ESCUELA PARA PADRES
Qué es la conciencia: Es el conocimiento que un ser tiene de sí mismo, de su entorno y de la realidad. También se refiere al juicio moral personal o colectivo, es decir, la capacidad que reconoce lo que está bien o mal, lo que debemos hacer y lo que debemos evitar.
La conciencia sirve para juzgar y tomar posiciones o acciones, sobre los acontecimientos personales y sociales, por ejemplo: Tener conciencia sobre las consecuencias de las guerras injustas, preventivas, la guerra global contra el terrorismo, la grave situación alimentaria mundial, la crisis de la ecología, el calentamiento global, el reciclado de desperdicios, las injusticias económicas, etc.
No es lícito mantener y consentir una ignorancia engañosa, que acalle y atrofie la conciencia, con actitudes o actividades que no permitan desarrollarla, para así librarse del problema de tener que tomar soluciones. Actuar contra lo que dictamina la conciencia produce remordimiento, que nada mas se cura con arrepentimiento
Los padres y la enseñanza de la conciencia:
Los padres tienen la obligación de ir formando y enseñando a desarrollar la conciencia de los hijos, desde que estos son pequeños y empiezan a discernir lo que es la conciencia, es decir desde que van teniendo uso de razón, para que puedan darse perfecta cuenta, de lo que sucede diariamente en su entorno. No pueden permitir que los hijos estén inconscientes o ignorantes de los grandes sucesos sociales. Sin una conciencia bien formada, no pueden tomar decisiones morales ni sociales, pues se les deformará la conciencia, por motivo de las influencias exteriores, ajenas a los básicos principios de educación familiar, religiosa y social.
En alguna ocasión, tendrán que tomar decisiones morales importantes y no vale decir, que no tenían desarrollado el conocimiento y la conciencia, para entender lo que estaba pasando a su alrededor o lo que podría suceder.
Es imprescindible que los padres tengan un método de formación de la conciencia, tanto para ellos como para los hijos, pues la despreocupación inherente al tipo de vida moderno, junto a los medios de comunicación actuales, hacen relajar la actitud de tener una conciencia activamente bien formada, lo que conlleva a cometer errores, que si se hubieran analizado bien, no se hubieran cometido. Cuando hay una falta de información, o esta es deficiente o insuficiente, se pueden cometer graves errores, que incluso perjudiquen a terceras personas, sin haberlo querido hacer.
Los hijos deben llegar a tener una conciencia muy bien entrenada, desde sus primeros años, para que puedan diferenciar las cosas que están bien o mal hechas, las cosas de las que tienen que hablar y de las que tienen que callar. Esto les hará poner en práctica, las otras virtudes y valores humanos que hayan aprendido y comprenderán mejor a sus amigos, familiares y a la sociedad en general.
Conciencia moral:
La conciencia es la clave de la dignidad humana y el principio del orden moral. Es el núcleo más secreto y sagrado del hombre. Está íntimamente oculta a la vista de los demás y continuamente se enfrenta o acepta las enseñanzas de Dios y ahí se referencia su fundamento y justificación.
En la religión cristiana, la palabra conciencia no debe encasillarse solamente a su significado religioso o moral, es una virtud que los padres tienen que enseñar continuamente a sus hijos, en temas relacionados también con todos los aspectos de la vida en sociedad.
El hombre contemporáneo, puede llegar a matar o adormecer su conciencia, si por su impasibilidad moral, se aleja de los principios básicos.
Cuanto mayor es el predominio de la recta conciencia con las normas de la moralidad, en las personas y en las sociedades, tanta mayor seguridad tendrán, de qué se alejarán de los caprichos y malos comportamientos colectivos.
Una persona o una sociedad, con un alto sentido de la conciencia, no toman decisiones personales, ni colectivas, que vayan en contra de la moral.
Existe en todas las personas un sentido moral innato, que induce a discernir lo que esta bien y lo que esta mal. Es un ojo interior, que tiene la capacidad de orientar los pasos, por el camino del bien y apartarlos del camino del mal. Pero este sentido, debe estar continuamente alimentado, por una correcta información y la practica de buenas obras.
Es importante preguntar a la conciencia si dice la verdad o la mentira. La conciencia no engaña, a no ser que este embrutecida o tergiversada.
La conciencia le advierte y obliga a la persona bien formada, a lo que tiene que hacer, evitar, decir, callar, etc. También es la que valora sus actos u omisiones. Es la que le ordena hacer el bien y prohíbe hacer el mal. Es donde el hombre mantiene un profundo dialogo consigo mismo y sin testigos, que le puedan coaccionar.
La conciencia es la aplicación de la ley moral, a cada caso particular y según las circunstancias que sucedan o que puedan suceder, pues allí está grabada profundamente, la norma objetiva sobre la congruencia de sus decisiones y prohibiciones, en las que se basa el comportamiento humano.
