ESCUELA PARA PADRES
Padres, eduquen a sus hijos sobre los peligros de la NUEVA ERA (New Age)
Algunos artículos relacionados:
- Religión. Prácticas que la atacan y que sus hijos deben conocer para evitarlas.
- Padres, enseñen Religión a sus hijos. (26 Preguntas).
- 10 Cuestiones religiosas y humanas que debo dialogar profundamente con mi pareja, antes del matrimonio.
3,415 Palabras. Tiempo de lectura 13:00 minutos aproximadamente.
En el libro sobre la Nueva Era (New Age), escrito por un sacerdote nacido en Lima (Perú) en 1967, D. Gonzalo Len, doctor en Teología por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, que ha dedicado varios años al estudio de este fenómeno denominado así por parecer que a la Edad Antigua, la Edad Media y la Edad Contemporánea, ha sucedido una Nueva Era, (en inglés New Age) que se caracteriza por una nueva concepción de la vida, y que no es una nueva religión, ni una secta nueva, sino una nueva forma de ver el mundo, con pretensiones de novedosa filosofía de múltiples consecuencias y derivaciones prácticas y teóricas que se observan en muchos detalles.
También se suelen usar otras denominaciones, como “Era de Acuario”, “Espiritualidad Alternativa”, “Nuevo Pensamiento”, “Holística” (derivado del griego “olos” que significa “todo”; por ejemplo, “holocausto” que es “todo quemado”).
Entre estos detalles están las nuevas formas de expresión que se van extendiendo como una moda, como por ejemplo: ”conciencia superior”, “Armonía profunda”, “meditación transcendental”, “realización del yo”, “pensar en positivo”, “actuar en planetario”, “que la Fuerza te acompañe”, “potencial creativo”, “estado de bienestar”, “buen rollo positivo”, “kinestología holística”, etc.
Esta nueva moda se manifiesta como un gran pulpo con muchos tentáculos que aparecen en diversos campos de acción: en la Medicina, el Arte, la Literatura, el cine, el pensamiento filosófico, y hasta en el comercio. Arraiga entre gente del primer mundo, es decir, el que llamamos occidental, desarrollado, y en un principio, entre gente joven de clase media-alta, entre 20 y 25 años que, como dice el obispo de Ciudad Rodrigo, D. Raúl Berzosa, que hace el preámbulo de dicho libro: “ tienen el estómago lleno, pero la cabeza y el corazón, vacíos”; y los tienen así porque están alejados de la comunidad cristiana, y como el ser humano necesita elevar el espíritu hacia lo desconocido, crean y aceptan una serie de sucedáneos de la auténtica religión.
La NUEVA ERA no es que vaya directamente contra las religiones, sino que trata de superarlas desde dentro, o sea, basándose en algunas creencias clásicas, tratando de subvertirlas, de darles nuevos significados, usando para ello nuevas prácticas y expresiones, muchas de ellas en inglés, lo que las hace más aceptadas por los jóvenes: “metaphisic center”, “Channeling”, “Connecting”, “redes sociales” pues estar siempre conectados las hace más extendidas, “clínicas de felicidad”, “cienciología”, “Nueva gnosis”, etc.
Todo esto denota que en el hombre, lo religioso o espiritual no se ha eclipsado, sino que en la nueva sociedad, alejada de la tradicional, crea su propia religión, gnóstica, deletérea, globalizada, y como tal novedad, por el mero hecho de serlo, ya es aceptada por muchas mentes jóvenes, a las que se promete un mundo nuevo de paz, salud, armonía personal y social, y todo eso mediante unas prácticas o técnicas, algunas de tipo oriental, contacto con la naturaleza, prácticas novedosas que atraen, incluso a cristianos porque en parte usan vocabularios e ideas clásicas, aunque les dan otra versión.
LA NUEVA ERA tiene antecedentes varios pero se suele considerar como su principal personaje a DAVID SPANGLER, nacido en USA en 1945 que aunque inició estudios universitarios para licenciarse en Ciencias, lo que más le atraía era la Metafísica; en 1964 dio una primera conferencia sobre NUEVA ERA y escribió en 1967 un libro “La experiencia de Cristo y la Nueva Era” y también muchos artículos, así como algún libro más sobre ese tema. Vino a Europa y en Escocia contribuyó a la creación de la llamada Granja de Findhorn, que no se dedicaba solo a cultivos ecológicos, lo que atraía a mucha gente curiosa y donde Spangler inició una escuela de tipo místico, sino que también enseñaban los principios de esa nueva filosofía.
