ESCUELA PARA PADRES
La legalización de la mariguana, sólo beneficia a los narcotraficantes
- 8 Preguntas relacionadas con la despenalización de la mariguana
- 17 Consecuencias que los narcotraficantes tratan de conseguir, con la despenalización de la mariguana
- La industria del tabaco se ha posicionado muy activamente en las campañas políticas y de marketing, para que se apruebe la despenalización de la mariguana
- Las leyes aprobadas para la legalización de la producción, transporte, posesión y consumo de la marihuana para usos recreativos, en los estados de Colorado y Washington
- Cuando esos padres ingenuos, desaprensivos y mal informados, comparan la despenalización de la mariguana, con la del tabaco y el alcohol
- En esta época de “crisis de inteligencia”, donde muchas personas no ven, ni oyen, ni entiende, lo que les dicen los que saben
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Este artículo está basado en la legalización de la mariguana en algunos estados y la casi segura aprobación, de esas leyes a nivel nacional. No interpretaré la infinidad de preguntas y respuestas, que están circulando sobre la forma de interpretar las leyes.
Mi opinión contra el consumo de la mariguana y otras drogas, ya ha quedado bien clara en el contenido de los artículos anteriores. No puedo estar de acuerdo con su consumo, puesto que origina graves trastornos físicos y mentales y es, la escalera por donde se sube a la utilización de otras drogas más fuertes. Tampoco estoy de acuerdo con los crímenes que conlleva su producción, transporte, posesión, venta, lavado de dinero y trafico de armas. Ni con los posibles impuestos que podría originar su despenalización. No me importa ser atacado y catalogado como, anticuado, obsoleto, retrógrado, ciego ante la evidencia, etc. por ser contrario a la despenalización de la mariguana en particular, y de las drogas en general. Siempre habrá alguien, que medite sobre lo expuesto y cambie de opinión, en beneficio de la comunidad.
Aunque desaparecieran los delitos, ligados a la producción y consumo de mariguana, lo que nunca desaparecerán, serán los delitos cometidos bajo la influencia de ella. La despenalización de la mariguana, aumentará el consumo y los consumidores, no ayudará al drogadicto, creará adicción a otras drogas más potentes, y aumentará el consumo de éstas.
Hay un grupo muy grande, de posibles consumidores, que no compra mariguana por miedo al castigo de las leyes vigentes. Si ese castigo desaparece con la despenalización, todo ese grupo, principalmente los que se quieren iniciar, pasarían a ser consumidores habituales. Además al haber toda la oferta que quiera, el mercado también influirá en el mayor consumo, pues los drogadictos no tendrán que andar buscándola, por las oscuras y peligrosas esquinas de los barrios de las ciudades. Estos son otros conceptos de la despenalización de la mariguana, que hará aumentar el consumo con el consiguiente beneficio de los narcotraficantes.
Los padres tienen que enseñar a sus hijos, con el ejemplo y la práctica, a que se vayan a acostumbrando a convivir, en una sociedad donde hay y habrá leyes injustas que les obliguen a hacer determinadas cosas no deseables, y otras leyes que les permitan realizar cosas, que contravienen los principios morales, que van en contra de los derechos humanos o que se oponen, a la práctica de las virtudes y valores humanos. Siempre ha habido, hay y habrá quienes han perdido, pierden y perderán con el consumo de la mariguana. Los mismos que han ganado, ganan y ganarán con su despenalización: Los narcotraficantes
Es imprescindible que los padres, aprendan a educar a los hijos, a vivir la realidad de la sociedad en la que habitan, pero sin perder de vista, que nadie debe abandonar sus convicciones, por muchas tentaciones que tengan a obrar mal. Un fuerte conocimiento de lo que es la Objeción de Conciencia, ante las leyes injustas, hará que su fortaleza moral, sirva para su bienestar y como ejemplo para la sociedad. Ya que la despenalización de la mariguana, está relacionada con las áreas físicas, laborales, legales, psíquicas, religiosas, familiares, escolares, sociales, culturales, económicas, políticas, etc.
La siembra, cultivo, producción, procesamiento, transporte, distribución, posesión y consumo de la marihuana, se ha complicado negativamente para los narcotraficantes, debido a los precios bajos en el mercado, a su gran volumen físico muy difícil de ocultar, comparándolo con los pequeños paquetes de otros estupefacientes, mucho más caros y de más altos beneficios. También la competencia, con los productores extranjeros y los particulares, que la siembran y producen en pequeñas cantidades y en lugares cercanos, a los mercados o centros finales de consumo.
