ESCUELA PARA PADRES – Mi Cumbre
Carta a los padres de un hijo adolescente que consume mariguana.
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- 10 Cosas que los padres deben hacer para prevenir el consumo de drogas de los hijos
- 81 Preguntas sobre la responsabilidad de los padres con hijos NiNi o problemáticos.
- La objeción de conciencia explicada a los hijos
- El difícil arte de la negociación, aplicado a la educación de los hijos
INDICE:
- 40 Preguntas para analizar su situación.
- 8 Acciones a realizar inmediatamente.
- 12 Preguntas relacionadas con la situación de los padres y del hijo.
- 6 Análisis sobre el comportamiento del hijo con las drogas.
- 7 Pasos como resumen de los análisis anteriores. (50 respuestas necesarias)
- 10 Argumentos imprescindibles.
- 3 Preguntas sobre a zona donde viven.
- Centros de rehabilitación.
- 10 Preguntas sobre los centros de rehabilitación.
- Los narcotraficantes.
- 8 Puntos sobre la salud, los narcotraficantes y la policía.
- La prevención del consumo.
He leído con mucho detenimiento su sincera exposición sobre el consumo de mariguana por parte de su hijo. Entiendo perfectamente la amargura y preocupación por el presente y futuro de su hijo, al ver que está empezando a destruirse física, moral, familiar y socialmente. Pero les felicito por haber dado el paso acertado en la dirección adecuada, al consultar el caso de su hijo.
Les envío algunas preguntas y comentarios cuyas respuestas nos ayudarán, a Vds. a centrar el problema en su totalidad, y a mí a conocer mejor su caso para poderle hacer el seguimiento, siempre que Vds. lo considere oportuno.
Además, con estas preguntas y sus respuestas siempre estarán Vds. mejor preparados para comentar su caso con otros profesionales. Un problema tan importante no se puede solucionar simplemente con unas cartas. Se necesita dedicarle mucho tiempo, muchos conocimientos, muchas consultas, mucha paciencia y mucho amor hacia su hijo.
40 Preguntas para analizar su situación: Por favor, contéstelas en cada punto y cuanto más detalladas mejor. Con el análisis de sus respuestas podré tener una visión mejor de su situación, lo que me ayudará a enviarles mis consejos.
- ¿Qué edad tiene su hijo o hija?
- ¿Conoce las razones en profundidad, no las disculpas que le dice, para seguir consumiendo mariguana?
- ¿Cuál es el tipo de vida que llevan su hijo y Vds.?
- ¿Han negociado el comportamiento que Vds. quisiera que su hijo cumpliera? Horarios de levantarse y acostarse. Días y horarios de salidas y entrada. Tiempos de estudio en casa. Objetivos parciales de los estudios, no solamente de exámenes finales. Presupuestos para sus gastos discrecionales. Ayuda en las tareas de la casa. Amistades con las que puede alternar y con las que no puede alternar.
- ¿Cómo son las calificaciones que obtiene en los estudios?
- ¿Cuáles son actualmente los horarios diarios y semanales de su hijo?
- ¿Cree su hijo que Vds. son millonarios como para mantenerle los vicios y asumir todas las responsabilidades que tenga con sus vicios?
- ¿Están Vds. dispuestos a enfrentarse con su hijo para que por la razón o por la fuerza, aunque no sea la fuerza física, haga las cosas que Vds. digan?
- ¿Hasta dónde están Vds. dispuestos a apretarle las tuercas en beneficio de él, en el caso de que no quiera dejar de fumar mariguana?
- ¿Están Vds. dispuestos a gastar los ahorros que tienen para su jubilación en pagarle los vicios y los problemas en los que se meta?
- ¿Tienen algún informe o evaluación de sus profesores sobre su capacidad de estudio y las razones por las que ellos creen tiene ese vicio? Solamente en el caso de que lo sepan.
- ¿Han negociado con él unas ocupaciones, responsabilidades, premios y castigos en función de su adicción a la mariguana?
- ¿Hasta cuándo él quiere estar consumiendo mariguana?
- ¿Sabe su hijo que tarde o temprano va a caer en las redes de los narcotraficantes?
- ¿Hasta dónde están dispuestos a aceptar el riesgo moral, económico y familiar, así como las consecuencias de tener un hijo que consume mariguana?
- ¿Hasta cuándo Vds. van a seguir consintiéndole que consuma mariguana?
- ¿Le han hablado de la situación económica de Vds. y de la posible herencia o de desheredarle?