El año 1968, (famoso por las revueltas estudiantiles contra casi todo, cuando surge también el famoso musical “Hair” en Broadway, en California el “hipismo”, y en Suecia la “revolución sexual”), contribuye a la extensión de esa filosofía de la NUEVA ERA. En 1980 aparece un libro de Marilyn Ferguson (1935-2008) poetisa americana, titulado “La conspiración de Acuario”, una especie de manifiesto sobre la NUEVA ERA, del que se vendieron inmediatamente más de un millón de copias, que se tradujo a decenas de idiomas, y que fue calificado por El New York Times, como “la biblia de la New Age”.
La Ferguson propone dos conceptos clave de la NUEVA ERA: la “conspiración” y “el cambio de paradigma”.
La “CONSPIRACIÓN”,(co-inspiración) cuyo significado de es “respirar juntos”, es clave en la NUEVA ERA pues supone el atraer muchas personas y grupos con el mismo anhelo y objetivos comunes; como así sucedió. ¿En torno a qué objetivo o idea común?. El siguiente:
UN “CAMBIO DE PARADIGMA”. Esta palabra viene del griego y significa “modelo, ejemplo”; o sea, un cambio en la forma de pensar actual; de ver la realidad, que propugne un cambio de las ideas y costumbres actuales que, según la autora, están llenas de traumas, de tensiones, lo que demuestra que el actual “paradigma” o “modelo” hay que cambiarlo paulatinamente.
En realidad, hay mucho de cierto en ello, que las ideas y costumbres actuales de la sociedad requieren un cambio. Nuestra Iglesia Católica habla de una “nueva evangelización” también. Claro que, como ya se está demostrando ahora, el paradigma de la NUEVA ERA tampoco ha surtido ningún efecto positivo, sino más bien, a nuestro juicio, lo contrario. La edad de oro que anunciaba para el año 2.000 la NUEVA ERA, de felicidad, de paz, bienestar y armonía, no ha llegado.
Pero en aquellos años 60 esta idea del cambio y de la novedad atrajo a muchos, y se incrustó en la psicología, la medicina, la educación, la política, la filosofía, la espiritualidad y hasta en el comercio.
La realidad actual ha desmentido todos aquellos propósitos y muchos partidarios están desilusionados. Pero muchas de sus ideas siguen vigentes en la cultura post-moderna, y se nota incluso al ir por la calle y ver establecimientos donde se ofrecen técnicas de relajación, prácticas espirituales, alejamientos de la cruda realidad, etc. Aquí, junto a mi parroquia, hay uno de ellos.
DEFINICIÓN DE LA NUEVA ERA Es un nuevo movimiento cuasi-religioso, una nueva cuasi- creencia, un ambiente, un estilo de vida. Es una forma de “milenarismo”, la creencia en la venida de una radical renovación del género humano y de la instauración de un estado definitivo de perfección; el milenarismo cristiano surgió en los primeros tiempos, bajo la creencia de que Cristo volvería a la Tierra y reinaría durante mil años hasta el último combate contra el demonio al que vencería en la batalla de Armagedón, todo ello derivado de la lectura del Apocalipsis. (También en algún libro de la NUEVA ERA se habla de una segunda venida de Cristo, pero éste no es hijo de Dios, sino un “avatar”…)
Ferguson, en su libro, dice que “estamos al filo de una NUEVA ERA, la edad de un mundo abierto, una época de renovación en que una energía espiritual sobre la cultura mundial puede dar rienda suelta a nuevas posibilidades”.
DIOS.- Para la creencia de la NUEVA ERA no existe un Dios creador; no existe una distinción entre Dios y naturaleza, sino que es lo mismo: lo que nosotros llamamos Dios para ellos es La Fuerza, (como se dice en “La guerra de las galaxias”), una fuerza inmanente al cosmos. De ahí el culto a los bosques, (recordemos la película “Avatar”); la Tierra se llama “Gaia”, un organismo vivo, con una conciencia impersonal.
