Cómo recuperar el matrimonio después de un divorcio.


ESCUELA PARA PADRES

Cómo recuperar el matrimonio después de un divorcio.

  • Los 16 motivos principales por los que algunos divorciados piensan y desean volver a casarse con su excónyuge.
  • Las 6 causas principales que dificultan, el volver al matrimonio con la misma persona.
  • Los 4 conceptos indispensables, que tienen que negociar los exesposos, para intentar conseguir un proceso de reconciliación.
  • Los 11 ideas a tener en cuenta, en cada concepto a negociar.
  • Las 29 preguntas necesarias, para conocer la situación antes de entrar en negociaciones.
  • Las 10 cosas que deben hacer los excónyuges, para intentar recuperar su matrimonio.

3,779 Palabras. Tiempo de lectura 14:00

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Más vale lo malo conocido, que lo bueno por conocer. Este antiguo refrán, ayuda a muchos a volver a explorar la forma de cómo recuperar su antiguo matrimonio, después de haberse divorciado. Nadie puede decir que esta tarea será fácil, pues implica mucho esfuerzo y una gran voluntad y dedicación. Pero todo se verá recompensado, al sentir plena satisfacción de haber obrado con amor, por el bien de los dos. Nunca deben olvidar los cónyuges, que cuando tomaron la irrevocable decisión de casarse, se estaban comprometiendo a “querer querer”, es decir, hacer todo lo posible para mantener vivo el amor.

Hoy en día muchos de los matrimonios religiosos, civiles o vivencias en parejas, al cabo de muy poco tiempo, terminan en divorcios. Después los divorciados vuelven a casarse, por diferentes procedimientos. Pero hay muchos cónyuges, que meditan bien lo que han hecho, durante el procedimiento de su divorcio y después de él, y se dan cuenta de los errores cometidos y quieren volver casarse con su ex-cónyuge.

No es fácil volver a casarse después de un divorcio y mucho menos, hacerlo con el ex cónyuge. Pero no es imposible, es cuestión de quererlo, estudiarlo y poner muchas energías para intentar conseguirlo. Se dan muchas circunstancias, que prácticamente imposibilitan volver a casarse con la misma persona.

Para asegurar la concordia y superar la crisis producida por un divorcio, hace falta mucha comprensión, esfuerzo, diálogo, entendimiento y cooperación, basadas en las reglas de oro, para afrontar situaciones difíciles. No hay que esperar, a que el otro tome la iniciativa. Cuando se quiere generar un cambio, basta con que uno emita o perciba alguna actitud positiva, para que se empiece a desatar una corriente de entusiasmo hacia el cambio. Pero esto, exige combatir la situación originada por el divorcio, aunar voluntades para lograr el bien común y para vencer  los egoísmos,  pesimismos y triunfalismos.

Los 16 motivos principales, por los que algunos divorciados piensan y desean volver a casarse con su excónyuge:

1.      Educar a los hijos. Después del divorcio, se dan cuenta del daño presente y futuro que su divorcio ha producido, en los hijos a los que tanto aman. No encuentran otra manera de arreglar ese error, nada más que intentando hacer nuevamente las paces con su excónyuge. La desgracia que han originado a sus hijos, les perseguirá a ambos toda la vida, si no intentan recuperar su matrimonio, para ofrecerles un hogar seguro y nuevamente lleno de amor. Por favor lean: Divorcio. Los hijos siempre lo primero

2.      Sacar adelante a los hijos biológicos o políticos, en una familia con su padre y con su madre, para ayudarles a que se eduquen como se merecen, en los estudios, en la religión, en la educación y en la sociedad en general. Dentro de una familia normalizada, levantándoles el castigo, que los padres les han impuesto sin merecérselo.

3.      Cuestiones económicas, presentes y futuras. Cada uno de los excónyuges por separado, tiene muchísimos más gastos y normalmente, menos ingresos, lo que hace más difícil la vida para ellos y para los hijos.