- ¿Qué clase de amigos tiene su hijo?
- ¿Conoce a los padres de los amigos de su hijo?
- ¿El padre y la madre comparten la misma opinión sobre el comportamiento de su hijo y la necesidad de que lo cambie?
- ¿Qué tipo de relación y autoridad tiene Vds. con su hijo?
- ¿Quién le paga todos sus gastos personales?
- ¿Tiene otros hermanos a los que pueda perjudicar con su mal ejemplo?
- ¿Tienen en su familia cercana o amigos algún mal ejemplo similar?
- ¿Cómo es su hijo?
- ¿Cómo son Vds. como familia?
- ¿Cómo va en sus estudios?
- ¿Qué quiere hacer en el futuro?
- ¿Para qué profesión cree Vd. que vale?
- ¿Qué les han dicho sus profesores y consejeros sobre las características de su hijo para seguir los estudios?
- ¿Han negociado con él la forma y fondo para que deje de consumir mariguana?
- ¿Qué significa para Vds. que su hijo consuma mariguana?
- ¿Sabe su hijo que se está exponiendo a ser un perdedor social y hasta que Vds. pudieran llevarle como mínimo a un internado disciplinario?
- ¿Hasta dónde están dispuestos a aguantar que su hijo consuma mariguana?
- ¿Han pensado que la vejez de Vds. está en peligro familiar, económico y socialmente consentir a su hijo?
- ¿Han puesto condiciones a su hijo para que viva en su casa?
- ¿Cuánto tiempo y de qué calidad le dedican a su hijo?
- ¿Por qué Vds. no lo cortaron a tiempo?
- ¿Por qué no ha cogido miedo a la policía, a los narcotraficantes, a los castigos, al futuro, etc.?
- ¿Se atreven Vds. a enfrentarse a ese hijo para no ser padres de un hijo enfermo, en la cárcel o en el hospital?
Hay muchísimas más preguntas, pero son Vds. los que debe explicar muy claramente cuáles son las características del hijo, sus amigos, sus profesores y Vds. como familia.
Estas preguntas con sus correspondientes respuestas les ayudarán a encontrar el camino de las soluciones. Además son las básicas que les harán en cualquier sitio. Téngalas bien preparadas y añada las que considere conveniente.
8 Acciones a realizar inmediatamente:
- Estudiar el presente y el futuro de su hijo, si inmediatamente no deja el consumo de mariguana, sea poco o mucho. Este siempre va a más, pues esta tendencia negativa mundial está contaminando todo con las drogas, para destrozar las almas y los cuerpos.
- Examinar con los médicos, máxime estando en la adolescencia, sus posibles daños físicos y mentales actuales, que le está produciendo la mariguana, en función del tiempo, cantidad y tipo que lleve consumiendo.
- Valorar el riesgo económico y social que ha asumido al entrar en ese mundo de las drogas, aunque diga que fue jugando, o por la presión del grupo, o por no tener desarrolladas las virtudes de la disciplina, la voluntad, el carácter, etc.
- Comprobar el estado anímico que a Vds. le supone este problema y las consecuencias que le pueden alcanzar.
- Trabajar el ego personal de los padres, eliminar su propio enojo y tratar de acercarse lo más posible a su hijo, para que ambos unan sus fuerzas para salir del problema.
- Estudiar cómo comunicarlo serena y profesionalmente a su familia, amigos y sociedad, para tratar de ganar la comprensión y ayuda de los más cercanos hacia su hijo, pues además es muy difícil ocultar esa adicción.
- Acercarse a un sacerdote, pastor, rabino o imán, según la religión que profesen, pues en estos casos es imprescindible su ayuda, ya que ni la familia, ni la sociedad, ni la ciencia, ellos solos pueden sustituir los beneficios de la religión.
- Ponerse de acuerdo los padres. Si no consiguen hacerlo pidan ayuda a alguien que les pueda aconsejar para ponerse de acuerdo. Esto es lo más importante para salvar a su hijo. No pueden tomar ninguna decisión si se quedan quietos o ambos no van en la misma dirección.
12 Preguntas relacionadas con la situación de los padres y del hijo:
- ¿Su hijo les dijo espontáneamente que consumía mariguana o se enteraron Vds. por otra parte? (Escuela, amigos, familiares, policía, etc.)
- ¿Desde cuándo fuma mariguana y con qué frecuencia? Es independiente al día que fumó su primer cigarro.
- ¿Qué otras drogas ha consumido poco o mucho? Alcohol, tabaco, crack, etc.