La VERDAD objetiva no existe; cada uno tiene su propia verdad, basada en la experiencia personal y cada uno se pondrá la ley que considere oportuna. No van en contra de las religiones existentes y tradicionales, pues se dice que son producto de un tiempo determinado, verdaderas para los que la crearon, pero que ahora están obsoletas, superadas. En la NUEVA ERA el individuo crea su propia doctrina con arreglo a la cual consigue su propia felicidad y salvación.
La NUEVA ERA se presenta como una alternativa a lo tradicional; lo cual para los jóvenes es atractivo. No es una secta, no tiene una organización social, no hay Estatutos, sino que es un movimiento cultural, no calificable según las normas jurídicas, un conjunto de espiritualidades, de actividades pseudo-religiosas, de prácticas iluministas. Una poderosa red que carece de dirigentes, pero que tiene coordinadores, mediadores, que convocan alguna sesión de estudio sobre algún tema determinado. Se la ha llamado una red de redes con la misma idea de transformación del “paradigma”.
Así aparecen grupos de médicos, de estudiantes, de profesores de diversas universidades, explicando nuevas formas de curar enfermedades; teólogos díscolos hablando de nueva espiritualidad; se forman redes de políticos diseñando nuevas leyes, ingenieros-analistas de sistemas tratando de encontrar alternativas industriales, etc. A ellos se unen a veces sociedades o asociaciones que los apoyan financieramente; así como artistas, músicos, editores, comerciantes, etc. El mismo Spangler que inició la NUEVA ERA llegó a lamentar la complicidad materialista y el comercio creado alrededor de su idea.
FUNDAMENTOS DE LA NUEVA ERA Es fundamentalmente una nueva manifestación del GNOSTICISMO, una creencia muy antigua, anterior a Cristo, que luego adquiere una modalidad cristiana que fue, sin embargo, condenada por la Iglesia como herética pues consiste en creer que solo unos iniciados pueden conocer las verdades completas sobre Cristo y su religión, que solo ellos las pueden conocer por una preparación especial, además de otras creencias falsas sobre la naturaleza espiritual, que es buena, y el cuerpo material que dicen es malo, por lo que Cristo no podía ser hombre verdadero; aparte de eso se exigían una vida de castigo corporal y gran mortificación del cuerpo para salvarse…
El gnosticismo aparece también en versiones no religiosas, como este caso de la NUEVA ERA El Papa Juan Pablo II dijo en su libro “Cruzando el umbral de la Esperanza” que la NUEVA ERA era un renacimiento de las antiguas ideas gnósticas”.
La NUEVA ERA se basa también en la llamada TEOSOFIA, conocimiento de Dios por medio de experiencias individuales, prácticas de tipo espiritual, aunque para unos Dios es Alguien, y para otros es Algo. Este movimiento funda la Sociedad Teosófica en Nueva York, en 1875, y viene a ser una mezcla de elementos cristianos, budistas e hinduistas. La New Age recoge estas ideas y muchas de las prácticas de religiones orientales, incluso creen en la reencarnación, aunque con unas características diferentes a la oriental; para la NUEVA ERA es algo positivo en lugar de una maldición. En el hinduismo, la reencarnación es un castigo para quien no se ha desprendido en su vida de lo mundano; queda enganchado en la rueda de reencarnaciones y podría ascender, pero también condenarse a la nada; en la NA, la reencarnación siempre es positiva, hacia una vida mejor, más perfecta, hasta convertirse en un “ser divino”.
Otro concepto de la NUEVA ERA es la “hipótesis de GAIA”, según la cual la Tierra es un ser viviente, un organismo vivo, y el hombre no es sino uno más entre otros seres con quienes debe interrelacionarse. El individuo forma parte del Todo, no tiene un lugar especial en la Creación, no tiene una dignidad especial diferente a los otros seres.
LAS TERAPIAS ALTERNATIVAS. Como ya decíamos anteriormente, la NUEVA ERA ofrece una serie de terapias tal como podemos comprobar si, por ejemplo, leemos los largos carteles puestos en la entrada de alguna de sus “clínicas”: métodos, técnicas, medicinas naturistas, reuniones, gimnasias suaves, (como el yoga), los masajes de diverso tipo, las técnicas de relajación, experiencias que prometen una vida sana, equilibrada, control personal, paz, felicidad y también el cambio de la conciencia o su expansión… Muchas veces nos llegan a través de Internet archivos que transpiran ideas de NUEVA ERA.
