ESCUELA PARA PADRES
¿Quiere que sus hijos vayan a la Iglesia?
- ¿Porque algunos jóvenes no van a la Iglesia?
- ¿Que es lo que no les han explicado sobre su necesaria formación religiosa?
- Los mejores 15 consejos que los padres pueden dar a sus hijos para que vayan a la Iglesia.
La Iglesia continuamente se está reinventando, sin perder la esencia que le ha mantenido viva y pujante, durante más de 2,000 años. Esta cambiando y adaptándose a las circunstancias actuales, de diferentes formas de pensar y de vivir. Los Mandamientos de la Ley de Dios, las virtudes y los valores humanos son los mismos desde el principio.
Antes las iglesias tenían las puertas abiertas y llamaban a los feligreses a través de las campanas. Ahora salen a la calle a buscar personas, en otras denominaciones, en todas las edades, condiciones económicas y situaciones sociales. No son Clubs cerrados, al contrario, se adelantan a las necesidades que tienen las comunidades, para ofrecerles los servicios, que van desde la escolarización, la enseñanza de idiomas, la ayuda en la salud, hasta la conserjería mental, social, legal y económica.
En la Iglesia y en la familia, es donde se aprenden las prácticas religiosas, para circular por el buen camino en esta vida. El hombre necesita la alimentación espiritual, tanto como la alimentación corporal, para conocer y practicar las virtudes y valores humanos.
Sean optimistas. Cuando le digan que la Iglesia, se esta haciendo vieja y que los jóvenes, ya no van a las iglesia, sinagogas, templos, mezquitas, etc. dígales que eso no es cierto, que hay muchos más jóvenes que van a la Iglesia, que los que se quedan fuera. Los que van a las Iglesias son la mayoría silenciosa, los que se quedan fuera suelen ser la minoría que chilla.
Trabajen con los sacerdotes pastores, rabinos o imanes, de la religión que cada uno tenga, para que conjuntamente fomenten entre los padres e hijos esa participación tan necesaria e importante en la vida de los jóvenes, alrededor de sus líderes religiosos
1- Enseñen a sus hijos desde muy pequeños, a practicar la religión, la misma que usted. practica. La que usted. considere que es la mejor, sea católica, protestante, judía, musulmana, budista etc. Pero nunca los eduque, en las prácticas ateas o agnósticas. No deje para mañana lo que tiene que hacer hoy. No vale decir, que los hijos elijan cuando sean mayores, porque entonces será muy tarde. No tendrán formación religiosa, tendrán deformación hacia la religión.
2- El hombre es un ser religioso por naturaleza y es obligación de los padres y familiares, educar a los niños en la religión. Si los padres no lo hacen, lo deben hacer los padrinos o los familiares más cercanos, en estrecha colaboración con los sacerdotes. Bajo ningún concepto, puede criarse a un hijo, al margen de la religión.
3- Eduque a sus hijos en la práctica de las virtudes y valores humanos, enseñándoles que la Fe, con mayúsculas, es el eje central de la vida. Si no los educa en la Fe, no asistirán jamás a la Iglesia. Aunque viva en un país donde exista la cultura laica, de arremeter siempre contra la Iglesia, enséñeles las razones, por las que las leyes de la Iglesia, tienen que estar por encima de las leyes del Estado, aunque también haya obligación de cumplir las del estado. Enséñeles a obrar, en rectitud de conciencia. Haga respetar el derecho que Vd. tiene a ejercitar su libre, indiscutible e irrenunciable derecho de objeción de conciencia ante las leyes que vayan en contra de las Leyes de Dios.
4- No espere, ni pretenda, que sus hijos aprendan ellos solos los aspectos de la religión., Desde la cuna necesitan de sus enseñazas. Aunque seguramente irán a la Iglesia, con más fervor y convencimiento, cuando maduren mentalmente y se den cuenta, de las ventajas que tiene el poner a la Iglesia, en medio de la vida de cada uno.
5- Rece a Dios, con ellos y por ellos, para que puedan entender, que únicamente estando en Comunión con Dios, se puede hacerle frente a las adversidades de la actualidad y tener fuerzas para apartarse del mal.
6- Involucre a sus hijos, junto a ustedes en las actividades de la Iglesia, para motivarles al acercamiento y convivencia, con los otros miembros de la parroquia. Algunas de las cosas donde ustedes no pueda llegar, es posible que otros de la Iglesia puedan ayudarles a hacerlo.