4.      El arrepentimiento. De alguna o algunas maldades realizadas durante el matrimonio, que fueron las que originaron el divorcio, y ahora querer enmendar lo mal realizado.

5.      El no haber cumplido las promesas hechas en el matrimonio, de fidelidad y permanencia, hasta que la muerte les separe.

6.      Al resurgir los rescoldos de amor, que permanecían latentes y por algún motivo, se reavivaron.

7.      La soledad. Sentida como castigo de las cosas mal hechas, incluyendo la ausencia de los hijos y de los familiares más queridos.

8.      Al haber desaparecido las causas propias o ajenas que originaron el divorcio.

9.      La petición de reconciliación sincera, por parte del excónyuge.

10.   El perdón ofrecido y recibido. Si no hay un proceso de perdón y reconciliación total, que elimine los rencores, soportado con un firme propósito de la enmienda, no habrá una reconciliación plena.

11.   Los bellos recuerdos del pasado, activados por situaciones tales como: Aniversarios, matrimonios de hijos, fiestas, viajes, amigos comunes, etc.

12.   La mala situación social, ante familiares, amigos, trabajo, negocios o vida social, producida por el divorcio.

13.   La falta de relaciones íntimas matrimoniales, junto al exceso de celos, por los posibles amoríos del excónyuge.

14.   Una nueva definición más realista de los objetivos del matrimonio, a corto, medio y largo plazo.

15.   Para tener unas mejores relaciones de trato, comprensión, ayuda y colaboración con el excónyuge, para que pueda crecer más y mejor, humana, profesional y socialmente.

16.   Para mejorar las relaciones con la vida profesional de cada uno, las cuales se perjudicaron por motivos del divorcio.

El primer paso, es el más difícil de dar y el más importante. Con uno de los cónyuges que lo quiera dar, es suficiente para empezar las negociaciones, pues hay muchas veces, que por orgullo o dejadez, nadie lo quiere dar. Los hijos, familiares muy cercanos, consejeros profesionales o amigos, son los que se suelen encargar de animar a uno de los dos, a que de primer paso de acercamiento. También pueden utilizar la intervención de sacerdotes, pastores, rabinos o imanes, según la religión que profesen.

Las recuperaciones matrimoniales, deben estar condicionadas a nuevas capitulaciones matrimoniales, contratos matrimoniales o simples acuerdos, escritos, que eviten los problemas que anteriormente ocurrieron o que se prevean pudieran ocurrir. Para ello es conveniente, en replantearse nuevamente las preguntas y condiciones, que no se hicieron en el primer matrimonio. Leer: 190 Preguntas prematrimoniales para formar una familia fuerte.

Al comenzar una nueva vida matrimonial, cada uno de los cónyuges, sabe muy bien lo que quiere y lo que no quiere, en su nueva relación. Tienen que enfocarse en los motivos, que les han vuelto a unir, y trabajar mucho en los motivos que les separaron, para que no vuelvan a ocurrir.

El soporte de las naciones son sus familias. Como sean las familias, así es y será la nación. Y el soporte de la familia, es el matrimonio. Si se rompe el matrimonio, por repercusión, se romperá también la nación. El matrimonio solamente es la unión de un hombre y una mujer, iguales en dignidad, distintos y complementarios. Si desgraciadamente naufraga esta unión, los hijos tendrán que ser criados y educados, solo por un hombre o por una sola mujer, y esos náufragos sufrirán enormemente.

Nadie puede ignorar o minimizar, el papel decisivo de la familia, célula base de la sociedad, desde el punto de vista demográfico, ético, pedagógico, económico, político, social, etc. Sin la verdad del matrimonio, el organismo vivo, que es la sociedad, se desintegraría. Se pondría en peligro el hombre mismo, la familia como núcleo, capaz de vencer todos los obstáculos, económicos, jurídicos y políticos, a los que se enfrenta.