- ¿Se atrevió a fumar mariguana en casa, o llegó a la casa oliendo a droga, o bajo los efectos de ella, o le delató alguien?
- ¿Le han encontrado mariguana al hacer una revisión al azar o realizarla periódica y sistemáticamente en su habitación, efectos personales como mochila, ropas, libros, etc.?
- ¿Le han encontrado objetos extraños que Vds. no le había comprado?
- ¿Saben si ha estado vendiendo mariguana u otras drogas para pagarse su consumo?
- ¿Han llamado a la policía? Es muy posible que si se entera la policía, les retiren la patria potestad de su hijo adolescente por haberlo permitido y no haber puesto remedio mucho antes. Es difícil pero sucede amenudo.
- ¿El dinero que Vds. le da para sus gastos es suficiente como para comprar mariguana?
- ¿Los que le vendieron la mariguana fueron compañeros del colegio, amigos o vendedores en la calle?
- ¿Les ha hecho alguna promesa seria de no volver a consumirla y renunciar a las amistades con las que estaba involucrado en la compra y consumo de mariguana?
- ¿Está dispuesta su hijo a ir a un centro de rehabilitación o seguir algún programa, compatible con su asistencia al colegio para no perder el ritmo de sus estudios?
- ¿Qué formación y prácticas religiosas tienen su hijo y Vds.?
Los únicos que pueden modificar esa conducta son los padres, pero con mucha ayuda externa de todo tipo. Si su hijo lo lleva haciendo desde hace tiempo, seguramente es señal de que Vds. no ha puesto los adecuados de controles para fiscalizar su comportamiento.
Pero todavía están a tiempo de enderezar el comportamiento de su hijo, aunque ya no es el tiempo de lamentarse por lo que Vds. hicieron o dejaron de hacer.
6 Análisis sobre el comportamiento del hijo con las drogas:
- Analizar los motivos más importantes por los que su hijo consume mariguana. (Una conversación privada, seria, muy bien preparada y con mucha paciencia produce unos resultados positivos increíbles).
- Analizar con su hijo las graves consecuencias que sus acciones pueden producir en el presente y en futuro a él, a su familia y a sus amigos si no cambia de actitud frente a las drogas.
- Analizar la posibilidad de establecer unos objetivos razonables de eliminación del consumo de drogas del hijo, distribuirlos en plazos y poner los controles de vigilancia del cumplimiento.
- Analizar cuáles pueden ser los conceptos, detalles, soluciones y medios a emplear, para obtener los objetivos deseados y acordados.
- Analizar los beneficios que obtendrán su hijo y toda la familia, si cambia su actitud frente a las drogas.
- Analizar la posibilidad de encontrar un intermediario, para que sirva de puente en las conversaciones entre su hijo, Vds., la familia y la sociedad.
7 Pasos como resumen de los análisis anteriores: (50 respuestas necesarias)
Primero: Negociar entre los padres, la estrategia, contenido, fondo y forma de lo que van a hablar y hacer con el hijo, relacionado con su adicción a la mariguana y su entorno familiar, escolar y de amistades. Dejando a un lado las posibles desavenencias matrimoniales o personales.
Segundo: Lo acordado ponerlo por escrito para que no haya interferencias, desautorizaciones, ni diferentes interpretaciones. Este será el guión, siempre modificable, de lo que hay que hacer con el hijo y su adicción a la mariguana.
Tercero: Llevar un diario sobre los avances y retrocesos, cumplimientos e incumplimientos de los objetivos acordados.
Cuarto: Tener muy presente el pedirle a Dios que les ayude a encontrar la solución a este problema. Vds. solos no lo podrán hacer, pero sepa que no están solos. Les recomiendo que acudan al sacerdote, pastor, rabino o imán, en función de la religión que practiquen.
Quinto: en todos los países hay muchas personas y organizaciones dispuestas a ayudarle. La más extendida es «Alcohólicos Anónimos» http://www.aa.org/pages/es_ES donde también tratan otras adicciones y malos comportamientos. Allí les pueden dirigir hacia centros especializados en desintoxicación. Otras organizaciones muy importantes son http://proyectohombre.es/ y http://al-anon.alateen.org/inicio especializada en ayudar a los padres con hijos drogadictos. Pónganse en contactos con ellas, ya que el éxito de sus experiencias son las más adecuados para encontrar las mejores soluciones de rehabilitación.
