ESCUELA PARA PADRES
La eutanasia explicada a los hijos
- ¿Le han preguntado sus hijos, si quiere que le apliquen lo que llaman eutanasia, cuando Vd. se encuentre gravemente enfermo?
- ¿Aplicaría a sus hijos la eutanasia, si estuvieran gravemente enfermos?
- ¿Sabe que la eutanasia, es el «homicidio por compasión”?
- ¿Sabe que la distanasia, es el «ensañamiento y encarnizamiento u obstinación terapéutica”?
- ¿Sabe que la cacotanasia es la eutanasia “que se impone sin el consentimiento” del enfermo?
- ¿Sabe que la ortotanasia, es la actuación correcta ante la buena muerte, por parte de quienes atienden al que sufre una enfermedad incurable, en fase terminal?
Los padres deben conocer, a que edad física y mental, pueden hablar de este tema con sus hijos. Antes hablar de la eutanasia era un tema exclusivo de las personas mayores, ahora con la cantidad de accidentes de circulación que hay, y con las gravísimas enfermedades terminales que ocurren, es un tema para que lo tengan en cuenta, lo mismo las personas mayores que los jóvenes, pues muchos de ellos, se verán en la necesidad de tener que preguntarlo, ante la situación de amigos o familiares de su misma edad, en circunstancias de enfermedades o condiciones terminales.
El artículo esta dirigido a las personas que tiene fe religiosa, conocen y practican los Mandamientos de la ley de Dios y están formados en el cumplimiento de las virtudes y valores humanos, además de que entienden, que nadie es propietario de la vida humana, desde su concepción, hasta la muerte natural y que todos tenemos que protegerla. (Aborto y eutanasia).
Si no se tiene fe, es lógico que el tema de la eutanasia, tenga una perspectiva muy diferente y lo vean de acuerdo con las leyes, que les dictan los gobiernos de sus naciones y no de acuerdo con la ley natural.
Las mismas personas que hoy aprueban la realización del crimen del aborto, tienen muchas posibilidades, que si las leyes estatales siguen aprobándolas, algún día autorizaran las leyes de la eutanasia, y les tocará a ellos sufrir sus consecuencias, aunque sea en contra de su voluntad, pero el Estado alegará que es por el bien común.
Definición.
Se denomina eutanasia al hecho de producir la muerte, sin sufrimiento físico, con o sin el consentimiento del paciente. Aunque también para algunos signifique “buen morir”, no debe confundirse con el matar deliberadamente a un ser humano enfermo o anciano. Algunos asocian la eutanasia, con el adelantar la muerte, para que los enfermos o accidentados, no sufran dolores físicos o padecimientos insoportables.
También le llaman homicidio por compasión, es decir, el causar la muerte de otro por piedad, ante su sufrimiento o atendiendo a su deseo de morir. La eutanasia fue un asesinato practicado muchas veces, durante el periodo del nazismo en Alemania, al matar a los niños y a los disminuidos físicos.
Sin embargo, esta palabra ha adquirido desde antiguo otro sentido, algo más específico, procurar la muerte sin dolor, a quienes sufren. Pero todavía este sentido es muy ambiguo, puesto que la eutanasia, así entendida, puede significar realidades no sólo diferentes, sino opuestas profundamente entre sí, como el dar muerte al recién nacido deficiente, que se presume que habrá de llevar una vida disminuida, la ayuda al suicida, para que consuma su propósito, la eliminación del anciano, que se presupone que no vive ya una vida digna, la abstención de persistir en tratamientos dolorosos o inútiles, para alargar una agonía sin esperanza humana, de curación del moribundo, etc.
Variantes
Ortotanasia: Consiste en dejar morir a tiempo, sin emplear medios desproporcionados y extraordinarios. Se ha sustituido en la terminología práctica por muerte digna, para centrar el concepto en la condición de dignidad, del enfermo terminal y no en la voluntad de morir.
Cacotanasia: Es la eutanasia que se impone, sin el consentimiento del afectado. Significa una mala muerte.
Distanasia: Consiste en el «encarnizamiento o ensañamiento terapéutico», mediante el cual, se procura posponer el momento de la muerte, recurriendo a cualquier medio artificial, pese a que haya seguridad, que no hay opción alguna de regreso a la vida, con el fin de prolongarla a toda costa, llegando a la muerte en condiciones inhumanas y buscando ventajas para los demás, ajenas al verdadero interés del paciente.
Muerte digna
Todos tenemos el derecho, a tener una muerte digna y a procurar que otros la tengan. Una muerte digna, no consiste sólo en la ausencia de tribulaciones externas, sino que nace de la grandeza de ánimo, de quien se enfrenta a ella.
Hay enfermos o desahuciados, que no quieren seguir luchando y dicen que no quieren tomar más medicinas. Piden que les desconecten los tubos de respiración, transfusión o comidas, etc. Quieren rendirse y por lo tanto prefieren suicidarse.
Existe la cultura de la muerte ejecutada, con preferencia contra los disminuidos físicamente o los más débiles, que está camuflada de muerte digna, cuando aplican la eutanasia como disculpa y opción, del bien personal o colectivo.
El enfermo
Es un deber explicarle a un enfermo, su estado de salud y no es una libre elección de familiares y médicos. El enfermo es el sujeto de derechos acerca de su salud, quien primero debe conocer su estado, al momento, y, siempre que pueda, quien debe decidir sobre el tratamiento. El enfermo es propietario de su diagnóstico y de su terapia, de su salud. De lo único que no es propietario el moribundo es de su vida.