Si se legaliza en unos estados y en otros se mantiene prohibida, cosa casi improbables, transportarla del estado de producción, a otros estados de consumo, siempre será mucho mas fácil para los narcotraficantes, que pasarla por una o varias fronteras, hasta llegar a los lugares de consumo.
Cada una de esas fases, es muy peligrosa para los narcotraficantes y el beneficio, cada vez más pequeño, en función de los riesgos tomados. También les influye desfavorablemente, la gran competencia de productores individuales particulares y traficantes nacionales e internacionales. Esos criminales tienen otros productos más rentables y por las leyes menos peligrosas, como son el paso de inmigrantes, la trata de personas, el lavado de dinero, el tráfico de armas, etc.
Para los grandes capos del narcotráfico, la venta de mariguana ya ha dejado de ser el gran negocio rentable de hace años. Solamente es rentable para los últimos personajes, de la cadena de distribución, los llamados “camellos”. Si los grandes capos, siguen manteniendo el negocio de la mariguana, es para tener controlado con su organización, determinados territorios de distribución, que no les falte actividad y algunos ingresos, a los responsables de los territorios y para que vayan abriendo camino y seleccionando a los mejores distribuidores, para los narcóticos de más alto precio.
Estas nuevas leyes de despenalización de la mariguana, de momento, sólo servirán para fomentar la entrada de nuevos sectores de clientes consumidores, para las drogas más caras y más adictivas, como son la cocaína, la heroína, el opio, las anfetaminas, el LSD y sus derivados, etc.
Las asociaciones de productores y consumidores de marihuana, con fines médicos, están promocionando el gran auge del “turismo de la mariguana” en los estados o países, donde está despenalizada para fines médicos o fines recreativos. Esta industria ha crecido enormemente, pese a la crisis económica actual. En el futuro, esta industria, podrá trabajar a cielo descubierto y no sólo en las obscuras esquinas de las ciudades o en los frondosos bosques y sembradíos de difícil acceso. También creará nuevos y muy diferentes consumidores, una vez que esté despenalizada.
Es muy difícil para las naciones, tener una política con las drogas de “tolerancia cero”, cuando en el principal país consumidor hay 16 Estados, que permiten el consumo de marihuana con fines médicos, más otros 2 Estados, ya han aprobado leyes para la su despenalización recreativa. ¿Cómo van a perseguir a los productores y narcotraficantes en sus países, cuando la cultivan para consumirla principalmente en otro país, donde está despenalizado o consentido su consumo? ¿Quién tiene que poner los muertos, de la lucha contra el tráfico de drogas, para que el mercado consumidor esté bien abastecido?
Es cierto, que todavía no se han aprobado las normas, que desarrollen estas leyes y que el Gobierno Central, tiene que decir su última palabra. Pero este artículo, es para romper una lanza en favor de los ciudadanos que saldrán perdiendo, entre ellos los más jóvenes, los más pobres y los menos educados, si es que se lleva a efecto las mencionadas leyes y para denunciar, a los que saldrán ganando, los narcotraficantes y los que viven de los vicios de los ciudadanos.
En los estados en los que se apruebe la despenalización de la mariguana, tienen que esperar a que entre en vigor, cuando la ratifique la ley federal, que es de rango superior. Pero ya se ha iniciado una corriente de permisividad, bajo el supuesto, de que el Gobierno federal la ratificará muy pronto.
Uno de los argumentos más publicitado y patrocinados por la industria de la mariguana, es la cantidad de impuestos que los gobiernos van a recaudar, de las ventas que produzcan. Añaden que esos impuestos, irán a ayudar a sufragar los gastos de las escuelas públicas de nuestros niños. Este falaz argumento, lo emplean todos los grupos de presión socio política, cuando quieren introducir las loterías, casinos y juegos de azar, en cada una de las ciudades o estados. Pero es mentira, además de que “el fin no justifica los medios”. Los niños, ni nadie, necesitan ni deben utilizar, dinero manchado con la sangre de los viciosos.
Es muy infantil creerse lo de repartir los impuestos, provenientes de la venta de mariguana entre las escuelas. Hay una desagradable experiencia, sobre los impuestos que recaudan los Estados de los negocios más o menos ilícitos, ya que sus ganancias, suelen estar perfectamente blindadas, ante los ojos de los recaudadores de impuestos. Además es un insulto a la sociedad, el recaudar impuestos sobre el consumo de actos criminales, que envenena a los ciudadanos, por muchas leyes injustas que hayan aprobado, para despenalizarlas, sean quienes sean los que las hayan aprobado.
