer su relación de pareja. Si no están muy bien preparados física, mental y emocionalmente, no podrán dedicarse a ninguno de los temas anteriormente citados. El planteamiento de trabajar los esposos y atender las necesidades familiares, requiere mucha formación, adaptación y preparación. Esto solamente lo conseguirán, a través de la lectura o el consejo de los profesionales. Muchas veces deberán elegir, entre el trabajo fuera de la casa o la educación presente y futura de sus hijos.El tiempo efectivo, en que esta pareja debería estar construyendo su propia relación y educando a sus hijos, coincide con el tiempo de peor calidad, es decir, cuando ya están agotados, por el trabajo fuera de la casa. Ese tiempo tendría que ser el de mejor calidad, para poder mantener un buen  matrimonio y la educación de los hijos. Para amarse en la pareja y educar a los hijos, es necesario un tiempo de primera clase, no un tiempo residual, de los apretados horarios sociales.Amarse, ser feliz y educar a los hijos, requiere trabajo, aplicación y disciplina, que no se pueden ofrecer, cuando el cuerpo y la mente están agotados, por el esfuerzo del trabajo diario.

2. Trabajo excesivo. La excesiva dedicación de tiempo y energías al trabajo, suele ser un escondite de situaciones familiares comprometedoras para la pareja. Hay muchas personas que incluso, no necesitando el dinero proveniente del excesivo trabajo, prefieren ampliar el horario del trabajo antes que enfrentarse con los problemas que origina la familia. Son los que llaman “workalcoholicos”. Otras parejas, no quieren equilibrar y compaginar las obligaciones profesionales, con las familiares. Pero este necesario equilibrio, es una de las graves responsabilidades de las personas, como esposos y como padres. No siempre por ganar más dinero, se es mejor esposo, ni padre. Sustituir el tiempo de dedicación a la familia, por conseguir mas dinero, muchas veces innecesario, supone una falta grave contra la familia. Hay un viejo refrán que dice: “Quiero pocas cosas y las que quiero, las quiero poco” La mejor inversión financiera para los padres, es la formación y educación dada a los hijos Para muchos padres y madres, el hogar es el sitio donde cultivan sus obsesiones y desahogan sus frustraciones, de ahí vienen las recriminaciones, enfados y peleas. Los hijos se dan cuenta de todo lo que pasa en la familia y van modelando su carácter, según observan el comportamiento de los padres. Si los padres demuestran continuamente que su trabajo es desagradable y tratan de eludirlo, los hijos les copiarán y trataran de no hacer el suyo.

3. Administrar el dinero familiar. Administrar bien es muy difícil y hay que aprender a hacerlo, a través de la formación con libros, cursos, petición de consejos a profesionales, etc. no vale guiarse por el instinto o por las costumbres. Los padres, ante los hijos, tienen la responsabilidad de administrar con justicia y profesionalidad los ingresos y el patrimonio familiar, dando a cada concepto la importancia que se merece, tanto a largo, como a corto plazo. Lo ideal de la administración familiar, es que los ingresos se dividan aproximadamente de la siguiente forma: 1/3 para pagar la vivienda o la renta. 1/3 para vivir, comida, ropa, seguros, diversiones, etc. y 1/3 para crear un fondo de ahorro para la jubilación, estudios de los hijos, posibles enfermedades, etc.Para que no se confundan y estén muy claros en sus ideas, es imprescindible, hablar con los hijos de las finanzas familiares, explicándoles seriamente, las diferencias entre los deseos y la realidad económica y social de la familia.

4. Gastos familiares. Lo primero es hacer un presupuesto de lo que se prevé ingresar, y de lo que se debe gastar. No puede haber una familia sin un buen presupuesto, junto a las herramientas necesarias, para hacer su seguimiento y control de las desviaciones. El presupuesto de gastos, de debe ir en armonía con el estilo de vida familiar que se quiera o se pueda llevar. Además deberá tener una gran coordinación y justicia, entre los gastos que haya que hacer, para con la familia y con cada uno de sus componentes, evitando los desequilibrios y desigualdades, envidias, rivalidades, comparaciones y falsas imágenes familiares.

5. Formas de educar en casa. No se puede decir el viejo refrán “consejos vendo, pero para mi no tengo”. Los hijos están observando continuamente las actitudes de los padres, lo que dicen, lo que hacen y lo que no hacen. Nada se les escapa a sus ojos y oídos. Esa educación que los padres ejercitan, es el mejor ejemplo para los hijos. Por eso la elección del sistema de educación, por el que se regirán los padres e inculcarán a los hijos, debe ser muy estudiado, discutido y experimentado. Implantar un sistema educativo en la familia, seguramente les supondrá una lucha contra elementos externos de la sociedad, pero los frutos serán muy grandes y los que los padres quieran que sean. La educación que los padres tienen que inculcar a sus hijos, es la base de la buena marcha familiar y es para toda la vida. Lo que se aprende de pequeños, queda grabado a fuego para siempre. ¿Como pretenderán que sus hijos no aprendan los malos hábitos que tienen los padres, si ese es el mensaje que están recibiendo diariamente?Se puede ser una persona muy sabia, pero si la otra es una persona insensata, no habrá manera de llegar a poder educar a los hijos. Hacer posible la conciliación de los caracteres de los padres y de los hijos, requiere la sabiduría y el esfuerzo de toda la familia, es un trabajo en equipo.

6. Elección de escuela o colegio. La elección de escuela publica o colegio privado, es una de las decisiones más graves y de mayor responsabilidad que los padres tienen que tomar, en relación con sus hijos. Ambos modelos de educación, dejarán marcados a los hijos de por vida, tanto en su aspecto educativo, como social y religioso. Por eso los padres tienen que analizar muy bien sus posibilidades familiares y tomar la decisión, de lo que están dispuestos a sustituir, para alcanzar la mejor educación de sus hijos. Hay padres que prefieren tener automóviles nuevos todos los años, viajes de turismo, casas enormes, etc. a cambio de no mandar a sus hijos a colegios privados, porque allí tienen que pagar los costos de enseñanza y no en las escuelas públicas

7. Formación religiosa. Educar a los hijos en la Fe y en las virtudes y valores humanos, es también una grave responsabilidad que los padres deben asumir. Para ello tienen que estar convencidos de lo que están haciendo y dar un ejemplo vivo, de que lo que dicen, previamente lo practican. Si los hijos, por el ejemplo y la educación recibida, se acostumbra a realizar buenos actos, posteriormente los irán adquiriendo como hábitos, que posteriormente terminarán siendo virtudes y valores humanos. Poco a poco, irán adquiriendo esas costumbres, que también quedan marcadas para siempre. Esta formación de los hábitos, junto al ejemplo de los padres, es la piedra angular de la edificación de la futura formación religiosa.La fidelidad entre los esposos, al amor a los hijos, la entrega, el sacrificio y el mutuo respeto, deben brillar con luz propia, incluyendo la oración, la pertenencia feliz a la Iglesia y a la oración.