Sexto: Calcule los días que faltan para que su hijo cumpla 18 años, que en la mayoría de los países es cuando los hijos alcanzan la mayoría de edad, y sean pocos o muchos, vaya recordándoselos continuamente, para que se dé cuenta de lo que le espera si no se aviene a razones modificar su comportamiento, ya que después por muy poco dinero, pueden cambiar la cerradura de la casa para que no vuelva a entrar. El día que negocien Vds. seriamente y con firmeza otra alternativa, es posible que las cosas cambien a mejor.
Séptimo: Escriban las siguientes 50 respuestas, las cuales deberán estar consensuadas con su hijo.
- Las 10 cosas que su hijo no debe seguir haciendo hasta el día que cumpla los 18 años. Después ya negociarán otro cuestionario de convivencia, si es que quiere seguir viviendo con sus padres. Vds. tienen la patria potestad y la responsabilidad total sobré el hasta que cumpla los 18 años. Tiene que hacerlas, lo quiera él o no lo quiera. Primero es su salud y su futuro. Ese es el compromiso y la obligación de Vds. Posteriormente las consecuencias caerán sobre él, pero la responsabilidad hasta entonces seguirá siendo de Vds.
- Las 10 cosas que su hijo debe hacer para seguir manteniendo los privilegios que tiene ahora. (Casa, comida, ropas, teléfono, dinero para gastos, etc.)
- Las 10 cosas que pueden hacer juntos, padres e hijo, para que este cambie de actitud frente a la mariguana.
- Las 10 cosas que sus padres están dispuestos a cumplir en caso de que el hijo falle en alguna de las cosas anteriormente citadas.
- Las 10 cosas relacionadas con la familia, religión, economía, amistades, etc., que deben hacer los padres para dar buen ejemplo al hijo.
10 Argumentos imprescindibles. Deben servir de guion para tratar de negociar con su hijo. Estas preguntas están dentro del contexto de la toma de decisiones para que su hijo se cure de la adicción a la mariguana.
- Informe escrito del médico que determine su estado real de salud, y en su caso tratamientos recomendados para curarse y dejar la adicción a la mariguana.
- Análisis periódicos y aleatorios sobre su sobriedad ente la mariguana.
- Seguimiento de los padres de las entrevistas periódicas con sus médicos, maestros y consejeros escolares.
- Horarios de entrada y salida en la casa, centro de estudios, diversiones, etc.
- Programa semanal de todas las actividades familiares, escolares y sociales.
- Tiempos, formas y lugares para realizar los estudios y tareas.
- Uso medido y analizado del teléfono y de las pantallas digitales.
- Compromiso de ayudar en las tareas de la casa.
- Información sobre los amigos que frecuenta para conocer su estilo de vida y si pudiera ser tratarlo con los padres de ellos o ellas.
- Posibilidad de concederle una tarjeta de débito con un límite corto para sus gastos particulares, donde quede constancia y sirva de control de todos ellos.
Todo esto es muy duro, pero mucho más duro para él y para los padres, es que un hijo siga el camino de tantos jóvenes drogadictos que terminan en el hospital, en la cárcel o en el cementerio, pues son los candidatos naturales para que se enfermen gravemente o los capten las gangas o los narcotraficantes. Pero el secreto del éxito de estas cosas duras son la comunicación y la negociación.
¿Han pensado en, ponerle o decirle que le han puesto, un detective que le siga los pasos para que le informe a Vds. por dónde anda y con quien, en sus salidas de la casa? Y que ese detective le informará a la policía y a Vds.
Debe explicar a su hijo que el consumo de marihuana destruye a las personas y compromete el juicio y que bajo sus efectos, se pierde el control de los actos, lo que puede significar una mayor probabilidad de involucrarse en conductas de riesgo y de sufrir sus consecuencias negativas, por ejemplo: Inhibirse del concepto sexual, por lo que pueden embarazar o quedarse embarazadas, contagiar o ser contagiado de enfermedades de transmisión sexual, sida, etc. sin saber ni quién, ni cómo, ni cuándo ha sido, etc. conducir en estado de ebriedad, o viajar con alguien que está en estado de ebriedad y tener un accidente de tránsito.
El hecho de estar bajo los efectos de la mariguana es un agravante para los delitos. La responsabilidad civil de los actos pasa también a los padres, ya que los hijos al ser menores de edad, los padres son subsidiarios de ella.
3 Preguntas sobre a zona donde viven:
- Cómo son las características de la zona donde viven, relacionadas con las drogas, pandillas, embarazos de adolescentes, crimen, etc.