La conciencia no puede prescindir de la verdad en materia de fe y de moral, como el ojo no puede prescindir de la luz. Por lo tanto, está íntimamente unida a la dignidad de las personas, aunque no es algo relativo a cada persona en particular y tiene el derecho inalienable a la verdad.
La conciencia no es una interpretación personal o inventada de la conciencia moral, ante las normas generales de la moral, en cada caso particular de la vida de las personas. La maduración personal de la conciencia de cada individuo, debe ayudar a evitar los inútiles conflictos de conciencia, ante la evaluación de situaciones morales.
La dignidad de la conciencia deriva siempre de la verdad, cuando la conciencia es recta y bien formada. La Iglesia es la formadora de la conciencia para los principios y verdades del orden moral y social.
En la cultura tecnológica actual, surge el peligro de querer manipular la conciencia personal y colectiva, incluso sus exigencias morales. Hay que evitar que el bien, se convierta solamente en lo que agrada o es útil en un momento particular, y el mal sea lo que contradiga, nuestros deseos subjetivos. La verdad moral es objetiva y una conciencia bien formada, siempre podrá percibirla.
Objeción de conciencia:
Es el derecho que tienen todas las personas para no cumplir, ni hacer cumplir, las leyes civiles, mercantiles o militares, en el caso de que estén gravemente prohibidas por la moral y alguien les obligue a hacerlo. Casos más frecuentes:
Padres: Cuando deben ejercerla, porque la enseñanza escolar de los hijos es obligatoria y monopolizada por el Estado, e impone una educación contraria a la moral.
Médicos: Cuando se niegan a realizar abortos, eutanasias, etc.
Militares y policías: Cuando se niegan a cumplir órdenes injustas.
Votaciones políticas: Cuando los candidatos o las leyes a votar, van en contra de la moral.
Objetores de conciencia; Para no ir al ejército cuando es obligatorio hacerlo.
Prisioneros de conciencia: Por ser objetores de conciencia política o religiosa en regimenes totalitarios.
12 Aplicaciones de la conciencia en la vida:
- Examen de conciencia. Por alguna razón, la Iglesia puso como primera condición, de las cinco necesarias, para poder obtener el perdón de los pecados a través del Sacramento de la Confesión.
- Trabajo o acciones hechas a conciencia. La mejor forma de definir un trabajo o una acción bien hecha. Principalmente los trabajos artesanos, hechos con esmero y cuidado o las decisiones tomadas, en base a una buena conciencia.
- No tener conciencia de lo que se hace. Recriminación que se suele hacer a las personas que, toman decisiones sin darse cuenta de lo que están haciendo.
- Ser ancho de conciencia. Los que a sabiendas de lo que hacen, lo realizan en contra el rigor de la ley o de la moral.
- Ser estrecho de conciencia. Ajustarse al rigor de la ley y de la moral.
- Allá con su conciencia. Cuando después de hacer las reclamaciones correspondientes, sin haber obtenido justicia, se deja que sea la conciencia la que le ajuste las cuentas en el futuro.
- Descargar la conciencia. Cuando a pesar de las adversidades, se obra con justicia o se confiesa las faltas cometidas.
- Edad de tener uso de razón (conciencia). Lo que se pide como mínimo a los niños, para que sepan distinguir entre el bien y el mal, en las cosas para ellos importantes.
- Conciencia natural. La que tienen los niños sobre las pequeñas cosas mal hechas, aunque no se lo hayan explicado los mayores.
- Conciencia alterada por el uso de drogas, excesivo poder o dinero. Cuando justifican algunos de sus actos delictivos, por haber tomado drogas, por tener un poder absoluto o por estar dominados por el dinero.
- Conciencia social. La que todas las personas deben tener, ante los diferentes problemas colectivos de la sociedad.
- Conciencia del riesgo. Para los posibles peligros económicos, físicos, morales, religiosos y políticos.
10 Sentencias relacionadas con la conciencia:
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- A conciencia clara, no le importan acusaciones falsas
- El que voluntariamente no sabe nada, no duda de nada
- El que no tiene conciencia, no tiene vergüenza
- Tener conciencia de los hechos
- Tener una amplia conciencia de lo que se hace
- La buena conciencia, siempre distingue lo bueno de lo malo
- Formar una buena conciencia, es muy rentable
- Con buena conciencia, siempre se encuentra la verdad
- Los destellos de la conciencia, revelan la presencia de Dios, oculta, pero auténtica
- La conciencia no se rige por el gobierno de las mayorías
Si tiene algún comentario, por favor diríjase a francisco@micumbre.com
4 Respuestas to “Conciencia. Lo que los padres deben enseñar a sus hijos sobre esta virtud humana.”