8. Relaciones con las familias y amigos. Como se comporten los padres entre si y las relaciones que tengan con sus respectivas familias y amigos, será el ejemplo que los hijos se acostumbrarán a ir viendo y poniendo en practica. Si en la familia, se realizan y fomentan críticas sobre los ausentes, junto a mentiras públicas y privadas, y no se tienen las debidas consideraciones en las relaciones, es seguro que los hijos aprenderán prontamente esa forma de comportarse. Si por el contrario, se da su lugar a cada familiar y amigo y se guardan las formas de comportarse educadamente, los hijos se irán a acostumbrando, a tener buenas relaciones con los familiares y amigos.

9. Formación humana y social. No solamente los padres tienen que dar a sus hijos una buena formación religiosa, también una formación humana y social. Van a tener que vivir en una familia y en una sociedad, que les va a exigir un comportamiento acorde con las circunstancias de cada momento y su posición en la sociedad. Los padres también tienen que enseñarles a comportarse en la calle con educación y civismo, a cumplir con las obligaciones sociales y políticas y a ver a los demás ciudadanos, como compañeros de este viaje, que a cada uno nos toca vivir y no como unos enemigos competidores. El racismo, la xenofobia, el engreimiento social y la lucha de clases con causas graves que hacen imposible la convivencia social y humana.También los padres deben dar ejemplo de una fuerte conciencia responsable relacionada con la ecología y medio ambiente, empezando con el ejemplo familiar para que los hijos lo puedan transmitir a la sociedad.

10.  Aprender de los errores. Los padres tienen que aprender a conocer sus propios errores y los de sus hijos, para estudiar las opciones alternativas, evitar la reincidencia y así poder avanzar en la educación de los hijos. También deben ser tolerantes y pacientes con los errores, aunque hayan expresado todas las alternativas posibles para evitarlos, así como las previsibles consecuencias. Enseñar con métodos descriptivos a tomar decisiones, aunque conlleven riesgos, pues la indecisión equivale a una falta de conocimiento, falta de información, falta de valores humanos o irresponsabilidad. Los padres tienen que auto imponerse unos límites, unas proporciones y un sistema de control y alarma para todas sus actuaciones, para así poder transmitir el ejemplo a sus hijos.  

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Los Nuevos Pecados del Conductor. Cómo explicárselos a los hijos

ESCUELA PARA PADRES

Si es ateo, agnóstico o la religión no le importa, siga leyendo. Sustituya la palabra pecado, por infracción contra la sociedad

No solo es comprar o ayudar a comprar un coche a los hijos, previamente hay que enseñarles las obligaciones y responsabilidades que asumen desde que empiecen a conducir. También los padres son responsablemente subsidiarios de las obligaciones económicas que contraigan los hijos menores de edad que vivan en su casa o mantenidos por los padres, relacionadas con sus acciones automovilísticas.

En el artículo «Cómo explicar a los hijos los Nuevos Pecados Sociales» les prometí escribir sobre el tema de hoy, ya que muchos padres necesitan conocer bien este aspecto de la vida cotidiana, cuando sus hijos ya conduzcan automóviles o están próximos a empezar a conducirlos. Conducir un automóvil lo consideramos tan normal que muchas personas no se han parado a pensar los graves daños que pueden producir por una mala conducción, ni la responsabilidad moral, social y económica que adquieren cuando conducen.

La educación vial y sus connotaciones morales, religiosas y cívicas deben empezar a enseñarse desde la infancia en la familia, escuela e Iglesia. Pero los padres son siempre los verdaderos responsables de su enseñanza y aplicación de las normas legales y morales que están reflejadas en el Código de Circulación que es muy concreto en cuanto a los derechos y obligaciones de los automovilistas y peatones.

Estos son Los diez mandamientos para el buen conductor. Es un decálogo de consejos y pautas para una conducción cristiana, para no convertir el automóvil en instrumento de pecado, para evitar accidentes de circulación y para poner en perspectiva los principios de ciudadanía en el comportamiento cristiano en la carretera.

1. No matarás. Un automóvil es una herramienta de trabajo o de placer, pero podemos convertirla en una herramienta de matar si no se toman las debidas precauciones de comportamiento y utilización.

  • Tenemos que educarnos y concienciarnos de la gran utilidad que nos presta esa herramienta, pero también de los grandes daños que produce, desde las muertes, heridas, pérdidas económicas, contaminación, etc. Son innumerables las victimas mortales que se producen anualmente en todas las carreteras del mundo, así como la secuela de heridos y pérdidas económicas y sociales que conllevan los accidentes.
  • Son pecados graves las distracciones y negligencias voluntarias, los adelantamientos peligrosos, los excesos de velocidad, conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas, el uso temerario de motos y coches altamente deportivos, etc.
  • El automóvil debe estar siempre mecánicamente revisado, tanto los frenos como los neumáticos, las luces, señales de aviso, etc.
  • Usar y hacer usar a todos los pasajeros el cinturón de seguridad, aunque no sea obligatorio. Usar las sillas de seguridad para los niños, en función de su peso, tamaño y edad.
  • Evitar la distracción motivada por el uso del teléfono celular durante la conducción, conversaciones airadas con otros pasajeros, comer o beber conduciendo, arreglarse el rostro o el pelo, leer, etc.

2. La carretera debe ser un medio de comunión entre las personas y no un peligro mortal.

  • El automóvil debe estar al servicio del hombre para ayudarle a mejorar su calidad de vida y la de sus semejantes.
  • El automóvil puede ser un peligro mortal para el conductor, los pasajeros, los peatones y otros vehículos, principalmente los ciclistas
  • Detenerse, ayudar, consolar y pedir ayuda en cuanto se ve un accidente que la necesite. Aunque esta parada conlleve molestias y retrasos en nuestras ocupaciones. Hacer como el buen samaritano, incluso hay leyes que protegen al buen Samaritano de demandas por gestiones equivocadas en las ayudas.

3. La cortesía, la rectitud y la prudencia te ayudarán a lidiar con los eventos inesperados.

4. Sé caritativo y ayuda a tu prójimo en necesidad, especialmente a las víctimas de accidentes.

  • Los comportamientos poco equilibrados y sin control en muchos conductores empiezan por las faltas de cortesía, los gestos obscenos u ofensivos, imprecaciones los insultos y blasfemias hasta llegar a la pérdida del sentido de la responsabilidad y la violación deliberada de las leyes del código de circulación.
  • Los comportamientos cambian radicalmente si se es conductor o peatón, pues cuando son conductores les aflora el instinto de dominio, prepotencia y poder.

5. Los autos no deben ser una expresión de poder y de dominio y una ocasión de pecar. No deben usarse como objeto desencadenante del instinto de dominio de las cosas materiales, ni como ostentación o vanidad de uno mismo, para eclipsar a los demás o suscitar envidias.