Los cónyuges deben evitar a toda costa el divorcio, pero si ocurriera, tienen que intentar reconciliarse lo más pronto posible, entre otras cosas, para no hacer sufrir a lo que no tienen culpa alguna, principalmente a los hijos y al resto de la familia.

El término “vida liquida” se aplica a los que viven, sin mantener ningún rumbo determinado. Como el líquido, que no mantiene por mucho tiempo una misma forma. Los que creen, que el divorcio les va a proporcionar un final rápido. Son los mismos que creen, que tienen las habilidades para librarse, sin mirar las consecuencias, de las cosas que no les gustan y los que no son capaces de  ponerse al día, de los acontecimientos o problemas que ellos mismos han originado, y que necesitan un cambio drástico de enfoque, para solucionarlos. Un divorcio nunca debe pillar a nadie por sorpresa. Lea: Matrimonios de alto riesgo. 17 banderas rojas que deben corregirse para evitar el divorcio A todos los matrimonios que han finalizado, hay que darles la oportunidad de un nuevo comienzo.

Las 6 causas principales que dificultan, el volver al matrimonio con la misma persona:

1.      En el proceso de divorcio, se abrieron tantas heridas y se hicieron mutuamente, tanto daño que ninguno de los dos, ha quedado capacitado para volver a intentarlo.

2.      Nuevas familias constituidas, incluso habiendo tenido hijos.

3.      Cuestiones económicas, de negocios o herencias.

4.      Nueva situación social, habiendo mejorado ostensiblemente el ex-cónyuge.

5.      Problemas agravados de salud, que el ex-cónyuge ya no quiere admitir.

6.      La distancia geográfica o del tiempo.

Cuando una de las partes, quiere iniciar un proceso para recuperar su matrimonio, después de un divorcio, un buen camino es comenzar nuevamente, por donde empezaron en su primer matrimonio. Acudir al sacerdote, pastor, rabino o imán ante el que contrajeron matrimonio y exponerle los deseos de reconciliación.

También tienen que buscar un religioso experto o consejero matrimonial, especializado en recuperaciones matrimoniales, para que les ayude a poner en orden, esos deseos de reconciliación y encargarle, que haga la primera gestión de aproximación, ante el excónyuge. Los problemas importantes y difíciles, no se solucionan con pequeños parches, los tienen que solucionar los especialistas con experiencia. Ambos tendrán que trabajar mucho, para poner los nuevos cimientos en cada una de las nuevas etapas. Este gran problema, solo se puede solucionar con mucho esfuerzo, voluntad, paciencia, humildad y conocimiento.

Es muy difícil, pero no imposible, que se produzca la recuperación de un matrimonio después de un divorcio, si ese deseo, no está basado en un fuerte compromiso religioso, donde prime el perdón, la reconciliación y el propósito de la enmienda. Sin el soporte de la religión, no se recuperan los matrimonios después de un divorcio, a no ser que sea por egoísmo o conveniencia material de los cónyuges. La religión es lo único que les puede dar fuerzas, a ambos, para andar por el camino adecuado y limar las asperezas para no cometer nuevos errores, que les alejen más de las prácticas religiosas. El camino de la recuperación será largo y áspero, pero la alegría de poder vivir la fe y la familia en toda su amplitud, dentro de la plena comunión con la religión, hace que puedan superarse todos los obstáculos.

Lo verdadera ventaja, empieza cuando uno de los cónyuges, quiere volver a su antiguo matrimonio, con eso ya tienen dado el primer paso, que es el más difícil. Ahora es cuestión de volver a intentar enamorarse, como hicieron en el noviazgo. Pero ahora tienen la gran capacidad de la madurez,  y del mutuo conocimiento de las luces y sombras de cada uno, de lo que les gusta y de lo que les disgusta, de los puntos fuertes y de los puntos débiles, de ambos. Más el beneficio adicional, de que también uno y otro, se conocen perfectamente y sabrán cuando dicen la verdad, toda la verdad o solamente una parte de la verdad.