Esa despenalización no terminará con la cruel guerra, librada entre los narcotraficantes por controlar los mercados y las fuerzas del orden, por mantener la ley. Incluyendo la cada vez más extendida práctica, del abuso del consumo de medicamentos controlados, cuyo mercado en la calle tiene múltiples proveedores.
Cuánto más caiga el precio de la mariguana, motivado por el aumento de la oferta y la eliminación, de los costos de los riesgos que conlleva su producción, procesamiento, distribución y posesión, hará que aumente la cantidad de consumo, incluso atraerá a dicho vicio a los segmentos más jóvenes y pobres de la población. Estos nuevos mercados, con el aumento del consumo en los anteriores, hará que haya más adictos y que éstos se encaminarán, hacia consumir drogas de mucha mas potencia, más caras y más peligrosas, lo cual es el objetivo final de los narcotraficantes.
Está demostrado que el consumo de drogas, es una escalera en la que se va subiendo peldaño a peldaño, empezando por las más flojas, pues cada peldaño, deja de producir satisfacción a los primeros tiempos de haberlo subido. Siempre se quiere subir un peldaño más, por eso la despenalización de la mariguana, para fines recreaciones es el primer peldaño, al que subirán grandes cantidades de personas y después, continuaran subiendo hacia el consumo de otras drogas. Ahí es donde empieza la ganancia de los narcotraficantes, en las otras drogas, pues los beneficios de la mariguana, cada vez son menos y dado su volumen o bulto de transportes, los riesgos ya no guardan relación con el beneficio.
Los ciudadanos se quedarán completamente indefensos, ante las consecuencias de tener que convivir con los drogadictos y sus actos, los cuales pasarán a ser despenalizados. Tendrán que ser revisadas todas las leyes, sobre los actuales test antidrogas, para determinar el grado de intoxicación, tanto en la solicitud y contratación de empleos, como la obtención de ayudas oficiales, como en el manejo de automóviles, maquinaria o profesiones de riesgo, como policías, bomberos, ejército, hospitales, cárceles, etc.
El poder económico que da a los narcotraficantes, los beneficios del comercio de las drogas, les permite persuadir y en su caso sobornar, a los políticos para que cambien las leyes o para que no introduzcan nuevas, incluso para destruir las organizaciones políticas de estados y gobiernos.
Muchos trabajadores no pueden realizar los largos turnos, ni los extenuantes trabajos, sin la ingestión de bebidas o productos energéticos más o menos legales. Si se despenaliza la mariguana los podrán sustituir, aun a sabiendas que, es mucha más aditiva, que todo lo que hay hoy, en el mercado legal, y que la mariguana les llevará a acortar su vida laboral y poco a poco a enviciarse con el consumo de las otras sustancias narcóticas, por ahora no permitidas, como son la cocaína, la heroína, las anfetaminas, etc. En ese caso, saldrán al mercado muchas bebidas y productos energizantes, que contengan mariguana, para así poder entrar en ese millonario mercado, de las bebidas estimulantes, que muchos trabajadores toman, para poder continuar produciendo, con el fuerte ritmo que hoy en día exigen en algunas empresas.
Las leyes aprobadas para la legalización de la producción, transporte, posesión y consumo de la marihuana, para usos recreativos en los estados de Colorado y Washington, son un claro triunfo de las acciones de marketing, de los narcotraficantes. Estos tienen el dinero suficiente, para poderlo invertir, en la compra de voluntades directas o indirectas, que sirvan para desarrollar sus negocios. Disponen de todo el capital necesario, para contratar los servicios de los mejores diseñadores de campañas políticas, de promoción de imagen, lobbys para presentar y apoyar leyes, compra de conciencias, etc.
Sutilmente y sin que se den cuenta, van convenciendo a honrados ciudadanos y a serias organizaciones, para que transmitan las supuestas ventajas y ninguno de los graves inconvenientes, que tiene la aprobación de la despenalización de la mariguana, para fines recreativos. Es curioso que los medios de comunicación están llenos, de los que se auto llaman “opiniones independientes” que día a día, intentan confundir a determinados segmentos de la población, de que es mucho mejor para todos, que las drogas estén despenalizadas.