6. Convencer con caridad a los conductores jóvenes y a los no tan jóvenes a no conducir cuando no estén en condiciones adecuadas para hacerlo. Intentar convencer que no conduzcan a las personas que no están capacitadas para hacerlo por motivos de abuso de alcohol, drogas o la ingestrion de medicinas y en caso de necesidad buscar un conductor asignado que si esté en condiciones.

7. Respalda a las familias de las víctimas de los accidentes. Es de justicia que el causante de los daños responda para repararlos, sin artilugios legales ni esquivaciones aparentemente legales. Esta muy claro en la moral que debemos restituir los danos causados, incluso pedir perdón por haberlos cometido y tener un amplio y sincero propósito de la enmienda. Sobre todo para no volverse a poner en situación de hacer daño a terceros.

8. Procura un encuentro entre los conductores culpables y sus víctimas para que puedan tener la experiencia conciliadora del perdón. El que haya cometido voluntaria o involuntariamente un daño a terceras personas, tiene la grave obligación de pedir perdón a las victimas por lo que ha hecho. En ese perdón debe ir expresamente indicado el propósito de la enmienda y la satisfacción de los danos producidos. Con su ejemplo puede conseguir que las personas perjudicadas consigan alcanzar la felicidad de haber concedido el perdón de los danos recibidos.

9. En la carretera respeta y protege a la parte más vulnerables. Que suelen ser los peatones, ciclistas, motociclistas, animales, automóviles más pequeños, etc. El conductor responsable debe ceder el paso al peatón y no ofenderse si alguien le adelanta. Tampoco debe obstaculizar a quien le quiera adelantar. Debe evitar la ira que suele estar representada en la venganza o en la revancha. La ira en la carretera ciega los reflejos de las personas que la practican.

10. Siéntete tu mismo responsable por los otros que no lo sean. Los padres, los abuelos y en general las personas mayores o con ciertas limitaciones físicas, deben dar ejemplo e intentar no conducir en los casos siguientes, o hacerlo solamente en casos imprescindibles y siempre tomando muchas precauciones:

  • Cuando es de noche, por que se ve peor y los obstáculos tardan mucho tiempo en verse o cuando ya están demasiado cerca para evitarlos.
  • Cuando esté lloviendo, debido a que también disminuye enormemente la visibilidad.
  • Cuando puedan evitar las autopistas, donde la velocidad es mucho mas grande y por lo tanto se requieren reflejos más rápidos y las consecuencias de los errores propios o ajenos son mas graves.
  • Cuando se toman determinadas medicinas que rebajan la capacidad de conducir, o cuando se tomen varias medicinas a la vez que su ingestión produzca rebaja de la capacidad de conducir.
  • Cuando tengan que circular a velocidades iguales que las personas de menor edad, por motivo de seguimiento, prisas, etc.
  • Cuando no hayan hecho un curso de conducción preventiva especialmente dedicado a personas mayores. Además con la aprobación de este curso se puede obtener una importante rebaja en el costo de la póliza del seguro.

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Cómo explicar a los hijos los Nuevos Pecados Sociales

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Si es ateo, agnóstico o la religión no le importa, siga leyendo. Sustituya la palabra pecado, por infracción contra la sociedad
Los teólogos, sacerdotes, diáconos y abogados, aunque con otra acepción de la palabra para aplicar las leyes humanas, conocen este tema en profundidad, yo no soy ni los unos ni lo otros, pero voy a dar mi sincera opinión sin ninguna intención de sentar cátedra, solamente hacer unas reflexiones relacionada con los nuevos pecados de consecuencias sociales que tanta información y desinformación está ocasionando.
Pecados Sociales son aquellos cuya comisión va en contra de la Justicia en las relaciones entre persona y persona, entre la persona y la comunidad, y entre la comunidad y la persona. También son determinadas situaciones o comportamientos colectivos de grupos sociales más o menos amplios, o hasta de enteras naciones y bloques de naciones, pero las verdaderas responsabilidades son de las personas.
Pecado Religiosos es la ofensa o daño a Dios, al prójimo o a uno mismo, sea de forma individual o colectiva que también se convierte en trasgresión a las leyes humanas. Se clasifican en función de la importancia, en veniales, mortales y de excomunión. También las faltas contra las leyes humanas tienen sus grados de clasificación y sus castigos correspondientes de multas, cárcel o cadenas perpetuas, según la importancia y las consecuencias que conlleven. 
No hay nuevos pecados, ni religiosos ni sociales, de los que ya había, si no la admisión de una nueva realidad. La nueva relación de pecados sociales es tan antigua como la humanidad, ya que los denominados nuevos pecados sociales están perfectamente recogidos en los 10 Mandamientos de la Ley de Dios.

Si quiere conocer más sobre estos Mandamientos, visite:

http://www.catolicos.com/mandamientos.htm

Lo que ocurre es que ahora la Iglesia los ha puesto en un lenguaje adaptado a los tiempos actuales para que no se nos olviden nuestras obligaciones para con Dios, para con nuestro prójimo y para con nosotros mismos, pues  nos estamos acostumbrando a ver todo muy normal. Estamos en la era del relativismo. Si ayer, el pecado tenía una dimensión más bien individual, hoy tiene un peso especialmente social, más que individual, pero no se modifica para nada el contenido sobre lo que constituye el pecado. Hay varias áreas dentro de las cuales hoy se perciben actitudes pecaminosas en relación con los derechos individuales y sociales.Los clásicos siete pecados capitales, enumerados por Gregorio I, a partir del siglo VI, son: La soberbia; la envidia; la gula; la lujuria; la ira; la avaricia y la pereza, que conllevan las siete virtudes. La humildad se opone a la soberbia; la generosidad a la avaricia; la templanza a la gula; la castidad a la lujuria; la paciencia a la ira; la caridad a la avaricia; y la diligencia a la pereza.

 