Otra ventaja es cuando existe algún hilo de comunicación con el excónyuge, mantenido por los contactos con los hijos comunes, familiares, amigos, etc. Ya solamente falta convencerle, de que reflexiones y negocie, unas nuevas condiciones de convivencia matrimonial.

Nadie debe echarse para atrás, si el excónyuge dice: “Tengo que pensarlo”, “No es el momento, más adelante veremos”, “Tengo otra relación”, y un largo repertorio. Pueden ser mentiras piadosas, estrategias de aplazamiento para madurar la decisión, manipulación, miedo a tomar decisiones, etc.

“Tengo un pretendiente que promete darme mucho amor y cuidar de los hijos”. Ese amor que le prometen, no es ni más ni menos, que el mismo amor que se prometieron los cónyuges en su día, pero que por diferentes circunstancias, no cumplieron. Ahora es el momento de perdonar y ser perdonado. Tienen la edad y madurez intelectual perfecta, para ambos entender la situación presente y la que se les puede avecinar, si no quieren enderezar sus rumbos. Ahora es cuando ambos, deben trabajar en profundidad las 10 preguntas, desglosadas por temas, que indico al final.

La situación de unos nuevos padrastros, normalmente suele ser una bomba de tiempo. Lo que más puede ayudarles a repensar sobre la recuperación de su matrimonio, después del divorcio, es el amor a sus hijos biológicos, si es que tienen. El intentar no someterlos a un nuevo padre o a una madre, no suele funcionar y normalmente agrava más las cosas, a los hijos. Aunque siempre hay excepciones, pero va a ser muy difícil que los padrastros, pueda educar y querer a las hijos de Vds. además de los que aporten ellos, o puedan llegar. Bastante han tenido que sufrir sus hijos con el divorcio. Denles una nueva oportunidad.

Los exesposos antes de empezar las conversaciones, para recuperar su matrimonio, tienen que saber si todavía les queda algún rescoldo del amor que se prometieron y en alguna época, se tuvieron. Tienen que saberlo, para valorar si pueden empezar una nueva vida. Tienen que ver si hay presiones o compromisos adquiridos, durante su ausencia del matrimonio, cuáles son y si se pueden solucionar, ayudándose mutuamente.  Si están dispuestos a dejar atrás ese tiempo, en el que han estado divorciados y romper con todos los conceptos, que les llevaron al divorcio y al tipo de vida mantenido después del divorcio.

            Los exesposos tienen que valorar muy bien, si están capacitados para volver a comprometerse nuevamente para toda la vida, como en teoría hicieron cuando realizaron su matrimonio. Ahora ya saben en lo que fallaron y lo que no tienen que hacer, y así no volver a fallar.

Los problemas grandes no se solucionan con pequeños parches. Tendrán que poner los nuevos cimientos, para la siguiente etapa. Por lo que van a tener que trabajar mucho, fuerte e inteligentemente, si ambos quieren recuperar su matrimonio.

Los 4 conceptos indispensables, que tienen que negociar los exesposos para intentar conseguir un proceso de reconciliación: (Si quieren y pueden, pongan por escrito estos conceptos, para que cuando los negocien, no se olviden de ningún punto).

1.      10 condiciones obligatorias que exigen cada uno de los excónyuges, para iniciar el proceso de reconciliación.

2.      10 cosas que tienen que hacer cada uno de los excónyuges voluntaria, personal y conjuntamente, para iniciar el proceso de reconciliación.

3.      10 cosas que no deben hacer ninguno de los excónyuges, para poder iniciar un proceso de reconciliación.

4.      10 cosas que debemos hacer, por separado y conjuntamente con nuestros hijos y familiares, para que nos ayuden iniciar el proceso de reconciliación.