- Cuáles son las características de la escuela donde asiste su hijo, relacionadas con los temas anteriores y los resultados generales académicos, como los exámenes estatales, abandonos escolares, graduados, pase a universidades, etc.
- Han pensado alguna vez en cambiarse de la zona donde viven si es que esta fuera un problema.
Las zonas donde las personas viven, trabajan, estudian o juegan influyen poderosamente en las oportunidades de consumir mariguana, ya que son muy altos sus factores de riesgo.
Por favor envíe sus respuestas a continuación de cada uno de los puntos o preguntas para facilitar el seguimiento. Cuanto más claras y concretas será mucho mejor para Vds. y su hijo.
El exceso de trabajo de los padres es una circunstancia a tener en cuenta, pero no es una disculpa para no estar encima del comportamiento del hijo. Los padres tendrán que encontrar soluciones para sacar tiempo y poder preocuparse de la educación del hijo.
Centros de rehabilitación: La primera solución, después de que los padres no puedan, no sepan o no quieran corregirle, es meterle en un internado especializado en este tipo de adolescentes. (Centros de rehabilitación, desintoxicación, reformatorios juveniles, internados, etc.) Es un paso muy difícil y muchos internados son escuelas de delitos, pues allí se juntará con otros igual a él o peores, con “la crema y nata” de la juventud destrozada y seguramente va a aprender muchos más trucos que le irán metiendo cada vez más dentro del vicio.
No tengo nada contra los centros de rehabilitación, pero esa solución para los hijos es la última y la peor que puedan escoger los padres, pues suelen ser perniciosas academias de la delincuencia, además que quedará marcado para toda la vida. Nunca sustituyen a la educación que le puedan dar sus padres, a no ser que los padres sean unos incompetentes. Mucho menos si esos centros están alejados de la vigilancia de los padres. Lo que no puedan hacer sus padres, es casi seguro que no lo puede hacer nadie en ningún internado, cárcel ni hospital.
No puedo recomendar ni buenos ni malos internados, pues en cada país y ciudad suele haber varios con diferentes conocimientos y especialidades, pero en esas organizaciones que les indico, tienen mucha experiencia y en esos casos les pueden ayudar.
Los médicos y los especialistas pueden aconsejar si su hijo está capacitado para eliminar la adición a la mariguana estando en la casa de los padres, cumpliendo con un programa determinado o tiene que asistir a un centro de rehabilitación de drogas.
Algunos padres para quitarse el problema de encima o reconociendo que no tienen ni la capacidad intelectual, ni la fuerza moral, debido a su tipo de vida, deciden ingresar a su hijo en un centro de rehabilitación. Hay algunos centros de rehabilitación que son similares a hoteles de cinco estrellas, otros a reformatorios como penitenciarias, verdaderas cárceles más parecidas a los manicomios.
Es muy difícil tomar la decisión adecuada que estará muy relacionada con las posibilidades económicas familiares, el grado de rehabilitación que necesite, el deseo o no de rehabilitarse del hijo y otras circunstancias familiares. Antes de nada los padres deben consultar con los expertos para que evalúen las posibles ventajas y desventajas de ese tipo de rehabilitación.
La violencia de los padres hacia los hijos no es la herramienta adecuada para que los hijos dejen de fumar mariguana. Nunca se debe intentar arreglar un problema añadiendo otro similar o más peligroso.
10 Preguntas sobre los centros de rehabilitación: Ante la posibilidad de que el hijo ingrese en un centro de rehabilitación, los padres deberían estudiar:
- ¿El centro es privado, del Gobierno o religioso? Lo que hará que la estancia, el costo y los resultados sean muy diferentes.
- ¿Cómo es el programa de recuperación que le van a aplicar?
- ¿Durante cuánto tiempo va a durar el programa?
- ¿Cuáles son los objetivos concretos que quieren conseguir en el centro con su hijo?
- ¿Qué estadísticas tiene el centro de recuperaciones, recaídas y reingresos?
- ¿El Centro tiene página de Internet donde poder conocerlo y en su caso comunicarse con los responsables para hacer el seguimiento de su hijo?
- ¿De qué edades son los que van allí?
- ¿Quién vigila que el hijo haga lo que le dicen en el centro y no se escape o se mantenga sin colaborar, como si fuera el huésped de un hotel?
- ¿Cuándo termine en el Centro, donde irá el hijo?
- ¿Volverá el hijo al mismo sitio a llevar un sistema de vida parecido al que tuvo antes de ingresar al centro?