Esta no es la primera vez que se da una actualización a los pecados.  El año pasado la Iglesia Católica emitió la lista de los «10 Mandamientos para los conductores», que prohibía la ira, el manejar ebrio, etc. En un próximo artículo se los comentaré,
Las acciones u omisiones, denominadas pecados, pueden ser realizadas:
  • Contra Dios y las cosas sagradas: Blasfemia, sacrilegios, etc.
  • Contra la Iglesia: Recogidos en los 5 mandamientos de la Iglesia
    1. Oír Misa entera todos los Domingos y fiestas de Precepto y no realizar trabajos serviles
    2. Confesar a lo menos una vez al año, los pecados graves que se tenga conciencia
    3. Recibir el Sacramento de la Eucaristía al menos por Pascua 
    4. Abstenerse de comer carne y ayunar en los días establecidos por la Iglesia
    5. Ayudar a las necesidades de la Iglesia
  • Contra el prójimo directamente: Matar, herir, robar, conducir de forma temeraria, etc.
  • Contra la misma persona: Consumo de drogas, alcohol, etc., automutilacion, suicidio, abuso de cirugía estética innecesaría hechas por vanidad, etc.
  • Contra la familia: Abandono de las obligaciones contraídas con la pareja, hijos, abuelos, familiares etc.
  • Contra la sociedad: No pagar impuestos justos, transgredir las leyes justas, derrochar dinero o bienes propios, llevar un ostentoso o insultante ritmo de vida, etc.
Estos siete pecados sociales se denominan “capitales” porque son considerados “cabeza” o principio de los demás pecados que ofenden a Dios, al prójimo y a la sociedad. La Iglesia no inventa pecados, sucede que con el tiempo el hombre comete nuevas infracciones sociales, que incluso las leyes humanas tienen que adaptarse continuamente a las situaciones reales de la vida.
  1. No realizarás manipulaciones genéticas, ni violaciones bioéticas, como es el control de la natalidad (anticoncepción). En el área de la bioética, dentro de la cual no podemos dejar de denunciar algunas violaciones de los derechos fundamentales de la naturaleza humana, a través de llevar a cabo experimentos científicos moralmente discutibles y manipulaciones genéticas, cuyos efectos es difícil prever y controlar al salirse de los claros principios del derecho natural.
  2. No llevarás a cabo experimentos sobre seres humanos, incluidos embriones. Experimentos de moral dudosa como es la investigación en celulas madres. (Alteración de embriones humanos, manipulación del ADN) Las violaciones de los derechos fundamentales de la naturaleza humana, a través de experimentos, manipulaciones genéticas, cuyos efectos es difícil prever y controlar que tratan la posibilidad de cambiar las características de la naturaleza en función de intereses inconfesables e indefendibles. Hay películas, libros y revistas sobre lo que llaman ciencia ficción y sus periféricos como la New Age (Nueva Era), que tienen como objetivo irnos acostumbrando a ver aberraciones genéticas inimaginables para el ser humano normal y posteriormente introducirlas en la vida normal.
  3. No consumirás ni traficarás con drogas. Otra área, propiamente social, es el área de la droga, con la que se debilita la psique y se oscurece la inteligencia, matando o destrozando en vida a muchos jóvenes.
  4. No contaminarás el medio ambiente. El área de la ecología, que reviste hoy un importante interés porque nos hemos dado cuenta que estamos contaminando demasiado a la tierra y produciendo catástrofes que pudieran ser evitadas. La irresponsabilidad consciente contra el medio ambiente. Ejemplo el de la irresponsabilidad de los propietarios de los buques de un solo casco, que sabiendo conscientemente que cualquier accidente produce un derrame originando inmensos daños ecológicos irremediables para la sociedad. Pero al no poner doble casco se ahorran mucho dinero en la construcción y explotación del barco. 
  5. No provocarás injusticia social. Contribuyendo a aumentar la distancia entre ricos y pobres. Es el área de las desigualdades sociales y económicas, por las que los pobres en las condiciones actuales, se hacen cada vez más pobres y los ricos cada vez más ricos, alimentando una insostenible injusticia y disparidad social que causa pobreza.
  6. No te enriquecerás hasta límites obscenos a expensas del bien común. Robando a la sociedad aunque la ley no pueda castigarte. O aprovechándote de privilegios adquiridos para enriquecerte groseramente a cuenta de terceros y la excesiva acumulación de riquezas por unos pocos.
  7. No causarás pobreza. El área de las desigualdades sociales y económicas, por las que los pobres se hacen cada vez más pobres y los ricos cada vez más ricos. Nada puede avanzar en la sociedad actual, incluso, si no hay un transparente y justo mercado interno.

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Obediencia. Cómo educar a la familia en la virtud y los valores humanos de la Obediencia.

ESCUELA PARA PADRES

 
Sentencias sobre la obediencia:  
  • Los hijos que no aprenden a reconocer el valor de la virtud de la obediencia, tendrán muchos problemas en descubrirla después e incluso en adquirirla como habito. La obediencia es una forma de manifestar el cariño hacia los padres.
  • No hay obediencia pequeña ni grande. O se obedece o no se obedece, no existe el medio obedecido u obedecido a trozos.

  • Las leyes demasiado benévolas, rara vez son obedecidas. Las leyes demasiado severas, rara vez son ejecutadas o aceptadas.
  • Acepta lo que te den y sigue pidiendo 
  • Para que haya una buena obediencia, debe haber una información clara, oportuna, llena de cariño y ordenada y las ordenes deben ser dichas de forma suave, firme y completas, sin poner énfasis en cosas secundarias, sin nerviosismos, amenazas, ni promesas vanas.
  • Obedecer es amar. El que ama bien, obedece más fácilmente, aunque su opinión personal, esté en contra de la obediencia. 
  • Cuando son muchos los que mandan, son pocos los que obedecen.
  • Los que mandan, casi siempre saben más que los que tienen que obedecer, pues suelen tener más conocimiento e información. Si tienen fe en los que mandan, tienen que anteponer la obediencia a la opinión personal.
  • Para saber mandar bien, hace falta saber obedecer, pues mandar es mas difícil que obedecer.

La obediencia es compatible plenamente con la disciplina, la voluntad, la docilidad, el autodominio, el respeto, la sumisión, la subordinación, la observancia, la aceptación, la admisión, el acatamiento, etc. 
La obediencia es la antitesis de la rebeldía, la soberbia, la resistencia, el rechazo, la violencia, la doblez, la omisión, etc. 

La obediencia se anula con la rutina, los mínimos injustificables, las criticas a los que mandan, las excusas imaginarias, la persuasión para evitar el cumplimiento de la obligación, el engaño en los resultados, la confrontación, los criterios aleatorios a la hora de mandar, etc.

 
La obediencia se considera virtud, cuando se reconoce la autoridad de la persona que manda está obrando con justicia. La obediencia no sacrifica la propia personalidad, si no que la refuerza, por que entendida como virtud no es la sumisión ciega ni obligatoria de un esclavo. Siempre se habla de pedir justicia, pero pocas veces de la obligación de la obediencia.
 
Padres e hijos
Desde que nacen los hijos y hasta los tres años, los padres no dejan de repetirles constantemente: No muerdas, no metas eso en la boca, no toques eso, es hora de ir a dormir, al baño, a comer, etc. Diciendo estas sencillas frases con dulzura, autoridad y sin concesiones, consiguen ir creando el habito de la obediencia que posteriormente se convertirá en virtud. En esas edades, la falta de obediencia suele estar relacionada con los peligros físicos a los que pueden estar expuestos.

