ESCUELA PARA PADRES – Mi Cumbre

Mi amigo arquitecto, uno de los más antiguos Cumbreros, me cuenta que está muy molesto con su yerno, ya que no tiene ninguna relación familiar con él. Ha intentado toda clase de acercamientos pero ninguno ha dado resultado. No sabe que hacer para el futuro y me cuenta lo siguiente:

» Mi yerno nunca nos visita, ni para las fiestas o reuniones familiares. Aparentemente es muy buena persona y trata estupendamente a mi hija, pero no quiere tener ningún trato con nuestra familia, ni que élla lo tenga. Pretende que mi hija se aleje, cada vez mas de sus relaciones familiares con sus padres, hermanos, tíos y sobrinos, debido a que ve una gran diferencia de culturas, costumbres y normas de convivencia.

Mi hija, por la que sentimos una especial devoción, está casada con él desde hace 10 años, intenta por todos los medios de convencer a su marido, para que nos visite. Pero su marido pone tantas disculpas para no ir, que parece que tiene un manual de pegas construido exprofeso.

Mi yerno procede de una familia muy especial, con unas costumbres muy particulares, que no coinciden en nada con las que tiene nuestra hija se ha criado. Por lo tanto no se siente a gusto en las reuniones familiares, aunque sean fiestas, actos familiares o sociales.

El matrimonio, no tiene problemas económicos, pues ambas familias, tenemos una situación económica muy similar. Tampoco tiene diferencia en el aspecto religioso, político, social, ni de salud. Aparentemente se quieren y son felices, salvo esa espina que mi hija tiene clavada.

En las poquísimas reuniones familiares que ha asistido mi yerno, debido a que en esas ocasiones las excusas no le han funcionado, el dice que se siente aislado del grupo, no puede mantener una conversación seguida, y todas las cosas que hacen los demás él no sabe, no puede o no quiere hacerlas.

Mata el tiempo de la reunión yéndose a la habitación donde está la televisión o poniéndose a leer una revista, aunque los demás estén compartiendo la conversación y la comida. Incluso cuando le hablan para atraerlo a la conversación, le tienen que repetir las cosas, pues aparenta estar totalmente abstraído en sus pensamientos.

Mi yerno quiere separar a toda costa, a su esposa de la relación con nuestra familia. Creo que es para que los modelos tan diferentes y opuestos de vida de las dos familias, no le recuerden lo que debería haber sido y no ha sido.

Mi yerno prefiere huir hacia adelante, en lugar de hacer frente a esa desagradable situación e intentar adaptarse a las circunstancias de la familia de su esposa, aunque nada mas sea por amor a élla.

Mi yerno ha reconocido en muchas ocasiones que el modelo de vida de su familia no ha funcionado y el modelo de la familia de su mujer funciona perfectamente. No se da cuenta que la familia, aunque sea un refugio, también es como una olla a presión, que cocina muy bien, pero que si no se cuida pueda explotar.

Están esperando un niño y cuando nazca, los abuelos tememos que el yerno no va a permitir que mi hija nos visite, para que no vea las diferencias de costumbres tan abismales que hay entre las dos familias.

Mi yerno ha pedido en su trabajo, el traslado a California, para alejar todavía más a mi hija y a su futuro hijo de la familia materna. Espera hacer el traslado a California antes de que nazca el niño, porque así su mi mujer no irá a casa de éllos, con la disculpa de ver al niño y ayudar a su hija. Mi yerno no quiere que haya comparaciones familiares, aunque mi hija y el futuro niño salgan perdiendo.

La verdad es que no se como solucionar este problema. Ha intentado hablar con mi yerno directamente y por todos los medios a mi alcance. Le tengo toda clase de consideración especiales, siempre tratándole con mucho respeto y ofreciéndole continuamente mi amistad, pero mi yerno continúa en su posición de aislamiento.

Mi yerno está tan encerrado en las diferencias de costumbres, que no quiere saber nada de adaptarse a las nuevas, ni de olvidar las viejas costumbres o de prescindir de ambas. Lo peor del caso es que le está trasladando a mi hija, algunas de sus costumbres familiares heredadas, que están demostradas que no les van a beneficiar en nada como pareja ni como futuros padres, ni como personas dentro de la sociedad en la que viven.

Los padres de mi yerno, mis consuegres, están divorciados, ambos se han vuelto a casar y nuevamente a divorciar. Mi hija tiene mucho miedo de caer en esa situación, tan normal en su familia política.

Mi hija sufre mucho porque ve, siente y oye lo que sucede a su alrededor, y aunque se pasa el día disculpando a su marido, por la posición intransigente que tiene en la relación familiar, hay situaciones que son tan obvias, que cuando mas disculpas comenta, peor le deja a su marido.

Mi hija intenta mantener buenas relaciones con todos sus familiares políticos, incluso haciendo filigranas sociales en las visitas, puesto que la mayoría de éllos no se hablan entre si, pero al fin y al cabo son los padres, hermanos y cuñados de su marido y les debe respeto y un intento de mantenerse unidos con éllos».

Mi amigos cumbrero me ha pedido que si encuentro alguna solución a este problema, no deje de comunicársela, pues por encima de todo, quiere que el matrimonio de su hija y su yerno sea feliz y duradero, pero que al paso que va, tiene demasiados signos externos para que no dure mucho tiempo. Lo de la olla a presión que va a explotar es una realidad inmediata.

Si tienen algún comentario, no dejen de comunicármelo a www.micumbre.com