Expresiones de este movimiento son, por ejemplo, la Sofrología (volverse sabio), el método Silva de Control Mental; la Delfinoterapia, la Risa y la salud, diversos métodos, incluso se recomienda el Camino de Santiago…Y como clases de Medicina alternativa: la acupuntura, la Homeopatía, la alimentación macrobiótica, los Biorritmos, la Fitoterapia, la Medicina Biomolecular, la Digitopuntura, las “flores de Bach”, etc. etc. y más conocidas, las Meditación Transcendental y la Zen (ambas a base de repetir Mantras o incluso frases sin sentido.) Se habla también de “Channeling” (canalización), captación de mensajes por medio de personas especializadas, médiums, mentalistas, personas con poderes especiales.
Hay también el recurso a las “ciencias mancias”: la Quiromancia, la Cartomancia (el Tarot), Auromancia, Cafemancia, la Velomancia…etc. Se fomentan, pues, las supersticiones.
UNA MIRADA CRÍTICA A LA NUEVA ERA.
Hemos de preguntarnos qué significa la NUEVA ERA para nosotros, los cristianos; qué supone desde el punto de vista de nuestra Religión y desde la razón. La NUEVA ERA no es algo divertido, curioso, inocente, con resultados neutros, inocuos. Todo lo contrario. El cardenal Norberto Rivera, en su “carta introductoria a la instrucción pastoral sobre la New Age” (México, 1996) decía: “si no fuera una realidad tan insidiosa y bien camuflada, quizá no me ocuparía tanto…pero el hecho de que se disfrace con tanta astucia y logre contaminar tantos aspectos de nuestra vida diaria sin llamar la atención, me hace temer, sobre todo por los más desprevenidos y vulnerables de los católicos”.
Hay que reconocer que la NUEVA ERA ha sabido tocar algunas fibras del corazón humano, que utiliza palabras como paz, armonía, energía, ondas, vibraciones, irradiaciones, etc. que llaman la atención de muchos, incluso cristianos pues utiliza palabras que pertenecen al acervo de las religiones tradicionales, pero desviando completamente su significado.
Jesús, para la NUEVA ERA no es el Hijo de Dios, el Verbo encarnado, hecho hombre para nuestra salvación. Lo valora como un profeta o sabio maestro, como una encarnación de la “energía del Cosmos”. Para la NUEVA ERA, Dios es todo y todo es Dios, una especie de panteísmo, no hay diferencia entre Dios y el mundo, ni un encuentro entre Dios y el hombre pues el hombre es también parte de ese Dios. Las experiencias místicas son “una proyección de Dios por parte del hombre”, o sea, que nosotros somos en cierta manera los que creamos a Dios.
Para la NUEVA ERA ”comenzamos a descubrir el “potencial humano”, las posibilidades abismales de la mente humana, capaz de conducirnos a una grandeza, a un nivel de desarrollo que no somos capaces de imaginar. El hombre, con una ética adecuada, lo puede todo” Esto es puro gnosticismo. “No hay demonios, sino que el Mal es un desequilibrio que el hombre, por ignorancia o por un error, se provoca a sí mismo y, por tanto, al universo. La salvación del hombre es la felicidad que él mismo sabe encontrar. No hay un Salvador ajeno”. En términos cristianos podemos decir que la NUEVA ERA es una especie de “pelagianismo”: cada uno se crea el propio camino; es la autosuficiencia humana. El hombre es un ser religioso pero Sin Dios.
Claramente vemos el contraste con nuestra religión: nuestra salvación, nuestra justificación (usando un término del gusto de los protestantes) es obra de la gracia de Dios, que exige, eso sí, que el hombre la acepte y reciba libremente. Pero esta verdad, es negada por la NUEVA ERA para quien la Verdad objetiva no existe, depende de uno mismo, de su libre voluntad; recordamos la ingeniosa frase de Zapatero, (Ex presidente socialista de España) muy de la NUEVA ERA: ”la libertad os hará verdaderos”…
Las CONSECUENCIAS de aceptar esas ideas tan relativistas, son claras a la hora de escoger unos valores; eso dependerá de cada cual: para unos el uso de drogas, o el aborto, la manipulación genética, la eutanasia, el llamado “amor libre” (que no es amor), las uniones de hecho de parejas incluso de homosexuales. Como decíamos, el pecado no existe, solo hay errores… Todo ello se refleja en la llamada “ideología de género”, que como ya veíamos en otra charla, expandida por organismos oficiales, desde la ONU, hasta los diferentes parlamentos, han introducido leyes que nos parecen contrarias a la propia naturaleza humana.