Después de los tres y hasta los ocho años las órdenes irán acompañadas de comentarios que las justifiquen, debido a que los hijos ya empiezan a comprender los porqués de las cosas. A partir de los 13 años aproximadamente es cuando la desobediencia puede conllevar problemas mórales.
Es en los primeros años cuando los padres tienen que formar el desarrollo de la obediencia, para que cuando sean mayores, encuentren fácil y natural obedecer a los padres y a sus superiores legítimamente admitidos.
A medida que los hijos van creciendo, la forma de decir las cosas va cambiando pues también los hijos van madurando en su entender y en sus respuestas. Enseguida comienza la edad del «no» en los hijos, pues estos empiezan a exigir explicaciones o a negociar con los padres para poder tomar decisiones antes de obedecerles. Esta situación suele provenir por que los padres no han sabido explicarles bien o convencerles, dentro de su capacidad real de entender lo que tenían que obedecer 

Los padres tienen la autoridad y responsabilidad de la educación a los hijos, conferida por Dios y sancionada por las leyes humanas, que tienen que ejercerlas sin excusas ni pretextos. También conllevan la responsabilidad de decidir, premiar, sancionar y responder de lo realizado. 
Una de las primeras virtudes que los padres tiene que enseñar a sus hijos desde que son muy pequeños es la de la obediencia, principalmente en relación con los valores que consideren importantes en la vida. Aunque en los primeros años de su vida, los hijos no se dan cuenta de que están obedeciendo, por que todavía no saben distinguir entre lo que es obedecer y lo que es desobedecer. Pero esta virtud la van adquiriendo, junto a las otras virtudes a través del hábito de la repetición. Así esos hábitos les Irán arraigando las virtudes para que estén a acostumbrados a hacerlos cuando lleguen a la edad del desarrollo de su conocimiento. Los padres tienen que adelantarse en irles creando hábitos como el orden y la responsabilidad para que se conviertan en virtudes. A medida que los hijos van siendo mayores, puede haber una fase de explicaciones o negociaciones en las órdenes emitidas por los padres. Los padres dan a los hijos seguridad, cariño y un sentido de estar a gusto y esta acción motivadora es la que les lleva a cumplir con los deseos de los padres.
Algunos hijos desobedecen a sus padres en relación con las normas de conducta en la ropa, horarios, estudios, administración del dinero, etc., pero obedecen a los líderes pandilleros, a los ídolos mediáticos, a los entrenadores deportivos, es decir a personas que no tiene valores fuertes pero que se los han ganado. Por eso es una grave obligación de los padres ganarse a los hijos, principalmente con el ejemplo y con los buenos y adecuados consejos. 
Los padres tienen derecho a ser obedecidos, y más interés tendrán los hijos en obedecer en cuanto valoren sus esfuerzos en hacerlo. Cuando los hijos están bien educados en la virtud de la obediencia, tendrán más posibilidades de obedecer a las personas que se cuidan de ellos, desde los profesores, sacerdotes, policías, entrenadores deportivos, parientes, etc. y sobre todo les será más fácil el cumplimiento de las obligaciones con la religión.
La virtud de la obediencia debe ir creciendo paulatinamente en calidad y en importancia, de ahí que los padres deben irla fomentando en cosas importantes, no en las superfluas, pues mas vale la calidad de la obediencia que la cantidad en cosas baladíes.
 
¿Como van a enseñar los padres a obedecer a sus hijos, si ellos mismo no dan ejemplo obedeciendo las leyes civiles o familiares? Los hijos se fijan mucho en el ejemplo de los padres y si ven el menor incumplimiento de las leyes por parte de su padre, inmediatamente queda devaluada la autoridad paternal en lo referente a la obediencia. Incluso se van fijando en las cosas que parece que no tienen importancia como es la de obedecer las leyes de tráfico, la de obedecer las instrucciones recibidas por los abuelos, maestros, patronos, las leyes civiles de, por ejemplo, regar las plantas determinados días, etc. Los padres nunca deben mandar a sus hijos cosas que no sean buenas. 
Diferentes formas de obediencia: 
Obediencia familiar: Es la que los hijos deben cumplir cuando proviene de los padres y es ordenada en su beneficio. También es la que los padres deben cumplir entre si para la mejor marcha de la familia. Es la que se aplica en la familia, escuela y sociedad, es la denominada obediencia solidaria. 
Obediencia religiosa: Es la que los sacerdotes y otros religiosos deben cumplir lo que les mandan sus superiores, a los que voluntariamente han dado a mayor gloria de Dios, el voto solemne y perpetuo de la obediencia, cumpliendo cada disposición al momento de ser impartidas, sin demora y sin discusión con la autoridad
  • El voto de obediencia para los católicos es la promesa formal de seguir las enseñanzas de la Iglesia a través del bautismo y del catecismo, al elegir libremente, de manera pública o privada, temporal o perpetua, la vida cristiana siguiendo el ejemplo de Cristo Jesús, que fue obediente al Padre hasta la muerte al ofrecer su vida por la humanidad.
  • La obediencia de la fe, tal como lo expresa el Catecismo de la Iglesia Católica es el libre sometimiento a la palabra escuchada, cuya verdad está garantizada por Dios, que es la Verdad misma.
  • El que manda puede equivocarse, pero no el que obedece, siempre que el mandato sea moral y justo.
Obediencia como autodisciplina. Es la que se imponen las personas para que sin que nadie se lo exija, ir adquiriendo la virtud de la obediencia. Normalmente se aplica en el trabajo, en la salud, en las vivencias cívicas y estructuras sociales.
Obediencia voluntaria: La obediencia voluntaria se refiere a normas preestablecidas o a la formación de la conciencia de cada uno, al reconocer lo bueno de las cosas para que produzca una transformación en la persona.
Obediencia política: Es la que los regimenes políticos totalitarios obligan a cumplir a sus súbditos bajo graves penas de prisión o castigos.
Obediencia cívica: Es la que los ciudadanos deben cumplir, siempre que las leyes civiles, mercantiles o de convivencia sean justas.
  • Obedecer implica, en diverso grado, la subordinación de la voluntad a una autoridad, el acatamiento de una instrucción, el cumplimiento de una demanda o la abstención de algo que prohíbe.
  • La figura de la autoridad que merece obediencia puede ser, ante todo, una persona o una comunidad, pero también una idea convincente, una doctrina o una ideología y, en grado sumo, la propia conciencia y para los creyentes, Dios. 
  • La obediencia solidaria se refiere a la obediencia de las personas individuales o como grupo, incluso si tener la plena convicción de las ideas fundamentales o de las acciones realizadas de dicho grupo.
  • Es la obediencia que debe aplicarse en las escuelas y en las relaciones dentro de la sociedad.
  • Una variante de la obediencia es la que se da a las autoridades de organizaciones sociales y políticas.
Obediencia militar: Es la obediencia ciega que los soldados deben cumplir sin ninguna objeción, debido a que por una soldada se han comprometido a obedecer, incluyendo si tienen que matar, dejarse matar o dejarse herir.

Es más difícil obedecer cuando se tienen cubiertas todas las necesidades de la vida y cuando la calidad de vida va aumentando, pues se pone en duda la necesidad de la conveniencia de las relaciones con los demás, principalmente con los que legalmente tienen que mandar.

Que sentido puede tener la obediencia en las personas adultas si no busca mas orden, mas justicia y mas bondad. Si los padres no lo hacen por amor, ¿como pueden pedir que los hijos les obedezcan?