No sientan una piedad mal entendida con su hijo, aceptando sus promesas, ya que muchas veces confunden esas promesas con la realidad del enganche a la drogadicción.
Antes de tomar ninguna medida, debe conocer profesionalmente el estado médico de su hijo, si está enfermo, si es hiperactivo, bipolar, manipulador, mal educado o insuficientemente educado. Tienen que conseguir que vaya al médico con Vds., aunque no quiera. Esa debe ser la primera condición innegociable por el bien de él y el de su familia, presente y futura. Una visita al médico les puede enseñar la dirección adecuada para intentar la mejora en sus relaciones.
Los exámenes le indicarán si miente o no miente, aunque hay muchos trucos que puede utilizar para modificar los resultados. Si le dicen que su hijo ha mentido, sigue teniendo el problema, más otro, el de haberlo encontrado mentiroso en una cosa muy importante. Con el diagnóstico médico escrito, no hablado, verán por qué avenida deben circular, por la de la medicina, por la de la negociación familiar, por la de la razón o por la de la fuerza. Él les dirá
- Si el hijo, en función de su edad y características está perfectamente sano y en condiciones como para enfrentarse a la vida laboral o estudiantil y si fuera necesario para vivir por su cuenta, fuera del cobijo de las alas de sus padres, todos sus argumentos sonarán a «cuentos chinos».
- Si tiene alguna enfermedad o condición que no le permita estudiar ni trabajar. Cuál es la enfermedad, cual la solución y cuánto tiempo necesitaría para curarse y bajo qué condiciones.
- Cuáles son los resultados de los exámenes de sangre y orina que determine si tiene rastros de consumo de drogas, de cuáles y cuánto. Este examen les servirá de punto de partida para periódicamente ir haciendo otros comparándolos con su comportamiento y conocer cuándo se ha quedado limpio absolutamente. Estos exámenes son los que seguramente le harán en cualquier empresa donde pretenda trabajar. Sugiriéndole al hijo que se abstenga de fumar mariguana, pues el médico le va a detectar residuos aunque hayan pasado muchos días.
Los hijos que fuman mariguana, no tienen que ser malos por definición, muchos simplemente están mal educados, son vagos, mantenidos o caraduras, mientras los padres u otros les mantengan los vicios y no les exijan nada. También hay muchos manipulados que no tienen apoyos ni conocimientos para defenderse de los ataques de la sociedad permisiva.
Los narcotraficantes se suelen valer de estos adolescentes para guardar sus drogas, transportarlas y venderlas. Ante los ojos de ellos y de la policía ahí entra toda la familia, sean o no culpable.
También es posible hacer una consulta privada con la policía, pues si le llevan a la central, le hacen un buen interrogatorio y le amenazan con que si no cambia lo meterán en la cárcel, es posible que lo que no entienda de unos padres, entienda un fuerte aviso de un rudo y experto policía. Los padres deben darse cuenta que los hijos con adicciones, intentan continuamente engañar a todo el mundo, principalmente a los padres, para hacer con ellos lo que quieran. Si los padres pretenden intentar salvarlo, tiene que pedir ayuda a los expertos que le darán su mejor consejo, que no siempre gustan a los padres, pues las soluciones suelen pasar porque toda la familia cambie radicalmente.
Si el hijo empezó a cambiar de rumbo hace tiempo y Vds. no le corrigieron, ahora tienen que sufrir las consecuencias de haberlo ignorado o no haber querido tomar acciones. Pero siempre hay posibilidades y medios de hacerle cambiar. Sobre todo si los cónyuges estén muy claros de lo que tienen que hacer y lo hacen juntos. Pero sin esperar a que toque fondo, pues a lo peor cuando toca fondo se lo encuentran en la cárcel, en el hospital o en el cementerio, como consecuencia del fondo que ha tocado.
Si los padres han perdido el control sobre la educación de su hijo y no saben lo que hace, ni a lo que se dedica fuera de la casa, ni conocen sus actividades delictivas, desgraciadamente pronto se enterarán a través de la policía o del hospital.
Los padres tienen que luchar muy fuerte contra todas estas circunstancias. Los problemas difíciles no se resuelven con soluciones fáciles. La experiencia demuestra que cuando los padres se sienten culpables de la situación y nadie les da una solución que les evite el problema del hijo sin que ellos tengan que hacer ningún esfuerzo, no suelen seguir intentando arreglar el problema y se ocultan.