Uno de los grandes problemas que tenía de esta campaña política para aprobar las leyes, es que era muy difícil ponerle cara, palabras y hechos a los patrocinadores. Era muy complejo encontrarlos, pero no imposible. Se necesitaban personas u organizadores, que se dedicaran a hacer propaganda de esta alternativa. Lo primero era contratar los servicios de las empresas dedicadas al lobby político, para que redactaran y empujaran la propuesta de ley. Para hacerlo se necesitaba mucho dinero y que los pagos fueran muy ocultos, pues no era fácil encontrar lobbystas, que quisieran hacerse cargo de ese problema, mediante el pago más o menos legal.
Había que convencer a organizaciones, que no estuvieran involucradas en las actividades de la mariguana, pero que tuvieran nexos, actividades o ideologías cercanas, para que se sumaran a la campaña, de forma que impregnara al mayor número de familias votantes. También había que conseguir comprar, la voluntad de los medios de comunicación, para que transmitieran la idea y le dieran forma oculta, pero que no se descubrieran los verdaderos motivos de esa campaña de marketing pernicioso.
Los narcotraficantes, para lanzar con éxito la campaña política, en favor de la despenalización de la mariguana, tenían que solucionar una de las cosas más difíciles: El manejo de su dinero negro, ya que éste, provenían de la venta de la droga y por lo tanto era ilegal. Había que encontrar a personas, políticos, empresas y organizaciones, que estuvieran dispuestos a aceptar los pagos en efectivo, para que no quedara ningún rastro de su procedencia. O hacer una costosa ingeniería financiera, para que el dinero de la campaña, estuviera lo suficientemente lavado, para que no se conociera el origen.
La industria del tabaco se ha posicionado, muy activamente, en las campañas políticas y de marketing, para que se apruebe la despenalización de la mariguana. El mercado del tabaco en los países desarrollados, está ya madurado y el costo de conseguir un nuevo cliente y de mantener los actuales, es muy elevado. Los grandes impuestos, es una de las causas que dificultan la expansión del mercado, así como las campañas de salud existentes, unas obligatorias y otras voluntarias, que tratan de sacar a los fumadores del mercado, entre otras cosas, para intentar disminuir los enormes costos de salud, que suponen los fumadores y alcohólicos, que pagan entre todos los contribuyentes. Cada vez se ponen más cortapisas a la publicidad del tabaco y de las bebidas alcohólicas, sin embargo, parece que otros quieren quitar barreras a la difusión de las drogas, empezando con la mariguana, la cual no está exenta de grandes costos sociales de salud pública.
Esta industria necesita renovar y aumentar el número de sus consumidores. Ya tiene la infraestructura montada de marcas, producción, distribución y comercialización, incluso tiene bien estructurados los lobbys políticos, para que sea subvencionada con dinero de los contribuyentes. Ahora lo que necesita son nuevos productos, para los clientes antiguos y para conseguir nuevos. La mariguana en sus múltiples formatos, productos directos y derivados, ofrece un enorme campo comercial. Por eso su camino lógico de posicionamiento, es conseguir que se aprueben las leyes de su despenalización.
La edad promedio de empezar a fumar tabaco es la de 16 años, pero es muy alto el número de jóvenes que no continua. Si consiguen, con buenas acciones de marketing leyes despenalizadoras, que la juventud comience a fumar mariguana a esa misma edad o desde más jóvenes, el índice de los que se queden enganchados en esa droga, aumentará considerablemente. Esto garantizará a las empresas de este sector, las posibilidades de que poco a poco, los consumidores vayan entrando en el consumo de otras adicciones más caras, aditivas y peligrosas.
Algunos padres ingenuos piensan que la plaga de las drogas, se extinguirá por si misma mediante campañas informativas y publicitarias, si se legalizara la mariguana o si se subvencionara por el Estado su producción, como con el tabaco. Incluso creen que se reducirían las acciones criminales relacionadas con drogas.
El alcohol no está prohibido, pero no por eso deja de ser muy peligroso y ser el origen de muchas conductas criminales. Lo mismo se puede decir de las drogas. El abuso de alcohol, es causa de gran número de accidentes de tráfico, de accidentes laborales, de reducción de la esperanza de vida, de problemas dentro de la familia y de buena parte de los delitos violentos.
8 Preguntas relacionadas con la despenalización de la mariguana:
1. ¿Cómo se definirá el concepto de intoxicación, a la hora de conducir un automóvil, manejar una maquinaria pesada, la práctica de la medicina, la solicitud de ayudas económicas de los necesitados, etc.?