Parece que estas preguntas están cruzadas entre sí, o duplicadas, pero cada una, está en su contexto y deben relacionarse con los conceptos indicados a continuación:

Los 11 ideas a tener en cuenta, en cada concepto a negociar:

1 Compartir  las tareas domésticas.

2 Cuestiones  económicas, pasadas, presentes y futuras.

3 El trato mutuo, pasado y futuro.

4 Forma de convivir en las relaciones con los hijos anteriores y posteriores al divorcio,      si es que los hubiera.

5 La administración de los ingresos, gastos y ahorros.

6 La conexión con las familias políticas y las amistades.

7 La correlación con la vida profesional de cada uno.

8 La definición de los objetivos a corto, medio y largo plazo, los medios para      conseguirlos y las normas para comprobar los aciertos y desvíos.

9 La participación en la vida social.

10 Las prácticas religiosas, realizadas en común o por separado.

11 Las relaciones íntimas matrimoniales.

Procesar, meditar y contestar estas preguntas, va a suponer mucho trabajo y esfuerzo mental a ambos excónyuges, pero «el que algo quiere, algo le cuesta». Todas estas respuestas bien ordenadas, les pondrán mucho más cerca, de poder llegar a un acuerdo de recuperación de su matrimonio. Ambos necesitan tener aliados a sus respectivas causas, para que puedan ser felices con la recuperación de su matrimonio. El camino para intentar iniciar una nueva etapa de sus vidas, es muy difícil, pero apasionante y compensará todos los esfuerzos que se hagan.

Son dignas de elogio las personas que tienen la entereza, inteligencia, fuerza de voluntad y humildad, para pedir un consejo que les permita explorar, la posibilidad de resolver su situación. La gran mayoría prefieren rumiar sus penas, antes que pedirlo.

Las 29 preguntas necesarias, para conocer la situación antes de entrar en negociaciones: Estas preguntas y sus respuestas, les pueden ayudar para explicar sus situaciones a los mediadores o consejeros.

1.      ¿Alguno de sus hijos bilógicos o ajenos, se oponen a que se reconcilien?

2.      ¿Antes de divorciarse, fueron a consultarlo con algún sacerdote, pastor, rabino, imán o consejero matrimonial, según la religión que profesaban?

3.      ¿Cuál es la situación religiosa de cada uno?

4.      ¿Cuáles han sido las principales características de cada una de sus vidas, durante el matrimonio?

5.      ¿Cuáles han sido las principales características de cada uno, vidas durante el matrimonio y después de su divorcio? (Nuevos noviazgos o matrimonios, nuevos hijos, nuevos negocios, vida económica, vida social, etc.)

6.      ¿Cuáles son las diferencias en edad, educación académica y social?

7.      ¿Cuáles son los motivos, por los que cada uno quiere recuperar su matrimonio?

8.      ¿Cuáles son los motivos por los que se divorciaron?

9.      ¿Cuánto tiempo estuvieron de novios?

10.   ¿Cuánto tiempo hace que se casaron y se divorciaron?

11.   ¿Cuántos años tiene su excónyuge?

12.   ¿De qué vive cada uno?

13.   ¿Después del divorcio, han mantenido relaciones fluidas con sus respectivos familiares políticos?

14.   ¿Estaban en acuerdo o en desacuerdo sus respectivos familiares, durante su noviazgo, cuando se casaron y cuando se divorciaron?

15.   ¿Fue divorcio amistoso o pleiteado?

16.   ¿Han dado algún paso de acercamiento entre los excónyuges?

17.   ¿Han utilizado la intervención de algún consejero matrimonial o han estudiado sus respectivos casos en libros, artículos, etc.?

18.   ¿Hay alguna circunstancia especial en su noviazgo, durante el matrimonio, en el proceso de divorcio o después del divorcio?

19.   ¿Hubo nulidad matrimonial religiosa o solamente divorcio civil?

20.   ¿Qué objetivos tienen si consiguen recuperar su matrimonio?

21.   ¿Qué profesiones o actividades tienen cada uno, antes y después del divorcio?

22.   ¿Quién de los dos, pidió el divorcio?

23.   ¿Quién de los dos se fue de la casa, y si fue por orden judicial o por voluntad propia?