La religión
Cuando la persona cree en que hay una vida después de la muerte y en el valor sagrado de la vida, deben dedicar un tiempo razonable, a reflexionar y a formarse antes de emitir un juicio sobre cuestión de la eutanasia. Se tienen que dar cuenta que la religión no rechaza, al contrario, aconseja emplear medicamentos que alivien el sufrimiento, aunque apresuren la muerte. Todas las religiones se han preocupado de aminorar el dolor de los enfermos, a lo largo de la historia.
Lo que no aconseja la religión ni la ética, es asesinar, ni ayudar a suicidarse, ni valerse de la inconsciencia del enfermo, para tomar decisiones por él, aprovechándose del mayor conocimiento técnico.
Los médicos
El auge de la eutanasia, corre paralelo a la creciente resistencia de los médicos, por explicar al paciente el origen, la intensidad y el futuro de su enfermedad. La práctica más habitual del médico, con el hombre que se acerca al final de su existencia, es engañarle y mentirle. Mienten sus médicos, sus enfermeras, sus familiares y las organizaciones que le cuidan, como si ocultarle la muerte le alargara su vida.
Para el enfermo, merece la pena vivir, incluso si no está en la plenitud de sus facultades y no puede levantarse, porque está tendido en una cama, pero sigue contando con el afecto de sus familiares.
La bioética no sólo aborda las cuestiones fronterizas, del principio y el final de la vida, sino la calidad ética, de la atención a las personas en la vida cotidiana.
Cuidados paliativos
Cuidados paliativos son todos, los que mejoran la calidad de vida del paciente en fase terminal. Son cuidados para la persona, no para la enfermedad, puesto que pueden eliminar el dolor, aunque no eliminen la enfermedad. A la medicina no se le pide que cure la enfermedad, sino que cure al paciente. Hay unidades hospitalarias, principalmente de organizaciones religiosas, donde se lucha exclusivamente, contra el dolor de los enfermos terminales y se procura, realizar todo lo que técnica y emocionalmente es posible, para disminuir o eliminar el dolor con cuidados paliativos. Es un combate que el hombre no puede afrontar por sí solo, tratando de continuar la lucha contra la enfermedad y a favor de la vida, pues incluso llega a veces, a desesperarse del sentido y el valor de la vida.
Leyes estatales
En los países donde el Estado autoriza a practicar la eutanasia, muchas personas mayores o con graves problemas físicos, intenta huir a otro país para evitar que el mismo Estado, les aplique la eutanasia y los mate sin su consentimiento, por una mal entendida compasión. Incluso se permite que se aplique la eutanasia a menores, por el ejercicio de la patria potestad de los padres, a enfermos mentales y en muchos casos, por cuestiones económicas, a la familia, a los médicos o a las organizaciones que los tiene a su cargo. La legitimación de la eutanasia, supone un grave peligro para la protección y la seguridad de los ancianos, enfermos, minusválidos, accidentados, etc.
Hay leyes en algunos países, que permiten a los enfermos rehusar tratamientos desproporcionados y pedir los cuidados paliativos. Son soluciones concretas al miedo a morir, en condiciones degradantes y con sufrimiento.
Los Estados en un principio, dictaron leyes autorizando la eutanasia, para atender a determinados casos extremos. Después se legalizó su práctica, hasta el punto de constituir ya un lucrativo negocio, amparado incluso por determinadas instituciones del Estado.
Personas implicadas
Familiares, médicos, enfermeras y organizaciones que mienten, cuando la muerte está cercana a la cama. Casi siempre la palabra muerte es impronunciable, es el tabú de la sociedad actual, curiosamente controlada por el Imperio de la muerte. Lo verdaderamente grave, es ocultarle la muerte al enfermo, para que pueda prepararse, para tener una buena, digna y serena muerte.
Aplican o hacen aplicar la eutanasia, en contra de la voluntad del enfermo y sin la oportuna defensa, de los pacientes más vulnerables y sin que sea el dolor insoportable la clave de la medida, pues hoy el dolor puede eliminarse o mitigarse en la casi totalidad de los casos.
La eutanasia introduce licencia legal para matar, pero no excluye a los autores de las responsabilidades morales, por sus actos si practican la eutanasia, aun con el consentimiento de los enfermos. La eutanasia es un suicidio, con cómplice homicida. Lo mismo que sucede con la responsabilidad moral de los médicos, que practican el crimen del aborto, incluso con el consentimiento de las madres.
Testamento vital, testamento mortal, documento de voluntades anticipadas
La religión no sólo no prohíbe, sino que incluso aconseja, sedar a un paciente para reducir su dolor, aunque ello le reduzca sus defensas y acelere la muerte. E incluso, si el paciente no puede decidir por si solo, deberán hacerlo sus allegados, no los médicos, que no son otra cosa que los técnicos.
Si quiere conocer mucho más sobre la eutanasia, la ortotanasia, la cacotanasia, la distanasia y sus prácticas médicas, le recomiendo que visite en Internet http://www.aciprensa.com/eutanasia/100-preguntas.htm Eutanasia: 100 Preguntas y Respuestas sobre la Defensa de la Vida Humana y la Actitud de los Católicos. Ha sido preparada por médicos, filósofos, farmacéuticos, enfermeras, teólogos, juristas y moralistas, con rigor técnico, científico, claridad y sencillez.
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