Dependiendo a la situación que haya llegado el hijo con el consumo de mariguana, ya no será tiempo para recriminaciones ni para lamentaciones, como !Ojala hubiera sido….! Ahora es tiempo de realidades y soluciones con hechos concretos, para luchar por el hijo lo que no se ha luchado antes. Todo para que se dé cuenta de la situación en la que está metido y empiece a reconocerlo con la famosa frase que se usa en Alcohólicos Anónimos «Me llamo Pepe y soy un alcohólico». La frase por la que las personas empiezan a ser realistas y a curarse.
Lo que viene después es no dejarse llevar solamente por los sentimientos mal entendidos y por el amor hacia el hijo, pues los sentimientos y el amor deben ir acompañados de realidades y conocimientos. El hijo se ha formado o deformado según la educación que sus padres le hayan dado, no dado o la que le han consentido. Ahora llegan las consecuencias y la época de las soluciones rápidas, dolorosas y graves. Para ello los padres tienen que estar muy preparados, pues es cuando el hijo necesita a sus padres más que nunca, siempre y cuando los padres estén muy bien unidos y perfectamente aconsejados.
Los padres tienen que estar muy fuertes en sus decisiones, pues se avecinan días muy difíciles por los diversos frentes de batalla abiertos: Comportamiento del hijo. Unión total entre los padres. Trato con los médicos y consejeros. Búsqueda de apoyo familiar y profesional. Luchas con los amigos del hijo y el ambiente donde se relaciona. Problemas económicos. Etc.
La fortaleza que pudiera faltarles para la solución del grave problema, la pueden adquirir a través de la religión, pues los malos resultados actuales del comportamiento del hijo están a la vista, tienen que buscar sistemas mejores de educación que los que hasta ahora han tenido.
Todas estas indicaciones parecen muy duras y algunas las considerarán casi insultantes. Pero el problema es muy serio para todos y este no se soluciona con píldoras doradas, ni con paños calientes, ni con flores, ni con mañana, mañana. Es hoy y ahora. A grandes problemas, grandes soluciones, aunque duelan.
8 Puntos sobre la salud, los narcotraficantes y la policía.
- Si su salud actual está dañada por el consumo de drogas, aunque el hijo diga que nada más utilizaba mariguana, o si ha llegado por otro camino.
- Dónde estaban los padres cuando el hijo empezó a consumir mariguana y qué acciones tomaron desde el principio.
- Necesidad de potenciar su salud física, mental y religiosa para que pueda seguir el tratamiento adecuado.
- Consulte a los profesionales en qué forma pueden colaborar para ayudarle en estos tres campos, y si como padres están preparados intelectual y emocionalmente para hacerlo. No deben confundir los deseos de ayudarle, con la realidad de hacerlo. En esto los padres tienen que estar muy claros para ayudarle y no perjudicarle más.
- Intente aislar al hijo de todos sus amigos y ambientes perniciosos, para que se le haga más fácil el cambio de conducta, la rehabilitación física y la cura de las secuelas.
- Vigile muy bien para evitar que se le acerquen los narcotraficantes a intentar venderle la mariguana, pues estos tratarán de no desaparecer de la vida del hijo. El riesgo sobre la vida del hijo y la de los padres irá en aumento, pues los narcotraficantes son criminales natos y sin escrúpulos.
- Visite a la policía y confidencialmente cuénteles su caso, suponiendo que siempre hay un narcotraficante en medio de él y de sus padres. No se olvide de los riesgos que eso conlleva, pues la policía no son sus padres. Pero al hijo pueden darle un buen susto y una amenaza seria de cárcel.
- Lleve un control muy estricto del dinero que le den para sus gastos personales, vigilando además los objetos de valor que pudieran desaparecer de la casa.
Es posible que a algunos padres no les guste esta forma de enfocar el análisis del problema, y tienen el indiscutible derecho a enfadarse, sentirse acosados, contrariados y todo lo que quieran. Mucho mejor si se desahogan con sus consejeros, pero el problema seguirá ahí si no ponen las soluciones adecuadas. Los padres suelen ser en gran parte los responsables. Este articulo trata de “agitar el nogal para que caigan las nueces”.
Algunos padres dicen que “se consigue más con miel que con hiel”. Pero esa miel suele endulzar demasiado los problemas graves rebajándoles la importancia, sobre todo tratándose de personas adultas con graves responsabilidades sobre sus hijos, principalmente cuando no las cumplen, porque prefieren mirar para otro lado y no enfrentarse a ellas, siempre en perjuicio de los hijos y de los mismos padres.