24.   ¿Se repartieron los bienes gananciales, si es que los había?

25.   ¿Si tienen hijos del matrimonio, cómo se los adjudicó el juez y bajo qué condiciones de cuidado, visita y manutención?

26.   ¿Su matrimonio fue religioso, civil o unión libre?

27.   ¿Suscribieron capitulaciones prematrimoniales o contratos previos al matrimonio, y los han cumplido o los tienen pendientes?

28.   ¿Tienen hijos comunes o aportados de anteriores matrimonios?

29.   ¿Tienen sentimientos de remordimiento, en relación con su compromiso religiosos, sociales y familiares, por no haber cumplido con las promesas matrimoniales, de mantenerlo hasta que la muerte les separe?

Es muy importante que analicen previamente: Cómo fueron al matrimonio, cómo deberían haber ido y cómo deberán ir, si llegan a un acuerdo de recuperación del matrimonio. En el caso de que lleguen a un acuerdo, examinen en profundidad, cuáles fueron los conceptos que fallaron y que provocaron su divorcio. Por favor lean: 190 Preguntas prematrimoniales para formar una familia fuerte.

No se dejen manipular por terceras personas: Hijos, padres, familiares, amigos, etc. Distingan el trigo, entre la paja. Es muy posible que incluso haya personas cercanas a Vds., que tengan interés en que Vds. no recuperen su anterior matrimonio y empiecen juntos una nueva vida. Estos suelen ser activistas solapados, exigentes y muy activos emocionalmente.

Las 10 cosas que deben hacer los excónyuges para intentar recuperar su matrimonio:

1.      Analizar entre los excónyuges los motivos, errores, hechos y estilo de vida que les condujeron al divorcio, para poder poner los medios, para que no vuelvan a ocurrir.

2.      Asegurarse de saber a dónde se quiere llegar, con la recuperación del matrimonio.

3.      Comprobar si el excónyuge se ha apaciguado, de la situación inicial de enojo, producida por el divorcio.

4.      Darse un tiempo prudencial, para que se cierren las heridas que se produjeron.

5.      Demostrar al excónyuge que juntos, pueden luchar por tener una nueva oportunidad de matrimonio, en beneficio de ellos mismos y de los hijos, si los hubiera.

6.      Evidenciar al excónyuge que se tiene la madurez, fortaleza, prudencia y humildad necesaria, para ceder en lo que sea razonable, con el fin de alcanzar nuevamente la felicidad matrimonial de los dos.

7.      Preparar una buena declaración de arrepentimiento, petición de perdón y propósito de la enmienda, junto a evidencias suficientes que demuestren lo que se dice y se hace.

8.      Probar que han desaparecido las causas, conocidas o desconocidas en su tiempo, que originaron el divorcio y que, ya ha puesto los medios para que no vuelvan a suceder.

9.      Reflexionar sobre el balance religioso, familiar, económico, social, emocional, de salud personal y familiar, etc. de lo que ganaron y perdieron con el divorcio.

10.   Valorar lo que compartieron y alcanzaron juntos, durante su matrimonio, recordándose de los buenos momentos que tuvieron.

Nadie quiere volver a pasar la dolorosa y traumática experiencia de los divorcios, por lo que todos los esfuerzos que se hagan son pocos, para tener la completa certeza, de que no volverán a ocurrir. Deben realizar los compromisos personales que sean necesarios, para de mantener los comportamientos que favorezcan a la nueva relación, y no vuelvan a ocurrir los errores anteriores.

En un próximo artículo desarrollaré el concepto: Lo que no hay que hacer si se quiere tener éxito en la recuperación del matrimonio.

Si tiene algún comentario, por favor escriba a francisco@micumbre.com

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  1. 1 90 Preguntas sobre la infidelidad matrimonial, una de las causas principales de los divorcios | Mi Cumbre Trackback en 16 16-06:00 abril 16-06:00 2013 a las 11:47 am
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