2. ¿Cómo se van a regular y en su caso modificar, las implicaciones de políticas públicas y de salud general, derivadas de la legalización de la mariguana?
3. ¿Cómo van a cambiar las leyes para no castigar a los productores, trasportistas y consumidores si al otro lado de la frontera, hacer eso mismo es legal?
4. ¿Cómo van a explicarles a sus contribuyentes, las inversiones económicas y en vidas humanas, para impedir el consumo en otros países, donde aprueban la despenalización de las drogas?
5. ¿Cómo van a perder los ingresos que tienen por el narcotráfico, si la marihuana dejan de producirla en el país y esa industria, con sus grandes beneficios económicos, se traslada a los países del consumo?
6. ¿Qué van a hacer en adelante, los países que mantienen una lucha frontal contra el trafico y consumo de drogas, interno y externo, lo que les ha supuesto decenas de miles de muertos, heridos, viudas, huérfanos, ruinas de negocios, etc., ahora que el consumo de la mariguana se ha legalizado?
7. ¿Tendrán los estados o naciones, la autoridad moral para pedir a otros países y a sus propios ciudadanos, que sacrifiquen sus vidas y los impuestos, en esa lucha que voluntariamente ya la ha perdido el Estado?
8. ¿Van a permitir que los que cobran ayudas del Estado, no tengan que pasar los test, para saber si esas ayudas, se las gastan en drogas legales?
Cuando esos padres ingenuos, desaprensivos y mal informados, comparan la despenalización de la mariguana, con la del tabaco y el alcohol, no quieren enterarse de las grandes diferencias perniciosas, que hay entre estos productos y la mariguana, incluyendo el grado de adicción y las ansias de consumir más, que cada uno conlleva y la delincuencia y criminalidad que soportan, comparativamente. Sin olvidar que su consumo, produce daños mayores y más rápidos. En USA el actual consumo de alcohol por persona, es diez veces más alto que el de antes de la famosa “prohibición”. Ejemplo que no suelen poner los poco enterados creyendo que la legalización de la mariguana disminuirá el consumo por persona.
La despenalización de la mariguana producirá también, graves consecuencias y daños físicos y sociales a los fumadores pasivos, producidos por el humo de su consumo. Es otro grave problema de salud pública, cuyos costos no deben ser pagados, entre todos los contribuyentes.
La legalización aumentará el número de consumidores y por lo tanto los costos sociales, económicos y fiscales de: La atención oficial y privada a la salud de los enfermos drogadictos. La persecución, enjuiciamiento y encarcelación, de los drogadictos convertidos en delincuentes, para conseguir droga. Las pérdidas en la economía, por los problemas de enfermedad, ausentismo, robos y daños a la propiedad, etc. Ninguno de estos aumentos de costos, es aceptable, por lo que la sociedad no tiene por qué pagarlos, por haber despenalizado la mariguana a través de la libertad mal entendida, de que ese vicio debe ser legitimado.
Las modernas técnicas de ingeniería genética, implementadas por los narcotraficantes, al invertir grandes cantidades de dinero, han conseguido la selección, de ciertas variedades de mariguana con una cantidad de THC superior hasta 15 veces, a lo que tenía una planta hace 20 años, por lo que un cigarrillo de mariguana actual, es muchísimo más venenoso y aditivo, que lo que se consumía antes.
17 Consecuencias que los narcotraficantes, tratan de conseguir con la despenalización de la mariguana:
1. Que aumente el consumo al utilizarla más gente, más veces y desde edades más tempranas.
2. Que compararla oficialmente con los productos farmacéuticos, de probada eficacia médica, para incluirla entre las medicinas de uso normal.
3. Que con las grandes cantidades de dinero involucradas, puedan comprar las voluntades de los políticos, oficiales electos y medios de comunicación, para que aprueben la despenalización de otras drogas, más perniciosas y aditivas.
4. Que desaparezcan los programas gratuitos del gobierno, para la recuperación y la reinserción de los drogadictos, por lo que la seguirán consumiendo para siempre, hasta que se autodestruya.
5. Que haya muchas más personas, principalmente jóvenes, con su libertad anulada o condicionada a la droga, la voluntad debilitada, su dignidad pisoteada y más fáciles de manipular.
6. Que más personas se decidan a consumir otras drogas más aditivas y peligrosas, cuando la mariguana ya no les satisfaga lo suficiente.