¿HAY ALGO APROVECHABLE? Hay algunas de las llamadas “terapias alternativas” que, en realidad no son creación de la NUEVA ERA, sino adoptadas, y algunas son saludables, pero otras o son inútiles o incluso nocivas. La Medicina y la comunidad científica tiene más credenciales y experiencia para detectar cuales son unas u otras. No deben tomarse, como la NUEVA ERA cree, con un “valor sacramental”…
La meditación transcendental que ofrece la NUEVA ERA no es la meditación cristiana. Aquella se centra en uno mismo, busca la relajación, la abstracción de todo lo exterior, la concentración. La cristiana es una meditación que sale de uno mismo y se dirige a la contemplación de Dios, de su Palabra, se dirige a su hijo Jesucristo, etc. Algunos teólogos dicen que conviene hacer antes unas respiraciones especiales, una cierta gimnasia, copiando algo de lo oriental, pero ello es optativo y no necesario, lo importante es meditar en Dios y en lo que nos pide.
La “energía cósmica” que pregona la NUEVA ERA supone que todo es energía: Dios (lo que ellos entienden por tal), el hombre, y el mundo; todo forma parte de esa gran unidad. No podemos confundir esa clase de energía con la que necesitamos continuamente para desarrollar nuestras actividades diarias.
CONCLUSIONES: La NUEVA ERA hace una crítica de la sociedad que coincide, en parte, con la que hacemos los cristianos: abandono de lo espiritual, la poca conciencia ambiental, desequilibrio ecológico, materialismo, insolidaridad, violencia, etc. busca unir lo que la Ilustración había separado: fe y razón, vida cotidiana y vida espiritual, excesivo cientifismo, etc. Pero lo que ocurre es que da respuestas equivocadas y por sus conclusiones acabamos otra vez en situaciones similares a las que critica. La NUEVA ERA no deja de ser sino una ilusión, una quimera frente a los auténticos problemas del hombre. No es una respuesta auténtica a los problemas de la humanidad.
En definitiva, hay una radical incompatibilidad entre la NUEVA ERA y la fe de la Iglesia. No es posible ser cristiano y “newager”. No tiene cabida el cristianismo, aunque lo nieguen ellos e incluso algún cristiano despistado lo afirme.
Juan Pablo II mencionó a la NUEVA ERA en la visita que hicieron “ad limina” los obispos de USA en 1983 y dijo que “las ideas de la Nueva Era a veces se abren camino en la predicación, las catequesis, congresos y retiros, y así llegan a influir incluso en los católicos practicantes que tal vez no son conscientes de la incompatibilidad de esas ideas con la fe de la Iglesia”.
El Papa Benedicto XVI en su encíclica “Caritas in veritate” dice: “El mundo de hoy está siendo atravesado por algunas culturas de trasfondo religioso, que no llevan al hombre a la común unión, sino que lo aíslan en la búsqueda del bienestar individual, limitándose a gratificar las expectativas psicológicas. También una cierta proliferación de itinerarios religiosos de pequeños grupos, e incluso de personas individuales, pueden ser factores de dispersión y de falta de compromiso. Un posible efecto negativo del proceso de globalización es la tendencia a favorecer ciertas formas de “religión” que alejan a las personas unas de otras, en vez de hacer que se encuentren, y las apartan de la realidad”.
El Papa actual, Francisco, en la homilía de la Misa Crismal de 2013 decía a los sacerdotes: “No es precisamente en auto-experiencias ni introspecciones reiteradas como vamos a encontrar al Señor: los cursos de “auto-ayuda” en la vida pueden ser útiles, pero vivir nuestra vida sacerdotal pasando de un curso a otro, de método en método, lleva a hacernos pelagianos, a minimizar el poder de la gracia que se activa y crece en la medida en que salimos con fe a darnos y a dar el Evangelio a los demás.”
¿Qué nos toca hacer a nosotros, los cristianos corrientes? Sencillamente escuchar bien la palabra de Dios, aprender el evangelio, la doctrina de la Iglesia: tenemos un magnífico catecismo universal; es decir, formarnos bien para poder distinguir el grano de la paja, y evangelizar también a los demás, con el ejemplo y, como decía San Francisco de Asís “incluso con la palabra”.