Los padres cuando hacen una consulta sobre la situación del hijo, casi siempre cuentan una parte de la historia, pero la que ocultan, adrede o sin darse cuenta, suele ser la más importante para solucionar los problemas. La suelen ocultar porque tienen miedo a enfrentarse a ella.
Las consultas y respuestas por escrito tienen la ventaja de que cuando son anónimas suelen decir la verdad, sin darle muchas vueltas y revueltas, ni interpretaciones. Lo escrito, escrito está. Además queda constancia para en el futuro asumir la responsabilidad de lo escrito y hacer las aclaraciones pertinentes. Si los padres quieren conseguir arreglar los problemas de sus hijos, primero tienen que centrarte en sí mismos y ponerse en orden. Es increíble que unos padres le den dinero a su hijo a través de sus gastos personales, para que hoy compre mariguana, mañana cocaína y después toda las sarta de estupefacciones. Incluso sabiendo que cuando no le llegue el dinero que le dan para alimentar sus vicios, empezará a robar.
Algunas veces los hijos se enganchan en el consumo de la mariguana por la debilidad de los padres, por una caridad mal entendida, por sentimientos paternales, por mantener un estatus social o por lo que sea. La solución pasa por la firmeza pero con guante de seda, pues es su hijo. Pero si no actúan, su hijo terminará en el hospital por violencia, en la cárcel por drogas o en el cementerio por las malas compañías. El enfrentamiento va a ser fuerte y posiblemente ambos saldrán con heridas difíciles de curar. Pero es preferible tener un hijo con rasguños que un hijo perdido. Es muy duro, pero la única solución que tienen es rezar mucho y negociar con su hijo, por la razón o por la fuerza, unas condiciones de convivencia. Que sepa que si le tienen que despedir de casa, no van a ir a rescatarle. En el caso de que tuvieran que rescatarle, para evitar males mayores, debería ser a través de un tercero, pero que nunca sepa que fueron los padres.
Si sigue consumiendo mariguana, no quiere avenirse a dejarla y los padres deciden que se marche de casa por ser ya mayor de edad, se va a tener que poner a trabajar en sitios donde por su mala cabeza no le quede más remedio que hacerlo, si es que quiere comer y tener un techo. Cuando viva solo se podrá comprar toda la mariguana que quiera, hasta que le coja la policía, le fiche y después ya no pueda conseguir un trabajo ni de peón de obras. ¡Pero esa es su elección! Si es mayor para consumir mariguana, también tiene que ser mayor para asumir sus propias responsabilidades.
A los padres se les suele olvidar que están soportando una gran responsabilidad civil, económica y penal, debido a que su hijo, siendo menor de edad, anda con las drogas en la casa. Si llega la policía hará muchas preguntas y pedirá responsabilidades que seguramente les salpicarán por cómplices, aunque digan que ignoraban la situación. Su intuición y responsabilidad como padres les dice que tienen que proteger a su hijo, haya consumido poca o mucha mariguana. De ahora en adelante pongan sus energías en la prevención, no solamente del consumo de mariguana, sino de los otros graves problemas relacionados: Sexo, alcohol, juego, y sobre todo con las posibles relaciones con los narcotraficante. Estos hacen que los hijos que fuman el primer cigarro de mariguana, se enganchen en el consumo para que sean los distribuidores. De ahí, ya sabe: cárcel, hospital o cementerio. Así de real.
El esfuerzo valdrá la pena. El objetivo será muy difícil de alcanzar, pero el amor por un hijo puede con todo. Si no lo solucionan ahora, el futuro predecible de su hijo, será muy duro. Aunque siempre habrá alguien desaprensivo, que le diga que los adolescentes cambian con el tiempo. No obstante, nunca le explican si cambiarán a mejor o a peor.
La adolescencia en una fase difícil de canalizar, pero no imposible. Es una tarea que requiere mucha inteligencia, por parte de sus padres y de todo su entorno familiar y social. No se olviden de educarle ahora o corregir su consumo de mariguana. Cada día que pase, les va a ser mucho más difícil, sobre todo si él consigue, que sus acciones no tengan consecuencias desagradables en su vida.
La prevención es el mejor ataque para acabar con la adicciones, antes incluso de que comiencen a desarrollarse. Tiene el objetivo de educar a los hijos para que se alejen del consumo de la mariguana y eviten sus graves consecuencias personales familiares y sociales.
La mejor defensa contra las drogas es un buen ataque educativo hacia los padres y hacia los hijos, en las dos direcciones. Les sugiero que impriman este artículo para que su hijo lo lea en presencia de los padres.
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