La actual sociedad permisiva preconiza que le único valor humano es el bienestar material, el placer centrado en el presente. Se despreocupa del pasado y del futuro lo que origina el rechazo a la obediencia.

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Austeridad. 10 puntos sobre como educar a la familia en la virtud y los valores humanos de la Austeridad.

ESCUELA PARA PADRES
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Uno de los ejemplos más claros que denotan la falta de austeridad se da en la familia. Desde que nacen los hijos nos hemos esforzado en mimarlos en exceso, partiendo del principio de que han de tener lo que nosotros no pudimos alcanzar. Nos volcamos en facilitarles todo cuanto se les antoja. De esta forma consiguen ropa de marca según la moda, juegos electrónicos, TV personal, ordenador, moto, coche, etc. Han acostumbrado a los hijos a vivir sin carecer de nada y a conseguirlo sin esfuerzo. Los jóvenes así educados no cambiarán nunca y no sabrán hacer frente a sus obligaciones familiares actuales ni futuras. Se ha llegado a conformar una sociedad insolidaria por su falta de virtudes, valores y por individualista.
La austeridad no tiene que ver nada con la tacañería, la roñosería, ni la cicatería. Y sí tiene mucho que ver con la generosidad y el desprendimiento. Siempre está rodeada de cierta elegancia que la hace atractiva.
  • La austeridad es compatible plenamente con la elegancia, los buenos gustos, la buena educación, la generosidad, el ahorro, el dominio de la responsabilidad, el dominio de la voluntad, la frugalidad, etc.
  • La austeridad es la antitesis de la gula, el desenfreno, la inmoderación, el despilfarro, los antojos, los caprichos, la vanidad, la codicia, la ostentación, etc.
    1. Austeridad en la comida. En casa o en los restaurantes. Qué espectáculo tan triste ver a las personas pidiendo comida que saben perfectamente que solamente van a comer una pequeña parte de cada plato y algunos de ellos ni los van a probar. Es mucho peor cuando la comida se realiza en familia, pues se transmite a los hijos la costumbre de no tener en cuenta la virtud de la austeridad. Este despilfarro de dinero y de comida es un mal ejemplo que los padres dan a los hijos cuando no ponen normas sobre la cantidad, calidad y precio que los hijos pueden consumir.
      • Hablar de la comida en la mesa es una ordinariez cuando hay tantas cosas para enaltecer ese acto.
      • El día que te levantes de la mesa sin haber hecho una mortificación, habrás comido como un pagano. Solamente el hombre come sin hambre y bebe sin sed. Lo contrario de la gula es la templanza. La gula es el vicio que hace de vanguardia de la impureza
      • Los padres tienen que educar para consumir con responsabilidad
    2. Austeridad en las compras. De lo necesario y de lo superfluo. Muchas personas ponen demasiado énfasis en las marcas, en la moda y en el aparentar. Eso lo saben bien los fabricantes que encargan a sus publicistas que apelen a los sentimientos de los clientes para inducirles a comprar más, incluso de productos innecesarios o superfluos.
      • La austeridad contra la publicidad, el mercado y el consumo A este consumismo empuja la publicidad que de mil maneras atrapa a la persona y a la familia, cautivas e indefensas frente a las presentaciones y cantos de sirena de los beneficios que prometen. Así como desde hace un tiempo se imparten lecciones de «defensa personal», habría que organizar la enseñanza del arte de «defenderse de la publicidad».
      • La austeridad nos pide que agotemos la vida útil de las cosas que usamos antes de pensar en sustituirlas. Cambiar el teléfono sólo porque ha salido un modelo nuevo mas bonito, aunque tenga funciones que no necesitaremos, no tiene sentido. Nos pide también no tener cosas repetidas, si podíamos valernos con una sola. Siempre encontraremos disculpas para encontrar ventajas a tener dos productos casi iguales, pero la realidad es que casi nunca podremos utilizar los dos a la vez.
      • La austeridad es la antitesis de la cultura del «usar y tirar». Tenemos que huir de comprar cosas que se fabrican para que duren poco tiempo. Las cosas que se estropean no se arreglan, sino que simplemente se cambian por otras nuevas, en gran parte porque nos resulta más barato comprar un artículo nuevo que reparar el antiguo, ya que cada vez cuesta más encontrar talleres de reparación. Pero siempre que sea posible, es mejor reparar.
      • Austeridad no significa siempre comprar al menor precio, ni las cosas peores. Muchas veces lo barato sale caro, porque es de mala calidad y se estropea antes. También la austeridad es comprar lo bueno antes que lo barato. La persona austera cuida las cosas propias y ajenas que usa, para que duren más.  
    3. Austeridad en el endeudamiento. Cuesta demasiado caro endeudarse. Las familias tienen que darse cuenta que comprar sin austeridad supone, la mayoría de las veces, endeudarse con unas cuotas de intereses del 20% anual y si se le añaden otros costos financieros pueden llegar al 35% anual.
    4. Austeridad en la imagen proyectada, propia o familiar. Muchos quieren aparentar, ser o tener más que los demás, para epatarles, por eso no dudan en gastar incluso lo que no pueden. El antiguo dicho de «que según te vean, así te tratan» no hay que aplicarlo solamente en el de la vestimenta. Hay otros conceptos en cada una de las personas, en los que verdaderamente la sociedad se fija y valora.
    5. Austeridad en los gastos ostentosos. Excesivamente utilizados en las celebraciones familiares, religiosas, civiles o amistosas, para intentar demostrar una abundancia económica que no siempre es real, por lo que las familias pueden quedar endeudadas durante mucho tiempo para pagar las deudas, y teniendo que sustituir en el futuro las compras necesarias por el pago de la deuda. 
    6. Austeridad al comprar cosas innecesarias. Los padres tienen que dar un primer paso para desembarazarse de este impuesto y asumido estilo de vida de Occidente, en el que al consumo compulsivo se le llama «nivel de vida» y a la posibilidad de conseguirlo se le llama «bienestar». Trate de anotar y analizar continuamente los gastos mensuales, individuales y familiares. Posiblemente llegue a la conclusión de que puede vivir con más austeridad. Cada persona y cada familia debe decidir libremente el grado de austeridad, severidad y rigidez en la forma de obrar o vivir, incluso para que sirva de ejemplo a otras personas o grupos sociales. 
    7. Austeridad al comprar cosas que no son de estricta necesidad. Los padres deben moderar el consumo y uso de artículos y aficiones que no son necesarias para vivir. Resistir al consumismo significa vivir un estilo y sentido de la vida diferente. Hay que estar bien enraizados en los valores de la sencillez. No se debe ser austero únicamente por mortificación, se aspira a ganar tiempo que utilizará en beneficio de su persona que es materia y espíritu. La austeridad les hará solidarias con personas y sociedades menos desarrolladas. así podrá compartir con justicia, pues tiene que tener una lucidez esperanzada para discernir entre lo que se necesita verdaderamente y lo qué se puede prescindir.  
    8. Austeridad y modestia.  El verdadero sentido de la austeridad sólo se conoce cuando se enlaza con la modestia. La modestia es rehusar lo innecesario, desde el momento en que lo innecesario nada significa. Los padres deben ser modestos por naturaleza, no por renuncia, sino por predisposición, por ideales, o por que han educado esta virtud. 
      • Hay una opción en la forma de ser de las personas, que es la modestia. Y hay también una opción en el uso de las cosas materiales, que es la austeridad. Vivir con lo que uno necesita para vivir y nada más, es una buena norma de vida y no tiene nada que ver con la pobreza, ni con la suciedad, ni con la dejadez. Uno puede tener pocas cosas de poco valor, pero limpias y en la medida de lo posible, en buen estado. Pero seguro que vivimos rodeados de cosas que no necesitamos. Son necesidades que nos hemos ido creando.
      • Del mismo modo que hay drogadictos, o «alcohol-adictos», o «tele-adictos», hay también «compra-adictos»: personas que tienen un deseo irreprimible por comprar cosas. Son los que tienen el trastorno obsesivo compulsivo de la compra innecesaria. Sin llegar a esos extremos, todos estamos de acuerdo en que no siempre que se sale a la calle hay que comprar lo primero que encontramos.
    9. La austeridad y la religión. La austeridad de vida es una exigencia ética y una virtud cristiana. Como exigencia ética obliga preferentemente a quienes están al frente de la cosa pública en sus diversos niveles y a los que en el ámbito privado están situados en posiciones privilegiadas, como los padres maestros y otras personas influyentes en la sociedad. Es cierto que hablar de austeridad a determinados colectivos es muy difícil, pues casi ya no pueden ejercerla, al estar en los mínimos niveles de subsistencia. Es muy difícil hablar de religión cuando los oyentes tienen los estómagos vacíos. 
      • Las grandes tradiciones morales de la humanidad corren el riesgo de desaparecer asfixiadas por nuestra nada, nuestro vacío. Tenemos que hacer de la necesidad una virtud, a través de la austeridad.
      • Algunos dicen que los ricos son siempre los otros, pues la tendencia más común para el compromiso es medirse con aquellos que tienen más que nosotros. Nunca nos medimos con los que tienen menos, así siempre saldremos engañándonos para evitar las responsabilidad individual o colectiva. 
    10. Austeridad en las relaciones económicas con los hijos. Es en este punto cuando se suele abandonar la obligación de la responsabilidad familiar de la educación en las virtudes y valores humanos, pues en vez de responder con entereza a las normas de una buena educación, algunos padres prefieren apostar por la satisfacción inmediata de quitarse los problemas de encima mediante el olvido de las virtud de la austeridad. Por eso llegan los excesivos regalos y premios injustificados a los hijos para no tener que luchar contra las peticiones de los hijos.  
      • A las dificultades que suelen plantearse en la educación normal, se añaden otras muy serias cuando hay un divorcio y cada uno de los padres compite por gratificar más a los hijos cuanto se le antoje, durante el tiempo que la ley asigne a cada uno la convivencia, para comprar la voluntad de los hijos hacia el padre o la madre que les consiente y educa sin ningún tipo de austeridad. De esta forma continúa la cadena de desaciertos habidos en el matrimonio.
      • Hay un dicho muy antiguo que las relaciones de los padres con los hijos e hijos políticos debieran estar presididas por la costumbre de tener la «boca abierta y la cartera cerrada». Normalmente los hijos e hijos políticos sueles decir que debiera ser «la boca cerrada y la bolsa abierta», pero esta ultima situación alteraría el concepto de austeridad que debemos tener en todas las relaciones familiares.
      • Los padres tienen que enseñar a los hijos sobre los inconvenientes del consumo excesivo, sobre la tiranía de las marcas y a consumir de manera responsable. Enseñarles lo importante que es pensar antes de gastar, para saber si las cosas son necesarias y así adquirir y mantener hábitos de consumo responsables.