7- Mantenga siempre un dialogo totalmente abierto con sus hijos, dándoles lo mejor de su tiempo disponible. No cuando usted. o sus hijos están cansados. No se asuste con sus preguntas, ni con la interpretación de sus respuestas. En lo que no les haya quedado suficientemente claro, trate de consultarlo con profesionales religiosos. Nunca se acierta a la primera, es cuestión de insistir y volver a insistir, en los análisis religiosos.
8- De ejemplo de sus practicas religiosas, no solamente yendo a la Iglesia, si no en la vida cotidiana, dentro de la casa y en la calle. Mantenga las costumbres religiosas heredadas de sus ancestros, e intente que se le note el convencimiento de asistir a su Iglesia, procurando que sus hijos le acompañen y le vean participar activamente en todos sus actos.
9- Hábleles de sus actividades y prácticas religiosas, internas y externas para que vayan adquiriendo los hábitos, que posteriormente se convertirán en costumbres. De esta forma sus hijos, no preferirán contemplar a los personajes, que la sociedad ha erigido como ídolos mundanos, tales como cantantes, deportistas, artistas, etc.
10- Nunca abandone sus principios religiosos, aunque disienta de algunos hechos o comentarios aislados de su Iglesia. Preparase documentalmente para poder estudiar y rebatir esos hechos, ya que la mayoría de las veces, son ataques que hacen a la Iglesia y no son verdad.
11- Evite educar a sus hijos en el consumismo, en la vida fácil y en el hacer lo que les de la gana. Si se acostumbran a una vida placentera, siempre encontrarán, que todo lo que los enseña la Iglesia, son prohibiciones y sacrificios. Tienen que enseñarles que la Fe es la expresión de la máxima libertad. Nunca es opuesta a la libertad, al contrario, nos hace responsables ante la sociedad.
12- Cuando los de siempre le digan, que hay muy pocos jóvenes en las Iglesias, dígales que tampoco los jóvenes están en la opera, ni están en los consejos de administración de las empresas, ni oyendo música clásica. Es cuestión de madurez y enseñanza. Los que son maduros y bien formados, si van a la Iglesia. Cada cosa tiene su tiempo de ejecución. Demuéstreles, que sus vidas pueden ser divertidas y fructíferas, dentro de la Iglesia y no aburrida y estériles, como algunos piensan.
13- Demuéstreles que con buenos y sólidos principios religiosos, se puede alcanzar mejores relaciones interpersonales, ya sea en su lugar de estudio o trabajo, y que estos principios, se adquieren con una buena practica, de asistencia a la Iglesia y formación en las virtudes y valores humanos.
14- Explíqueles cómo, hay una mayoría silenciosa de magníficos jóvenes, que está en contraposición con la minoría alborotadora, que siempre sale en los medios de comunicación. Hay muchas Iglesias, donde realizan prácticas religiosas, destinadas especialmente para los jóvenes, que están llenas continuamente, por que allí les hablan en un lenguaje que entienden, ya que la liturgia tiene muchas formas, muy convincentes, de expresar el sentido de la Iglesia.
15- Explíqueles que hay una enorme cantidad de organizaciones, ONG’S, llenas de voluntarios jóvenes, que trabajan al servicio de las comunidades, dedicando millones de horas al prójimo. En algunas de las iglesias parroquiales, hay más de 100 organizaciones, puestas al servicio de la comunidad interna y externa. Para algunos, esa es su Iglesia y su forma de pertenencia.
¡Padres! Adquieran la máxima formación religiosa posible y transmítansela a sus hijos, pero no se culpen por no haber hecho lo suficiente por ellos. Ustedes tienen que poner unas fuertes bases, pero son ellos también, los que tienen que ir aumentando continuamente su formación. No se extrañen, si algún hijo les dice que ustedes. no hicieron todo lo que tenían que haber hecho, en su formación religiosa. Es una disculpa, para justificar su actitud ante su falta de religiosidad.
¡Hijos! No echéis la culpa a los padres, por no haberos formado bien en temas religiosos. Es posible que muchas de las cosas que hacéis, tampoco las hayáis aprendido de vuestros padres y sin embargo las hacéis. A partir de ciertas edades, la obligación y responsabilidad de la formación religiosa, os corresponde exclusivamente, a vosotros. Es muy simple decir: Ahora estoy así, por que no me enseñaron mis padres lo suficiente.
Si tiene algún comentario, por favor escriba a francisco@micumbre.com
Si quiere ver otros artículos relacionados, visite www.micumbre.com