7. Que mientras se aprueba por el Estado Federal, queden anulados todos los delitos actuales, relacionados con la mariguana, con independencia de las penas que conlleven.
8. Que otros países, por sus tratados comerciales y políticas obligatorias, adopten las mismas medidas de despenalización, beneficiándose de las exportaciones autorizadas y no clandestinas, como ahora.
9. Que puedan entrar en los otros mercados negros, paralelos a las drogas, como son el del lavado de dinero ilícito, el del tráfico de armas, el de obras de arte robadas o falsificadas, el del tabaco ilegal, etc.
10. Que se anule la evidencia científica, del daño que causa su consumo.
11. Que se anule legalmente, la objeción de conciencia de los médicos, cuando tengan que proceder a desintoxicar a los drogadictos.
12. Que se deslegitimice y erosione la autoridad del Estado, si permite la venta de productos tóxicos, con efectos secundarios peligrosos.
13. Que se empiece una cadena sin fin, de acciones en contra los principios básicos y morales de las personas. Será como si, para acabar con los asesinatos, los legalizaran.
14. Que se puedan vender libremente, todos los estupefacientes, sin importar los efectos secundarios indeseados.
15. Que su consumo, de paso a la adicción de otros estupefacientes, mucho más peligrosos y aditivos.
16. Que su mercado quede en manos de oligopolios organizados, como ofertantes legales.
17. Que una parte de los ciudadanos, esté bajo la influencia de su adicción al consumo, por lo que las imprevisibles consecuencias de sus actos delictivos, realizados bajo sus efectos, estarán amparados por las leyes.
Ya se han encargado los narcotraficantes, de que no se aprueben leyes, que castiguen el consumo de la mariguana y que sean castigados, solamente, los que la trafican desde su producción hasta la venta.
El consumidor de la mariguana, no lo hace porque está más o menos prohibida, la consume porque la ha probado, le ha gustado y se ha enviciado. Si se despenaliza, no va a dejar de consumirla, porque ya no está prohibida. La seguirá consumiendo y por lo tanto, acercándose cada vez más, al consumo de las drogas más duras.
Es el Estado quien con sus leyes debe velar también, por el buen comportamiento y salud de los ciudadanos. De ahí la prohibición de conducir, sin ponerse el cinturón de seguridad. Pero no se le puede pedir al Estado, que prohíba escalar, sin estar atado a una cuerda, pues esto ya se hace por miedo, por precaución o por no tener que afrontar las nefastas consecuencias. El sentido común, dicta lo que es bueno y malo para las personas, y lo que debe y no debe prohibirse.
Los narcotraficantes se aprovechan, que la mariguana es mucho más poderosa, que cualquier discusión que se haga sobre ella. Su poder económico, la adicción y las facilidades de consumo, producen formas rápidas e intensas de placer, y arrastra a jóvenes y adultos, que tienen problemas profundos y quieren huir de ellos u obtener experiencias gratificantes, de modo fácil, hasta crear comportamientos totalmente dependientes.
Los padres no deben olvidarse que el vicio de consumir mariguana, es mucho más fuerte que la voluntad de los que la consumen. Por eso hay que saber lo que se dice, cómo se dice, cuándo se dice y a quién se dice. La educación paternal es imprescindible, y debe estar bien complementada por los consejos de los sacerdotes, pastores, rabinos o imanes, según la religión que se practique. Es muy difícil disuadir a las personas, para que renuncien a la mariguana y a los daños que les produce, si antes no han sido bien aconsejadas.
En esta época de “crisis de inteligencia”, donde muchas personas no ven, ni oyen, ni entiende lo que les dicen los que saben, no es una utopía, ni pérdida de tiempo, insistir a los padres que la despenalización de la mariguana, sólo beneficia a los narcotraficantes y que los únicos perdedores de su consumo, son los que la utilizan y se quedan enganchados en ella y empiezan el Calvario, hacia el consumo de las otras drogas más peligrosas. Se les dice para que orienten a sus hijos, sobre los principios básicos y caminos acertados, para no consumir mariguana y puedan llevar una vida sana, fructífera y ejemplar.
Siempre da resultados positivos, hablar a los hijos de los peligros de la despenalización de la mariguana, si se les ofrece una buena información, que avise a sus mentes y voluntades, en formación, para que tengan los argumentos necesarios, para evitar su consumo, aunque lo hayan empezado.
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