    Cómo educar a la familia en las virtudes y valores humanos de la Responsabilidad

    ESCUELA PARA PADRES
    • Es necesario enseñar a los hijos que es preferible y más importante, aprender a cargar con las consecuencias de la falta de responsabilidad, que intentar engañar a los demás, engañándose uno mismo.
    • Los hijos responsables se centran en su obligación, no solamente en las reglas de ella. Así desarrollarán la virtud de la fortaleza de cumplir con el deber, que es la finalidad de la responsabilidad.
    • La primera responsabilidad de los hijos, es desarrollar todo lo que pueden y deben hacer, pensar en ello, sin que le tengan que recordar, que no están cumpliendo con su obligación.
    • La responsabilidad, como virtud, es la causa de los propios actos, es decir, de ser libre, la virtud por excelencia de los seres humanos libres. La libertad de tomar y aceptar decisiones con las consecuencias inherentes sin echar la culpa a otras personas.
    En otros artículos hemos tratado la responsabilidad que tienen los padres de educar a los hijos. La responsabilidad de los padres empieza educándose éllos mismos, continúa educando con el ejemplo a los hijos en la vida familiar, sigue con la educación escolar y termina con la educación en la sociedad. Pero también tienen los padres que inculcar en sus hijos, la virtud y los valores humanos de la responsabilidad, con su ejemplo día a día. Si no inculcan a los hijos en la virtud de la responsabilidad, como van a ser responsables en el futuro, con su escuela, familia y trabajo, incluyendo a sus propios padres o abuelos. Cómo van nuestros nietos a tratar bien a sus abuelos o padres, si no tratamos nosotros bien a los nuestros, o a nuestros padres. Para que un hijo sea responsable tiene que ser consciente de su obligación de responder ante sus padres, familiares, maestros y sociedad.
    Por eso los padres tienen que empezar educándose ellos mismos, con los medios que tiene a su alcance: Familiares con experiencia, libros, conferencias de las organizaciones religiosas, cívicas, sociales, de salud, etc., pues las buenas formas de conducta que les enseñen, perdurarán generación tras generación al marcar a su vez el tipo de hogar, que ellos formarán para los suyos, nuestros nietos.
    Como digo anteriormente, la responsabilidad es el acto de asumir las consecuencias de los propios actos y de las decisiones u omisiones realizadas, intencionadamente o no, y significa la capacidad de responder, de dar cuenta de nuestros actos y es un indicio de madurez. La responsabilidad también es nuestra, en los actos que aunque no sean provenientes de nuestra voluntad, provienen de una falta de previsión o de ignorancia culpable, aunque sea ejercida o esquivada individual o colectivamente. Colectivamente parece que la obligación tiende a diluirse.
    Áreas en las que los padres tienen que enseñar a los hijos a que sean responsables:

    • En tener un buen comportamiento familiar, escolar, religioso y social

    • En la comunicación con los maestros

    • En la involucración total en la escuela
    • En la de mantener la asistencia y puntualidad en la escuela
    • En conseguir éxito en los estudios
    • En la evitación de las drogas y pandillas
    • En las relaciones sexuales y en los embarazos prematuros
    • En evitar la obesidad y mantener una buena salud
    • En prepararse para su futuro
    Clases de Responsabilidad que los padres deben inculcar a sus hijos:

    • Responsabilidad moral, la que se imputa con las acciones y sus valores morales
    • Responsabilidad social, la que se imputa a una valoración positiva o negativa, según el impacto que una decisión pueda tener en la sociedad
    • Responsabilidad política, la que se imputa a una valoración por el uso, que un órgano o individuo hace del poder
    Los padres deben comenzar a inculcar a los hijos algunas virtudes y valores humanos desde los 3 años, pero desde que empieza el uso de razón, es decir en el periodo desde los 8 hasta los 12 años, además de inculcar la responsabilidad deben ir inculcando las virtudes y valores, que están íntimamente relacionadas y que son: la Austeridad, la Disciplina, la Fortaleza, la Generosidad, la Humildad, la Justicia, la Laboriosidad, la Lealtad, la Obediencia, el Orden, la Perseverancia, la Puntualidad, la Sinceridad, la Sobriedad, la Templanza, la Tolerancia,  etc. para que cuando lleguen a los 12 años, hayan adquirido ya los hábitos de aplicarlas en su vida con normalidad y puedan ir enseñándoles las otras virtudes y valores humanos. La responsabilidad también está totalmente relacionada con la libertad, el compromiso, la obligación, el deber y con la respuesta a las llamadas que hace la familia y la sociedad.
    Los padres no pueden estar siempre detrás de los hijos, para hacerle cumplir sus obligaciones. Lo que se  tiene que lograr mediante estrategias educativas adecuadas, que esas normas de conducta estén tan arraigadas, que los hijos lleguen a comportarse de una manera responsable, también cuando no haya nadie que les indique lo que han de hacer o dejar de hacer.
    Para poder exigir respuestas, primero hay que aprender a oír y a escuchar y a aceptar los compromisos de comportamiento.
    Los padres son responsables, en parte, por el resultado de los estudios y la educación de sus hijos, por lo que deberán enseñar a los hijos, la responsabilidad de los tipos de decisiones que pueden tomar: Sin consultarles; las que deben consultar previamente; las que pueden realizar comentándolas posteriormente.
    Los padres deben indicar a sus hijos en que asuntos pueden decidir y como hacerlo. Previamente deben darles una buena información y aconsejar a sus hijos, que lo piensen bien y responsablemente antes de hacerlo.
    Las responsabilidades aceptadas en grupo, principalmente en los estudiantes, solamente podrán existir, si cada uno de los componentes ha aprendido a ser responsable personalmente y que la responsabilidad no es transferible. Los grupos tienden a diluir la responsabilidad personal. Por eso la importancia de inculcarles el concepto de fortaleza, cuando tengan que definirse: «Que su si, sea si, y que su no, sea no»  Un acto valiente de responsabilidad es decir que no, cuando se trata de probar experiencias, que no se han atrevido a consultar con sus padres o maestros.
    Algunas sentencias sobre la Responsabilidad:
    • Los padres tienen la responsabilidad de educar a sus hijos y los hijos la de obedecer a sus padres.
    • Para fomentar la madurez y la responsabilidad en los hijos, los padres tienen que valerse de los mismos recursos que utilizan, para cultivar otras características deseables: La práctica y los ejemplos claros, coherentes y acordes con las aptitudes, que los hijos van desarrollando.
    • Los hijos deben aprender cuanto antes, que la responsabilidad conduce a la recompensa, la cual conduce a más responsabilidad.
    • La responsabilidad en los hijos empieza, teniéndola en cuanta en las acciones que hagan en relación con sus padres, hermanos y familiares, sigue con sus maestros y continúa con sus amigos más necesitados.
    • Padres e hijos tiene la responsabilidad de cada generación ante sus sucesores, pues parte de la tarea de criar hijos, consiste en enseñarles a ser buenos futuros padres.
    • Los padres deben inculcar en los hijos, que la primera responsabilidad de estos es, hacia su familia, su comunidad y hacia si mismo, es seguir los dictados de su conciencia racional.
    • El juego es el trabajo de los hijos pequeños y es un ámbito muy apropiado para desarrollar la virtud y los valores humanos de la Responsabilidad.
    • La responsabilidad de los hijos, va aumentando a medida que van madurando y van aprendiendo los conceptos de las virtudes y valores humanos, que van entrelazados entre si.
    • Los padres no deben poner jamás una responsabilidad, sin dar posibilidades y tiempo para cumplirla.
    • La responsabilidad es la respuesta valiente, de quienes no quieren malgastar su vida, sino que desean ser protagonistas de la historia personal y social.
    • La responsabilidad de una persona, está allí donde es necesaria.
    • Cumplir la responsabilidad asumida, es una obligación voluntaria.
    • Ningún hombre es más grande que el que se vence a sí mismo, por cumplir con su responsabilidades. No andar pendiente de las obligaciones que tienen otros, sino de las que no has cumplido.
    • El que acepta una obligación y no la cumple, es tan culpable como el que voluntariamente la desconoce.
    • Todo derecho tiene una responsabilidad.
    • No valen excusas, cuando las cosas salen mal, la responsabilidad no se puede delegar, las tareas si se pueden delegar. El liderazgo y la responsabilidad van unidos, por eso el verdadero líder no elude la responsabilidad.
    • Somos responsables de la clase de personas que hemos hecho de nosotros mismos.
    • Las decisiones tomadas en grupo conllevar menos sentido de responsabilidad para los componentes, máxime si son tomadas anónimamente. 
    • Un sentido débil de la responsabilidad, no debilita el hecho de la responsabilidad.
    • Las personas que son responsables con los demás se llaman: Padres, santos, filántropos, sacerdotes, maestros, policías, etc.
    • La falta de responsabilidad en pequeñas cosas, puede acarrear grandes problemas en causas mayores.
    • La responsabilidad y obligación de «honrar padre y madre» se incrementa con la vejez de ellos.
    • Los altos cargos en la sociedad, conllevan la responsabilidad de ejercerlos, aceptar sus beneficios, cargas y riesgos.
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    Aquí encontrará respuestas a sus preguntas. Lea este articulo titulado: ESCUELA PARA PADRES. Qué es, para qué sirve y cómo funciona de forma virtual.

    Los objetivos de esta escuela virtual son: Educar a los padres para que con su ejemplo y conocimientos de las virtudes y valores humanos puedan educar a sus hijos. Enseñar como educar a los hijos. Que los padres aprendan a vivir un armonioso, fecundo y largo matrimonio. Tender un puente entre la educación familiar y la Fe.

    No dudeis en comunicaros conmigo para cualquier comentario. Un saludo, Francisco francisco@micumbre.com

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